Batalla de Alba de Tormes (1812) para niños
Datos para niños Batalla de Alba de Tormes |
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Guerra de la Independencia Española Parte de guerra de la Independencia española |
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El general Jean-de-Dieu Soult observa la batalla
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Fecha | 9-24 de noviembre de 1812 | |||
Lugar | Alba de Tormes, (Salamanca), España | |||
Resultado |
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La batalla de Alba de Tormes fue un enfrentamiento importante durante la Guerra de la Independencia Española. Tuvo lugar entre el 8 y el 24 de noviembre de 1812 en Alba de Tormes, un pueblo de Salamanca, España.
En esta batalla, el ejército británico, liderado por el general Wellington, intentó frenar la persecución del ejército francés, dirigido por el mariscal Jean de Dieu Soult. El objetivo de los británicos era ganar tiempo para que el resto de sus tropas pudieran llegar a sus cuarteles de invierno en Ciudad Rodrigo.
Aunque el ejército aliado (británicos, portugueses y españoles) tuvo que retirarse, lograron su objetivo principal: evitar que los franceses los alcanzaran y causarles un retraso significativo.
Contenido
La Batalla de Alba de Tormes
Esta batalla fue parte de un conflicto más grande que afectó a España a principios del siglo XIX. Fue un momento clave en la retirada de las fuerzas aliadas, que buscaban reorganizarse y protegerse del avance francés.
¿Por qué ocurrió esta batalla?
Antes de llegar a Alba de Tormes, el ejército británico había tenido dificultades. Habían intentado tomar el Castillo de Burgos sin éxito y habían tenido que abandonar Madrid. El rey José I había vuelto a entrar en Madrid el 2 de noviembre de 1812.
La retirada hacia Alba de Tormes y el río Huebra fue muy dura para los soldados británicos. Estaban agotados y sufrían mucho debido a las condiciones del camino y el clima.
Un autor llamado James Grant describió esta batalla como una de las más difíciles para los británicos y sus aliados. Su relato se encuentra en el libro British battles on land and sea.
Los primeros días en Alba de Tormes (8 y 9 de noviembre)
El 8 de noviembre de 1812, las primeras tropas británicas llegaron a Alba de Tormes. Tenían la misión de defender el pueblo a toda costa.
El pueblo estaba desolado porque sus habitantes habían huido por miedo. Los soldados británicos buscaron madera para secar sus ropas mojadas por la lluvia.
El 9 de noviembre, no había señales del enemigo. Los británicos colocaron centinelas y guardias mientras el resto de las tropas descansaban, buscaban comida o trabajaban. Reconstruyeron la antigua muralla del pueblo y cavaron trincheras para prepararse.
El día clave: 10 de noviembre
La mañana del 10 de noviembre, llegaron mulas con harina para el ejército aliado. Los soldados que sabían hornear pan se pusieron a trabajar.
De repente, se escucharon disparos de la compañía 9th Light Dragoons, que estaba frente al pueblo. Los franceses se acercaban. Los soldados británicos tomaron rápidamente sus fusiles y ocuparon sus posiciones en la muralla o las trincheras.
Las defensas que habían construido, como la muralla y las trincheras, les dieron una gran ventaja. Esto les permitió resistir los ataques franceses, aunque no eran tan útiles contra los cañones.
El general Hamilton organizó una defensa muy estricta. Colocó 150 hombres en el viejo castillo y dividió el pueblo en tres partes, asignando un regimiento británico a cada una. Los Highlanders se ubicaron en la carretera por donde se esperaba al enemigo.
También había una pequeña reserva de soldados en la plaza del pueblo. Además, Hamilton ordenó a los zapadores (ingenieros militares) excavar bajo el puente del río Tormes para poder volarlo si necesitaban retirarse.
El mariscal Soult, al mando de los franceses, ordenó bombardear Alba de Tormes desde las 10 de la mañana hasta las 5 de la tarde. Solo paraban para que los cañones se enfriaran.
Cuando el bombardeo cesó, los franceses avanzaron a pie hacia la muralla. Sin embargo, el fuego de los mosquetes británicos los rechazó una y otra vez, impidiendo que tomaran el lugar.
La retirada estratégica
Al caer la noche del 10 de noviembre, mientras los franceses se reagrupaban, el general Wellington ordenó al general Hamilton abandonar las fortificaciones. La idea era reiniciar la retirada antes de un nuevo ataque francés. Las tropas británicas salieron del pueblo lo más rápido posible con sus equipos.
No todos los aliados se retiraron de inmediato. Algunos centinelas se quedaron en la muralla hasta el último momento. El teniente Jonh Grant, con diez hombres de la 92, se quedó para relevar a los últimos centinelas. También las compañías de soldados españoles permanecieron en el castillo de Alba de Tormes, listos para luchar contra los franceses cuando entraran.
La persecución y la defensa final (12 al 15 de noviembre)
Desde el 11 de noviembre, la retirada continuó. Algunos soldados británicos usaron sus gorros con plumas para distraer a los franceses, atrayendo sus balas mientras disparaban desde otro lugar. Sabían que cuanto más tiempo retuvieran a los franceses, más tiempo ganaría el general Wellington para escapar con sus tropas.
Los franceses no dejaban de atacar. Después de una lucha constante, los centinelas de la muralla recibieron la orden de retirarse. Solo quedó la caballería de la compañía 9th Light Dragoons, bajo el mando del teniente Grant, enfrentándose directamente a los franceses.
Cuando las últimas tropas de infantería estuvieron a una distancia segura, Jonh Grant dio la orden de retirada. La compañía de la 9th Light Dragoons cruzó el puente a galope. Inmediatamente después, el puente fue volado tan rápido que el teniente Grant, el último oficial en dejar Alba de Tormes, fue golpeado por algunas piedras. La estrategia británica de volar el puente era para retrasar el avance francés.
Cuando los británicos se retiraron, los franceses entraron en el pueblo y encontraron el puente destruido, lo que ralentizó su persecución. Además, no esperaban encontrar a una pequeña compañía de españoles esperándolos en el castillo. Los españoles lucharon valientemente, disparando sin cesar, dando más tiempo a los ingleses para escapar hacia Ciudad Rodrigo. Los británicos perdieron cien hombres defendiendo Alba de Tormes.
El camino a Ciudad Rodrigo (16 de noviembre)
El 16 de noviembre, los aliados (principalmente británicos, pero también portugueses y alemanes) continuaron su retirada por las carreteras de Tamames y San Muñoz hacia la fortaleza de Ciudad Rodrigo. Cruzaron un bosque lleno de jabalíes.
Los soldados, que estaban muy hambrientos, aprovecharon para cazar algunos animales. Esto les permitió comer y recuperar fuerzas para llegar con más energía a sus cuarteles de invierno.
El final en Alba de Tormes (24 de noviembre)
Finalmente, el 24 de noviembre de 1812, los franceses lograron capturar el castillo de Alba de Tormes.
Enlaces externos
- James Grant, British battles on land and sea (1822-1887)