Baluartes de San Francisco de Campeche para niños
La ciudad de San Francisco de Campeche en México fue nombrada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en diciembre de 1999. Desde su fundación, esta ciudad ha enfrentado muchos desafíos. Tuvo que mantener su propia identidad frente a la llegada de los españoles y los franciscanos, adaptándose a nuevas formas de vida. Pero, sin duda, una de las mayores batallas fue contra los constantes ataques de piratas.
Los habitantes de Campeche, al ser una ciudad portuaria, debían tomar muchas precauciones para estar seguros. Se adaptaron a una nueva forma de vida con algunas reglas, como el horario de cierre de las puertas de la ciudad, para protegerse de los piratas. Por eso, fue muy importante construir una gran muralla que protegiera los edificios más importantes de la ciudad.
Las Murallas de Campeche: Un Escudo Histórico
La ciudad de Campeche, con su ubicación estratégica junto al mar, era un lugar muy atractivo para los barcos que llegaban con mercancías. Sin embargo, esta misma ubicación la hacía vulnerable a los ataques de piratas. Estos piratas buscaban robar tesoros y bienes, lo que ponía en peligro a los habitantes y sus propiedades. Para protegerse, la gente de Campeche necesitaba una defensa fuerte y duradera.
¿Por Qué se Construyeron las Murallas de Campeche?
Al principio, se intentó proteger la ciudad con algunos fuertes pequeños. Pero estos fuertes estaban muy separados y no eran suficientes para detener los ataques de los piratas. La ciudad seguía siendo un blanco fácil. Por eso, se decidió que era necesario un proyecto mucho más grande y seguro: amurallar toda la ciudad.
La Gran Construcción: Un Diseño Inteligente
El proyecto para construir la muralla comenzó en 1686. Al principio, se pensó en una muralla rectangular con cuatro baluartes (que son como torres fuertes en las esquinas). El arquitecto Jaime Frank estuvo a cargo de esta primera etapa.
Más tarde, un ingeniero francés llamado Louse Bouchard sugirió mejorar el diseño para hacer las defensas aún más fuertes. Así, la muralla se construyó con forma hexagonal. En cada una de sus seis esquinas, y también en las puertas de entrada, se añadió un baluarte, sumando un total de ocho. Estos baluartes estaban conectados entre sí por un camino construido sobre la muralla, llamado "El Paso de Ronda", que permitía a los soldados moverse rápidamente.
Los Baluartes: Guardianes de la Ciudad
Los ocho baluartes que protegían la ciudad tenían nombres especiales:
- Baluarte de San Juan
- Baluarte de San Francisco
- Baluarte de San Pedro
- Baluarte de Santa Rosa
- Baluarte de San Carlos
- Baluarte de la Soledad
- Baluarte de Santiago (Campeche)
- Baluarte de San José
Las Puertas de Acceso a la Ciudad
La zona amurallada tenía cuatro puertas principales que conectaban la ciudad con el exterior:
- Puertas de Campeche
- De Tierra
- De Mar
- De Guadalupe
- De San Román
Fortalezas Adicionales para la Defensa
Como si la muralla no fuera suficiente, en 1776 se empezaron a construir dos fuertes más: el Fuerte de San José el Alto y el Fuerte de San Miguel. Estos fuertes estaban ubicados en colinas, lo que les daba una vista privilegiada y les permitía proteger la ciudad desde arriba. Cada uno de ellos tenía dos baterías (lugares con cañones) en la parte baja de las colinas.
El Fin de la Piratería y Cambios en la Muralla
La construcción de estas defensas terminó casi al mismo tiempo que los ataques de piratas disminuyeron. Años después, debido al calor que se acumulaba dentro de la ciudad y a nuevas ideas sobre la salud y la higiene, las autoridades decidieron quitar algunas partes de la muralla. Así, se demolieron el baluarte de San José, las puertas de Guadalupe y San Román, y la batería de San Fernando.