Amadeo Jacques para niños
Datos para niños Amadeo Jacques |
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Información personal | ||
Nombre en francés | Amédée Florentin Jacques | |
Nacimiento | 4 de julio de 1813 París (Primer Imperio francés) |
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Fallecimiento | 13 de octubre de 1865 Buenos Aires (Argentina) |
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Sepultura | Cementerio de la Recoleta | |
Nacionalidad | Francesa | |
Educación | ||
Educado en |
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Información profesional | ||
Ocupación | Filósofo | |
Empleador | Universidad de Buenos Aires | |
Amadeo Florentino Jacques (nacido en París, el 4 de julio de 1813, y fallecido en Buenos Aires, el 13 de octubre de 1865) fue un importante educador y pensador francés. Fue profesor en la famosa Sorbona y también enseñó física en la Universidad de Buenos Aires. Además, dirigió el Colegio San Miguel de Tucumán y el Colegio Nacional de Buenos Aires. Su figura es recordada en la novela Juvenilia, escrita por Miguel Cané.
Contenido
¿Quién fue Amadeo Jacques?
Sus primeros años y estudios en Francia
Amadeo Florentino Jacques nació en París. Su padre, Nicolás Jacques, era pintor, y su madre era Ana María Gérard. Desde joven, Amadeo mostró un gran interés por el estudio. Asistió a una escuela importante en París, el Liceo de Borbón, y luego continuó su formación en la Escuela Normal Superior de París, una institución muy reconocida.
Después de terminar sus estudios, Amadeo Jacques comenzó a dar clases en varias ciudades de Francia, como Douai, Amiens y Versalles.
Su carrera académica y publicaciones
En 1837, cuando tenía 24 años, Amadeo Jacques obtuvo su doctorado en letras en la Sorbona. Presentó dos trabajos de investigación muy importantes. Uno de ellos se titulaba Aristóteles, historiador de la filosofía.
También obtuvo títulos en ciencias físicas y ciencias naturales. Fue profesor en la Escuela Normal Superior de París y en el Liceo Louis-le-Grand, otra escuela destacada en París.
En 1843, Amadeo Jacques participó en la edición de obras de grandes pensadores como Samuel Clarke y Gottfried Leibniz. Colaboró en la creación del Diccionario de Ciencias Filosóficas. Además, escribió la introducción y la sección de psicología para el Manual de filosofía, un libro de texto muy usado en Europa.
Problemas políticos y su llegada a Sudamérica
Amadeo Jacques tuvo algunas dificultades con el ministro de Educación de su país. Fundó una revista llamada La Libertad de Pensar en 1847. Sin embargo, esta revista fue cerrada y a él se le prohibió seguir enseñando.
Debido a estos problemas, Amadeo Jacques decidió irse de Francia. Se exilió junto a su amigo Victor Hugo, un famoso escritor. Ambos eran defensores de la república.
En 1852, Amadeo Jacques llegó a Montevideo, en Uruguay. Llevaba una carta de recomendación de Alexander von Humboldt, un científico muy conocido. Intentó ayudar a organizar la universidad de allí, pero sus ideas no fueron aceptadas.
La vida de Amadeo Jacques en Argentina
Nuevos comienzos y trabajos variados
Amadeo Jacques se interesó por el progreso cultural que se estaba dando en la provincia argentina de Entre Ríos. Por eso, decidió mudarse a la ciudad de Paraná. Allí vendió sus instrumentos científicos a una escuela local.
Para ganarse la vida, compró equipos para hacer daguerrotipia (un tipo de fotografía antigua) y agrimensura (medir terrenos). Luego viajó a Buenos Aires para dar clases gratuitas de física, pero no tuvieron mucho éxito. También trabajó en fotografía con Alfredo Cosson en Rosario y en Entre Ríos.
En 1854, el presidente Justo José de Urquiza le dio el cargo de Director de Catastro, que se encarga de registrar las propiedades de un lugar.
Familia y exploraciones
Amadeo Jacques vivió varios años en Santiago del Estero. Allí se casó en 1856 con Martina Benjamina Augier Echagüe. Tuvieron tres hijos: Francisca, José y Francisco. Su hija Francisca Jacques se convirtió en una importante educadora y fundó escuelas rurales.
Amadeo fue agrimensor oficial de la provincia. También participó en expediciones al río Salado y a la región del Chaco. Publicó un libro llamado Excursion au Rio Salado et dans le Chaco (París, 1857). En este libro, describió lo que vio y las costumbres de la gente de esos lugares.
Director del Colegio de San Miguel en Tucumán
Después de Santiago del Estero, Amadeo Jacques viajó a Tucumán. Allí tuvo varios trabajos, como panadero, agrimensor y fotógrafo. En 1858, el gobierno de la provincia le ofreció la dirección del Colegio de San Miguel. Este colegio estaba sin director porque sus profesores se habían ido a Buenos Aires.
Entre 1858 y 1862, Jacques tuvo grandes planes para el colegio. Quería que tuviera un museo, un laboratorio de química, una estación meteorológica y una biblioteca pública. Este colegio fue la primera institución de educación superior en Tucumán. Sus ideas sirvieron de base para lo que más tarde sería la Universidad de Tucumán.
Muchos lo elogiaron, incluyendo al científico Germán Burmeister. En este colegio se formaron personas destacadas como Delfín Gallo. Amadeo Jacques también publicó artículos importantes sobre sus ideas educativas en los diarios de Tucumán.
Su legado en el Colegio Nacional de Buenos Aires
En 1862, debido a problemas políticos, Amadeo Jacques dejó Tucumán y se mudó a Buenos Aires. Allí, Marcos Paz, quien era vicepresidente de la Nación, lo nombró profesor del Colegio Nacional de Buenos Aires. Después, cuando el director falleció, Amadeo Jacques se convirtió en el nuevo director.
Su tiempo en el Colegio Nacional de Buenos Aires es muy recordado. Se menciona en la novela Juvenilia de Miguel Cané. También dejó un escrito en 1865, que era como su testamento sobre la educación. En él, se ve cómo impulsó cambios en la enseñanza. Introdujo ideas científicas de Europa y buscaba que los alumnos aprendieran a "aprender todo".
Junto con Juan María Gutiérrez, preparó un documento muy importante llamado Plan de Instrucción Pública. Este plan tuvo una gran influencia en los programas educativos de Argentina. Amadeo Jacques también fue profesor de física y química, y escribió un Curso de Filosofía que se usó para enseñar esta materia en Argentina. Fue uno de los fundadores del “Círculo Literario” en 1864.
Fallecimiento y recuerdo
Amadeo Jacques falleció en Buenos Aires el 13 de octubre de 1865. La noche anterior había ido al teatro. A la mañana siguiente, su hija lo encontró sin vida en su cama. Sus restos descansan en el Cementerio de la Recoleta.
Miguel Cané, en su libro Juvenilia, describe el impacto de la muerte de Amadeo Jacques en sus estudiantes. Relata cómo los alumnos, al enterarse de la noticia, corrieron a su casa. Lo encontraron en su cama y, uno por uno, se arrodillaron para besar su mano como una despedida. Cané destaca la gran influencia que Amadeo Jacques tuvo en sus alumnos, gracias a su mente abierta y su amor por la ciencia. Los estudiantes lo llevaron hasta su tumba y construyeron un pequeño monumento con sus propios medios.