Virgen de la Soterraña (Santa María la Real de Nieva) para niños
Datos para niños Virgen de la Soterraña |
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Origen | ||
País | ![]() |
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Santuario | Nuestra Señora de la Soterraña | |
Datos generales | ||
Veneración | Iglesia católica | |
Festividad | 8 de septiembre | |
Patrona de | Santa María la Real de Nieva | |
Fecha de la imagen | 1900 (la actual) (obra de Aniceto Marinas) |
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La Virgen de la Soterraña es una imagen religiosa muy importante para la Iglesia católica. Se le rinde homenaje en la iglesia que lleva su nombre en Santa María la Real de Nieva (Segovia), en España.
Su nombre, "Soterraña", viene de una palabra antigua que significa "subterránea". Esto se debe a que la imagen fue encontrada enterrada a finales del siglo XIV en una cueva.
El descubrimiento de la imagen fue considerado un evento especial. Por ello, la reina Catalina de Lancáster ordenó construir un santuario en el lugar. Más tarde, se levantó un monasterio y se fundó el pueblo de Santa María la Real de Nieva a su alrededor. La reina Catalina apoyó mucho al nuevo pueblo, dándole muchos beneficios a quienes se mudaran allí.
La fama de la Soterraña se extendió rápidamente. Empezó a ser venerada en otros pueblos de Castilla y también fuera de España. La reina Blanca I de Navarra también se hizo devota de esta Virgen. Mandó hacer copias de la imagen y las llevó a más de veinte lugares de su reino. Allí se la conoció como Soterraña de Nieva o Virgen de Nieva.
Contenido
¿Cómo es la imagen de la Virgen de la Soterraña?
La imagen original de la Virgen de la Soterraña es muy antigua. No se sabe exactamente cuándo fue creada, pero sí que existía antes de 1392, cuando fue encontrada.
Un historiador llamado Fernández Monjaraz describió la talla original en 1624. Dijo que era de madera, con un rostro hermoso y algo moreno, y una nariz bien hecha. La Virgen estaba sentada y tenía un Niño a su lado izquierdo.
En el año 1900, un incendio dañó parte de la talla original. El escultor Aniceto Marinas, de Segovia, la reconstruyó. Los restos de la imagen original se guardaron dentro de la nueva. Esta es la imagen que se puede ver hoy en el altar.
La leyenda de su aparición
Después de la invasión árabe de España, muchas imágenes religiosas fueron escondidas para protegerlas. Algunas fueron llevadas a lugares seguros, y otras fueron enterradas. Se cree que la imagen de la Soterraña fue una de ellas. Posiblemente, un sacerdote de Nieva la enterró en un lugar apartado, con la idea de recuperarla cuando pasara el peligro. Sin embargo, el secreto se perdió con el tiempo.
La tradición cuenta que en el año 1392, la Virgen María se le apareció a un joven pastor llamado Pedro Amador Vázquez. Pedro había llegado a Nieva y trabajaba cuidando ovejas. Una mañana de septiembre, mientras estaba con sus ovejas, la Virgen se le apareció. Le pidió que fuera a Segovia e informara al obispo, don Alonso de Frías, para que desenterrara una imagen suya que estaba allí y construyera un altar.
Antes de que Pedro se fuera, la Virgen le pidió que golpeara el suelo con su bastón. Al instante, brotó agua para que sus ovejas pudieran beber. Este lugar se conoce hoy como la Fuente Santa. Mientras la Virgen cuidaba de su rebaño, Pedro fue a Segovia.
Cuando Pedro llegó al palacio del obispo, los guardias no le creyeron y se burlaron de él. El obispo, al escuchar el alboroto, habló con Pedro. Dudando de su historia, le pidió una prueba para creerle.
Pedro regresó triste al lugar donde había dejado sus ovejas. La Virgen se le apareció de nuevo. Pedro le contó lo que había pasado y la Virgen le dio una señal: le dijo que tomara una pequeña piedra en forma de cruz. Le aseguró que nadie podría quitársela de las manos, excepto el obispo.
Con esta prueba, Pedro volvió a Segovia. Aunque se burlaron de él de nuevo, nadie pudo quitarle la piedra de las manos. El obispo, don Alonso, la tomó sin dificultad. Luego, la volvió a poner en la mano de Pedro y pidió a sus sirvientes que intentaran quitársela, pero no pudieron.
