Bombardeo de Sevilla (1843) para niños
El bombardeo de Sevilla de 1843 fue un evento importante en la historia de Sevilla. Ocurrió cuando el general Baldomero Espartero ordenó atacar la ciudad con cañones y bombas desde el 16 hasta el 23 de julio de ese año. Esto sucedió porque Sevilla se había rebelado contra su gobierno durante el tiempo en que él era el regente de España. La valentía de la ciudad al resistir este ataque hizo que el Gobierno, en nombre de la reina Isabel II, le diera el título de "Invicta", que significa "nunca vencida".
Contenido
¿Quién fue Baldomero Espartero?
Baldomero Espartero fue un militar español muy destacado. Ganó mucha fama en las guerras carlistas, donde luchó con éxito y recibió varios títulos importantes. En su carrera política, llegó a formar parte del Consejo de Ministros.
La Regencia de Espartero
En 1833, como la reina Isabel II era muy joven, su madre, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, asumió el cargo de regente. Pero en 1840, María Cristina dejó el poder, y Espartero se convirtió en el jefe del Estado, también como regente, porque la reina seguía siendo menor de edad. Este periodo se conoce como la Regencia de Espartero.
Durante su regencia, Espartero gobernó de una manera muy personal. Esto causó descontento en muchas personas. Por ejemplo, en mayo de 1843, disolvió las Cortes (el parlamento) después de destituir a Joaquín María López, que era el presidente del Consejo de Ministros. Los militares que apoyaban a Espartero eran conocidos como "ayacuchos". Antes de lo ocurrido en Sevilla, la ciudad de Barcelona también fue bombardeada en 1842 debido a un levantamiento popular.
¿Por qué se rebeló Sevilla?

El 11 de junio de 1843, un grupo de ciudadanos desarmados de Sevilla salió a protestar. Gritaban a favor de la Constitución, las libertades y la reina Isabel II. Sin embargo, fueron atacados por la caballería del Regimiento de la Constitución. Este suceso hizo que la ciudad se pusiera en contra del gobierno de Espartero, al igual que otras ciudades como Málaga y Granada ya lo habían hecho.
Al principio, el Ayuntamiento de Sevilla intentó mantener la calma y evitar un enfrentamiento. Pero el 18 de junio, el Ayuntamiento decidió oponerse abiertamente al gobierno. Se formó una comisión con representantes de la ciudad, jueces y líderes religiosos, que pidió la salida de los funcionarios del gobierno de Espartero. Se lo comunicaron al capitán general del Ejército y se creó una Junta Provisional de Gobierno para dirigir la ciudad.
Ante la posibilidad de un ataque, el Ayuntamiento se encargó de organizar la defensa de Sevilla. Reunieron armas y mejoraron las fortificaciones de la ciudad. También crearon dos batallones de voluntarios y una Milicia Nacional, además de un hospital de campaña en San Telmo, todo para prepararse para defenderse.
El ataque del ejército a Sevilla
El 5 de julio, el general Antonio Van Halen y Sarti llegó a Alcalá de Guadaíra con sus tropas. El 18 de julio, decidió atacar Sevilla. El brigadier Francisco de Moriones y sus hombres resistieron el ataque en la Cruz del Campo. José María González se encargó de defender la zona de la Fábrica de Artillería y los almacenes cercanos. Durante varios días, el ejército lanzó bombas y balas de cañón contra la ciudad, y Sevilla respondió con su propia artillería. El Batallón 4.º de la Milicia Nacional luchó contra el enemigo fuera de las murallas.
Los días 20 y 21 de julio, las tropas de Van Halen colocaron sus cañones en diferentes puntos. Pusieron un cañón en la torre de la iglesia de San Benito y otro en la parte baja, desde donde disparaban a la ciudad. La iglesia también recibió disparos desde Sevilla y sufrió algunos daños, que fueron reparados años después.
La llegada de Espartero
El propio Espartero llegó a Sevilla el 23 de julio con un gran número de soldados y cañones. Intentó negociar la rendición de la ciudad, pero Sevilla se negó. El 24 de julio, el ataque con artillería contra la ciudad se intensificó, durando desde la tarde hasta bien entrada la noche y continuando los días siguientes.
Sin embargo, el 27 de julio, el Ministerio de la Guerra le envió un mensaje a Espartero, advirtiéndole que si seguía atacando Sevilla, sería considerado un traidor y perdería sus honores. Al día siguiente, Espartero abandonó rápidamente el asedio de Sevilla y huyó hacia el Puerto de Santa María, perseguido por el general Manuel Gutiérrez de la Concha e Irigoyen. Espartero se llevó el dinero del tesoro público y a algunos de sus ministros, y se embarcó en un barco para irse al exilio.
El reconocimiento a la ciudad de Sevilla
El 28 de julio, el Gobierno Provisional de Sevilla informó al ministro de Gobernación sobre los grandes daños que había sufrido la ciudad. Sevilla estaba llena de escombros y muchos edificios habían sido destruidos. Durante el ataque, cayeron sobre la ciudad 606 bombas y 900 balas de cañón, especialmente en la zona este, cerca de la Puerta de la Carne, la Puerta de Carmona, la Puerta Osario y la Calzada. El barrio de San Bernardo fue el más afectado, con enormes destrozos y muchas personas heridas y fallecidas.
El 2 de agosto de ese mismo año, el Gobierno de España, en nombre de la reina Isabel II de España, concedió a la ciudad de Sevilla el título de "Invicta" por su valiente resistencia.