Sebastián de Aparicio para niños
Datos para niños Beato Sebastián de Aparicio |
||
---|---|---|
![]() |
||
Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Sebastián de Aparicio Prado | |
Nacimiento | 20 de enero de 1502 La Gudiña, España |
|
Fallecimiento | 25 de febrero de 1600![]() |
|
Sepultura | Puebla | |
Religión | Iglesia latina | |
Información profesional | ||
Ocupación | Misionero, religioso cristiano y arriero | |
Información religiosa | ||
Beatificación | 17 de mayo de 1789. | |
Canonización | No | |
Festividad | 25 de febrero | |
Atributos | Una carreta tirada por dos bueyes | |
Patronazgo | Transportes terrestres | |
Orden religiosa | Orden de Frailes Menores | |
Sebastián de Aparicio Prado (nacido el 20 de enero de 1502 en La Gudiña, España, y fallecido el 25 de febrero de 1600 en Puebla de los Ángeles, Nueva España) fue un religioso de la Orden Franciscana de origen español. Fue reconocido como beato el 17 de mayo de 1789 por su importante labor en Nueva España a principios del siglo XVI.
Contenido
La vida de Sebastián de Aparicio
Sebastián de Aparicio tuvo una vida muy interesante, llena de viajes y trabajo duro, primero como agricultor y luego como religioso.
¿Cómo llegó Sebastián de Aparicio a Nueva España?
En 1533, Sebastián de Aparicio salió de Sanlúcar de Barrameda, España, y llegó al puerto de Veracruz en Nueva España (lo que hoy es México). Gracias a un permiso especial, obtuvo beneficios como la reducción de impuestos. Esto ayudaba a los inmigrantes a establecerse en su nueva tierra, siempre que invirtieran parte de sus ganancias en propiedades.
Sus primeros trabajos en Puebla
Cuando llegó, Puebla era un lugar pequeño con muchos inmigrantes europeos. Había muchos caballos y vacas sueltos por los campos. Sebastián, que era agricultor, se dedicó a capturar y domar a estos animales. Por esta razón, se le considera el "primer charro" de América.
El inicio del transporte en México
En esa época, la gente usaba a los indígenas para transportar mercancías en sus espaldas. Sebastián se dio cuenta de que esto era muy pesado. Recordó las carretas de su tierra natal y decidió construirlas. Se asoció con un carpintero y juntos crearon las primeras carretas en la región.
También pidió permiso para mejorar los caminos existentes. Así, Sebastián de Aparicio abrió el primer servicio de transporte con ruedas en México. Esto facilitó mucho el comercio y el movimiento de personas.
Su vida en la Ciudad de México y como hacendado
En 1542, Sebastián se mudó a la Ciudad de México. Allí abrió un camino importante entre la capital y las minas de Zacatecas. Su negocio de transporte prosperó, y se hizo amigo de los pueblos indígenas por donde pasaba.
En 1552, vendió sus carretas y compró tierras. Se convirtió en un hacendado, es decir, un dueño de grandes extensiones de tierra. Fundó la Hacienda de San Nicolás, que hoy es una zona habitacional y una estación de metro.
La tradición del Día de Muertos
Se cree que en su hacienda, Sebastián de Aparicio ayudó a proteger y a que creciera la celebración del Día de Muertos. Él unió las tradiciones de sus trabajadores indígenas de honrar a sus antepasados con las celebraciones católicas del Día de Todos Los Santos y el Día de los Fieles Difuntos.
Su vida personal y religiosa
Sebastián se casó dos veces, pero lamentablemente sus esposas fallecieron poco tiempo después de las bodas. No tuvo hijos.
Después de enviudar, decidió dedicarse a la vida religiosa. Quiso unirse a la Orden Franciscana. Para demostrar su vocación, primero trabajó como sirviente en un convento de monjas. En 1573, donó todas sus propiedades a la orden.
El 9 de junio de 1574, se convirtió en novicio franciscano. Estuvo en el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco, donde comenzó la tradición de bendecir vehículos nuevos, una costumbre que duró hasta 1962.
El 13 de junio de 1575, hizo sus votos y se convirtió en fraile. Fue enviado al convento de Santiago de Tecali de Herrera, cerca de Puebla. Allí, su trabajo era recolectar limosnas, lo que lo llevó a recorrer muchos caminos en los estados de Puebla, Tlaxcala, Veracruz y México.
Sebastián de Aparicio falleció el 25 de febrero de 1600. Muchas personas asistieron a su entierro.
Su reconocimiento como beato
El rey Felipe III de España pidió en 1603 que se iniciara el proceso para reconocer la santidad de Sebastián de Aparicio. Un año después, se envió una biografía sobre él.
Los creyentes de la época pensaban que Sebastián tenía las cualidades necesarias para ser considerado un santo. Aunque se le atribuyen muchos milagros, su proceso de canonización (ser declarado santo) aún no ha terminado. Sin embargo, fue beatificado por el Papa Pío VI el 17 de mayo de 1789.
¿Por qué es importante hoy?
En su pueblo natal, La Gudiña en España, y en Puebla, donde se encuentran sus restos, se le considera el patrón de los automóviles y los transportes terrestres. Es común que se bendigan vehículos en su honor.
Su cuerpo, a más de 400 años de su fallecimiento, se exhibe en una urna de cristal en el Templo de San Francisco en la Ciudad de Puebla.