La historia de la Virgen de la Soterraña
Después de ver la prueba, el 9 de septiembre de 1392, el obispo, junto con nobles, clérigos y otras personas, fue al lugar guiado por Pedro Amador. Pedro les indicó dónde encontrarían la imagen. Empezaron a excavar con las manos. Al principio no encontraron nada, pero luego descubrieron una pizarra más grande. Al moverla, encontraron un pequeño pozo con un túnel donde estaba la imagen. Con mucho cuidado, la colocaron en un pequeño pedestal y encendieron velas a su alrededor. Desde ese día, Pedro Amador se quedó cuidando la imagen, que desde entonces se llamó Virgen de la Soterraña.
El obispo regresó a Segovia y la noticia se extendió por todo el reino. El obispo informó a la reina Catalina de Lancáster, que estaba en el Alcázar de Segovia. La reina fue al lugar de la aparición y, al ver a tanta gente, decidió pagar la construcción de un templo para la imagen. Mientras se construía, mandó hacer una pequeña ermita y un lugar para alojar a los muchos peregrinos que llegaban.
El pueblo de Santa María la Real de Nieva fue fundado tres años después, en 1395, por el rey Enrique III y su esposa. El santuario se amplió y se convirtió en un monasterio. En 1399, la reina Catalina de Lancaster entregó el monasterio y la imagen a la orden dominica para que la cuidaran y la veneraran.
La reina Blanca I de Navarra sentía una gran devoción por la Soterraña. Mandó hacer copias de la imagen y las distribuyó por más de veinte pueblos de su reino. En esos lugares, la Virgen es hoy la patrona con nombres como Soterraña de Nieva o Virgen de Nieva. La reina Blanca falleció en abril de 1441 durante una visita al monasterio y fue enterrada en el altar mayor de su iglesia.
Se dice que la imagen ha realizado muchos eventos especiales desde su aparición. En particular, se la consideraba protectora contra los rayos y las tormentas.
¿Cuándo se celebran las fiestas de la Virgen de la Soterraña?
Las fiestas en honor a la Virgen de la Soterraña se celebran del 6 al 11 de septiembre en Santa María la Real de Nieva.
La Fiesta de los Cirios
Al atardecer del 7 de septiembre se celebra la Fiesta de los Cirios. En esta celebración, las cuatro calles principales del pueblo (Segovia, Miguel Ibáñez, Mayor y Ochando) ofrecen a la Virgen un gran cirio decorado.
Los vecinos, acompañados por la banda de música, van a buscar los cirios uno por uno. Estos se encuentran frente a la casa de las "pedidoras" de cada calle. Las pedidoras son mujeres que recogen dinero entre los vecinos para ayudar con los gastos de la Virgen y la iglesia. Vestidas con el traje tradicional de Segovia, ofrecen a los asistentes sangría y dulces.
Luego, el cirio se lleva a la iglesia en un desfile. Al llegar, el sacerdote espera en la puerta. La pedidora ofrece el cirio a la Virgen cantando unas coplas antiguas, acompañadas de una pandereta. Después de este rito, se busca el siguiente cirio y se repite la ceremonia.
El último cirio, el de la calle Ochando, es diferente. Sale de la ermita de la Fuente Santa y va acompañado de dulzainas que tocan jotas. La gente baila estas jotas durante el recorrido y dentro de la iglesia, hasta que comienza la ofrenda. La ceremonia termina con todos los asistentes cantando una Salve.
La Fiesta Mayor
El día principal de la fiesta es el 8 de septiembre. La celebración comienza al amanecer con fuegos artificiales y un desfile de la banda de música. La banda recorre las calles para despertar al pueblo, acompañada por los jóvenes que suelen haber pasado la noche sin dormir. Terminan en la Plaza Mayor con un baile llamado "baile de las brujas".
Por la tarde, la imagen de la Virgen sale en procesión. Recorre la Plaza Mayor y la calle de la Media Luna hasta regresar a la iglesia. Esta procesión es especial porque los hombres del pueblo, vestidos de blanco con faja y pañuelo rojo, bailan jotas frente a la Virgen durante todo el recorrido. La procesión entra al templo por la Puerta del Perdón, que solo se abre durante las fiestas. Los asistentes también bailan jotas dentro de la iglesia hasta que la imagen vuelve a su lugar en el altar.