Bombardeo de Barcelona (1842) para niños
Datos para niños Bombardeo de Barcelona |
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Parte de regencia de Espartero | ||||
![]() Lámina de 1843 donde se ilustra la sublevación de Barcelona en 1842 contra el general regente Espartero
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Fecha | 3 de diciembre de 1842 | |||
Lugar | Barcelona (España) | |||
Coordenadas | 41°24′07″N 2°10′00″E / 41.40194444, 2.16666667 | |||
Casus belli | Disconformidad con la política del regente Baldomero Espartero | |||
Resultado | Victoria del Gobierno | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Bajas | ||||
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El bombardeo de Barcelona del 3 de diciembre de 1842 fue un evento importante en la historia de España. Ocurrió durante el periodo conocido como la regencia de Espartero, mientras Isabel II era reina. El bombardeo fue ordenado por el Gobierno, siguiendo la propuesta del regente, el general Baldomero Espartero. Su objetivo era detener una revuelta que había comenzado en Barcelona el mes anterior. Esta revuelta había forzado al ejército a refugiarse en el castillo de Montjuic. El ataque a la ciudad se realizó desde Montjuic, bajo el mando del capitán general Antonio Van Halen. Se lanzaron 1014 proyectiles, que dañaron o destruyeron 462 edificios y causaron entre 20 y 30 fallecidos.
Contenido
La Revuelta de Barcelona en Noviembre de 1842
El 13 de noviembre de 1842, una revuelta contra el regente Espartero estalló en Barcelona. La milicia se unió a ella, y en poco tiempo la ciudad se llenó de barricadas.
¿Qué Causó la Revuelta?
La principal razón de la revuelta fue la noticia de que el Gobierno planeaba firmar un acuerdo comercial con Gran Bretaña. Este acuerdo reduciría los impuestos a los productos textiles ingleses. Esto preocupaba mucho a la industria algodonera de Cataluña, que temía grandes pérdidas.
Otro motivo fue la forma en que el capitán general Van Halen había actuado. Desde el año anterior, había habido problemas por la demolición de la fortaleza de la Ciudadela. Además, se sumó la forma de actuar del general Martín Zurbano, enviado a la provincia de Gerona para perseguir a grupos rebeldes.
El inicio de la revuelta fue un incidente el 13 de noviembre, relacionado con los impuestos sobre los productos. Un grupo de trabajadores intentó pasar vino a la ciudad sin pagar los "derechos de puertas". El Gobierno respondió ocupando el Ayuntamiento y deteniendo a varios periodistas. Un periódico había publicado un "Plan de Revolución" que animaba a la gente a luchar por sus derechos.
Al día siguiente, una comisión que pedía la liberación de los detenidos fue también encarcelada. Se extendió el rumor de que el ejército quería destruir la ciudad, lo que hizo que más gente se uniera a la revuelta.
El Desarrollo de la Revuelta
Comenzó una lucha con barricadas, donde la milicia y ciudadanos armados se enfrentaron al ejército. Los ciudadanos acusaban a los soldados de saquear tiendas y robar. Otros vecinos apoyaban a los milicianos lanzando objetos desde sus casas.
El capitán general, Antonio Van Halen, ordenó a sus hombres retirarse al castillo de Montjuic, que domina la ciudad, y a la Ciudadela. Sin embargo, la Ciudadela fue abandonada esa misma noche, y las tropas se concentraron en Montjuic y otros cuarteles. Cuarenta y dos militares fallecieron y 165 resultaron heridos ese día. La situación del ejército empeoró cuando las tropas de algunos cuarteles se rindieron, entregando sus armas a la junta de gobierno formada por la milicia.
Durante los quince días que duró la revuelta, no se reportaron delitos contra personas o propiedades por parte de los sublevados. Sin embargo, en Madrid se difundieron noticias falsas sobre actos violentos en Barcelona.
La retirada del Gobierno fue vista como un triunfo por los sublevados. Su Junta, formada por fabricantes y trabajadores, publicó un programa que pedía la unión de los liberales, la salida de Espartero y su gobierno, y la protección de la industria nacional. También pedían la independencia de Cataluña respecto a la corte hasta que se estableciera un gobierno justo.
El Bombardeo de la Ciudad

El regente Espartero decidió que la revuelta debía terminar con fuerza. Por ello, el 22 de noviembre llegó a Barcelona con el presidente del Gobierno. Ese mismo día, el general Van Halen anunció que Barcelona sería bombardeada desde el castillo de Montjuic si los rebeldes no se rendían en 48 horas.
La noticia causó confusión en la ciudad. La Junta de los sublevados fue reemplazada por otra más moderada, que quería negociar. Sin embargo, el Gobierno, por petición de Espartero, se negó a recibirlos. Espartero buscaba un castigo, no una rendición negociada. Entonces se formó una tercera junta, esta vez liderada por republicanos, que decidió resistir.
Finalmente, el 3 de diciembre de 1842, comenzó el bombardeo. Al día siguiente, la ciudad se rindió y el ejército volvió a entrar. Se dispararon 1.014 proyectiles desde los cañones de Montjuic, que dañaron 462 casas. El hospital y el Salón de Ciento del Ayuntamiento también sufrieron daños. Hubo veinte fallecidos entre los habitantes de la ciudad. Este evento afectó mucho la imagen de Espartero.

El bombardeo causó incendios por toda la ciudad. La operación comenzó antes del mediodía y se detuvo por la tarde. Se reanudó más tarde, mientras los edificios ardían y la gente ayudaba a los heridos.
Por la tarde, dos grupos de ciudadanos fueron a pedir que se detuviera el ataque y ofrecieron la rendición de la ciudad. La junta revolucionaria pedía el cese del ataque para entregar la plaza, y el ejército exigió la rendición previa y la entrega de los líderes de la revuelta. A medianoche, se llegó a un acuerdo y el bombardeo terminó.
Consecuencias del Bombardeo
La respuesta del Gobierno fue muy estricta. La milicia fue desarmada y cientos de personas fueron detenidas. Varios individuos y uno de sus comandantes fueron ejecutados.
Además, la ciudad fue castigada con el pago de una suma extra de 12 millones de reales para compensar a los militares fallecidos o heridos. El Ayuntamiento también tuvo que pagar la reconstrucción de la Ciudadela. El Gobierno, por sugerencia de Espartero, disolvió la Asociación de Tejedores de Barcelona y cerró todos los periódicos, excepto uno conservador. Antes de regresar a Madrid, Espartero reemplazó a Van Halen por el general Antonio Seoane, quien dijo que gobernaría Cataluña con mano dura.
Espartero logró terminar con la revuelta, pero con el bombardeo y la dura respuesta posterior, perdió el gran apoyo que había tenido en Barcelona. Esto explica por qué en 1843 hubo un levantamiento generalizado contra él en Cataluña. Además, el impacto de lo ocurrido en Barcelona también se sintió en Madrid, donde el regreso de Espartero fue recibido con frialdad.