August Heinrich Hoffmann von Fallersleben para niños
August Heinrich Hoffmann, conocido como Hoffmann von Fallersleben (nacido en Fallersleben, hoy parte de Wolfsburgo, Alemania, el 2 de abril de 1798, y fallecido en Corvey, Alemania, el 19 de enero de 1874), fue un profesor universitario de filología germánica y un importante poeta alemán. Para diferenciarse de otras personas con el mismo apellido, añadió a su nombre original (Hoffmann) el lugar de donde venía. En 1841, mientras estaba en la isla de Helgoland, escribió el famoso poema Das Lied der Deutschen, que en 1922 se convirtió en el himno de Alemania.
Contenido
¿Quién fue Hoffmann von Fallersleben?
Hoffmann von Fallersleben fue una figura clave en la literatura y la cultura alemana del siglo XIX. Su vida estuvo marcada por su amor por el conocimiento, su pasión por la poesía y su deseo de ver una Alemania unida y libre. A pesar de las dificultades que enfrentó, su legado perdura, especialmente a través del himno nacional alemán.
Los primeros años y sus estudios
En abril de 1816, cuando tenía 18 años, Hoffmann comenzó a estudiar Teología en la Universidad de Gotinga. Sin embargo, pronto descubrió que le interesaba mucho más la historia de la Antigüedad clásica, inspirándose en el trabajo de Johann Joachim Winckelmann.
En 1818, conoció a los famosos hermanos Grimm, conocidos por sus cuentos de hadas y su trabajo en lingüística. Jacob Grimm le sugirió que se interesara más por la historia de su propio país. Gracias a esta conversación, Hoffmann empezó a estudiar Filología germánica, que es el estudio de la lengua y la literatura alemanas. Ese mismo año, se trasladó a la Universidad de Bonn, donde tuvo como profesores a Jacob Grimm y a Ernst Moritz Arndt.
Descubrimientos y publicaciones iniciales
El 8 de mayo de 1821, Hoffmann hizo un descubrimiento importante: encontró fragmentos de un poema épico medieval llamado Otfried. Poco después, escribió un artículo sobre este hallazgo. También en 1821, publicó su primera colección de poemas, titulada Lieder und Romanzen (Canciones y Romances).
En diciembre de 1821, dejó Bonn y se mudó a Berlín. Allí, consiguió un puesto como bibliotecario para Gregor von Meusebach, cuya biblioteca privada era muy famosa en toda Alemania. Gracias a este trabajo, Hoffmann pudo conocer y hacerse amigo de personas importantes de la época, como Friedrich Karl von Savigny, Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Adelbert von Chamisso y Ludwig Uhland.
En 1823, fue nombrado bibliotecario de la Universidad de Breslau y también profesor de lengua y literatura alemanas.
El himno de Alemania y sus desafíos
Entre 1840 y 1841, Hoffmann publicó un libro de poemas llamado Die unpolitischen Lieder (Canciones no políticas). Este libro fue muy exitoso, vendiendo una gran cantidad de ejemplares.
Mientras estaba en la isla de Helgoland, que en ese momento estaba bajo el control de Gran Bretaña, Hoffmann compuso el 26 de agosto de 1841 la famosa Canción de los alemanes. Esta canción se interpretó por primera vez en público en octubre de ese mismo año en Hamburgo. El texto de la canción expresa un fuerte deseo de “Einigkeit und Recht und Freiheit” (Unidad, justicia y libertad) para Alemania, buscando un país libre y gobernado por leyes justas.
Debido a sus ideas sobre una Alemania unida y libre, que se reflejaban en sus Canciones no políticas, Hoffmann fue despedido de su puesto de profesor por el gobierno prusiano en 1842. Un año después, le quitaron su nacionalidad y lo obligaron a abandonar el país. Tuvo que viajar por Alemania, siendo acogido por amigos que compartían sus ideas. La policía lo vigilaba constantemente y fue expulsado 39 veces de diferentes lugares, incluso de su ciudad natal, Fallersleben.
En una ocasión, el dueño de una granja en Mecklemburgo lo ayudó a esconderse, haciéndolo pasar por pastor durante un tiempo. Finalmente, en 1848, después de que se aprobaran leyes de amnistía, recibió una compensación económica, pero no le devolvieron su puesto de profesor.
El sueño de una Alemania unida
Muchas de las dificultades que enfrentó Hoffmann se debieron a su fuerte creencia en la necesidad de una Alemania unida. En ese tiempo, Alemania estaba dividida en muchos pequeños territorios, cada uno con sus propios gobernantes. Hoffmann soñaba con un solo país, fuerte y con leyes justas para todos.
Tuvo la oportunidad de ver su deseo hecho realidad cuando se fundó el Imperio alemán en 1871, bajo el liderazgo de Otto von Bismarck.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: August Heinrich Hoffmann von Fallersleben Facts for Kids