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Blasfemia para niños

Enciclopedia para niños

La blasfemia es una palabra o acción que se considera ofensiva o irrespetuosa hacia algo sagrado, especialmente hacia Dios o las creencias religiosas. A lo largo de la historia, muchas sociedades han tenido leyes contra la blasfemia, considerándola un delito grave. En algunos lugares, los castigos por blasfemia eran muy severos.

En Francia, por ejemplo, las leyes contra la blasfemia fueron eliminadas durante la Revolución Francesa. Esto ocurrió cuando se empezaron a desarrollar ideas importantes como la libertad de religión y la libertad de expresión.


¿Qué es la blasfemia?

La palabra "blasfemia" viene del griego y significa "injuriar" o "dañar la reputación". En su sentido más común, se refiere a decir o hacer algo que ofende a una divinidad o a lo que se considera sagrado.

La blasfemia en la historia

Desde tiempos antiguos, la blasfemia ha sido vista como un acto muy serio. En algunas sociedades, especialmente aquellas donde la religión tenía un papel central, se consideraba un delito contra la propia comunidad.

Castigos antiguos y medievales

En el pasado, los castigos por blasfemia podían ser muy duros. Por ejemplo, en el libro del Levítico de la Biblia, se menciona que la blasfemia debía ser castigada por la comunidad.

Los emperadores romanos también castigaron a los primeros cristianos por lo que consideraban blasfemia. Más tarde, en el Código de Justiniano, se establecieron penas severas para quienes ofendieran la religión cristiana.

Este tipo de castigos continuó durante la Edad Media y la Edad Moderna. En lugares como Córcega, en el año 1571, una persona que blasfemaba podía recibir multas, azotes o incluso sufrir daños físicos. En el Reino de las Dos Sicilias, en su código penal, la blasfemia dicha en una iglesia podía llevar a varios años de prisión. Si se decía en un lugar público, la pena era menor.

La blasfemia en el cristianismo

Dentro del cristianismo, la blasfemia se ha definido de varias maneras a lo largo del tiempo.

Leyes y castigos en el pasado

La Iglesia Católica, a través de su derecho canónico (sus propias leyes), consideraba la blasfemia como cualquier palabra que ofendiera a Dios. Se distinguía entre blasfemia "herética" (que iba contra las enseñanzas principales de la fe) y "no herética". También se diferenciaba si la ofensa era directa a Dios o indirecta, como contra la Virgen María, los santos o los Sacramentos.

En general, la blasfemia incluía:

  • Negar algo esencial de Dios, como decir "Dios no es justo".
  • Atribuirle a Dios algo que no le corresponde, como decir "Dios es injusto".
  • Maldecir o detestar a Dios.
  • Decir palabras ofensivas contra la Virgen María, los santos o cosas sagradas.
  • Pronunciar nombres sagrados con ira, desprecio o burla.

También se consideraban blasfemia actos irrespetuosos sin palabras, como escupir a imágenes religiosas. Incluso los juramentos falsos o sin necesidad eran vistos como una forma de blasfemia.

El derecho de la Iglesia

A partir del siglo XIII, la Iglesia comenzó a establecer sus propias penas para la blasfemia. El papa Gregorio IX, alrededor de 1250, dictaminó que un blasfemo debía permanecer fuera de su iglesia durante siete domingos y ayunar. También debía pagar una multa. Si se negaba a cumplir, no podría entrar a una iglesia ni ser enterrado en un lugar sagrado.

En el siglo XVI, el papa León X hizo las penas más estrictas. Si un sacerdote blasfemaba, podía perder su cargo. Si una persona noble blasfemaba, pagaría multas y, si lo hacía varias veces, podía perder su título. Si era una persona común, podía ser encarcelada o expuesta públicamente. Una cuarta vez podía significar prisión de por vida. Los jueces que no castigaran a los blasfemos también eran considerados culpables.

Más tarde, el papa Julio III en 1550 y el papa San Pío V en 1585 establecieron penas aún más severas. Los blasfemos comunes que repetían la ofensa podían sufrir daños físicos, ser azotados, enviados a trabajos forzados o desterrados. Las personas que no denunciaban a los blasfemos también podían ser castigadas.

La visión de la Ilustración

En el siglo XVIII, durante el movimiento de la Ilustración, muchos pensadores europeos empezaron a cuestionar la idea de que la blasfemia fuera un delito. Argumentaban que ofender a Dios era un asunto entre la persona y Dios, y que no debía ser castigado por las leyes humanas.

Voltaire, un famoso escritor de la Ilustración, señaló que lo que se consideraba blasfemia en un lugar, podía ser visto como algo normal o incluso piadoso en otro. También recordó que los primeros cristianos fueron acusados de blasfemia por los romanos, y luego los cristianos acusaron a otros de blasfemia.

La blasfemia en el islam

El Islam también condena la blasfemia. En muchos países con mayoría musulmana, la blasfemia es un delito legal.

Un caso conocido es el del escritor británico Salman Rushdie. Su novela Los versos satánicos, publicada en 1988, fue considerada muy ofensiva para el Islam. Esto provocó grandes protestas en varios países y generó una gran controversia y llamados a su castigo.

Hoy en día, algunas organizaciones acusan a ciertos países, como Pakistán, de usar las leyes contra la blasfemia de manera injusta. Esto, según ellos, limita la libertad religiosa de las minorías que no son musulmanas.

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Véase también

Kids robot.svg En inglés: Blasphemy Facts for Kids

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Blasfemia para Niños. Enciclopedia Kiddle.