Rogelio Fernández Güell para niños
Datos para niños Rogelio Fernández Güell |
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Información personal | ||
Nacimiento | 4 de mayo de 1883![]() |
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Fallecimiento | 15 de marzo de 1918![]() |
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Nacionalidad | Costarricense | |
Lengua materna | Español | |
Familia | ||
Padres | Federico Fernández Oreamuno Carmen Güell Pérez |
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Familiares | Próspero (tío), Pacífica Fernández Oreamuno (tía) y Tomás Soley Güell (primo) | |
Información profesional | ||
Ocupación | Político, escritor, poeta y periodista | |
Rogelio Fernández Güell (nacido en San José, Costa Rica, el 4 de mayo de 1883 y fallecido en Buenos Aires, Costa Rica, el 15 de marzo de 1918) fue un importante político, escritor, poeta y periodista costarricense. Es recordado por su defensa de la libertad y la justicia en su país.
Vida y Obra de Rogelio Fernández Güell
¿Quién fue Rogelio Fernández Güell?
Rogelio Fernández Güell nació en una familia con raíces españolas y cubanas. Su padre, Federico Fernández Oreamuno, era gobernador de San José cuando él nació, y su tío, Próspero Fernández Oreamuno, fue presidente de Costa Rica. Desde joven, Rogelio mostró un gran interés por la lectura, devorando los libros de la biblioteca de su padre, que incluía obras de famosos autores franceses como Victor Hugo. También memorizó muchos pasajes de Don Quijote de la Mancha, lo que influyó en sus escritos posteriores. Era primo del reconocido economista e historiador costarricense Tomás Soley Güell.
Sus Inicios en el Periodismo
Aunque dejó la secundaria, Rogelio Fernández Güell comenzó su carrera periodística muy joven. A los 17 años, publicó un artículo llamado «Los quijotes de mi tierra» en el periódico El Tiempo, usando el seudónimo «Sansón Carrasco». Este artículo criticaba a algunos políticos de la época, lo que le causó problemas y lo llevó a la cárcel junto al director del diario.
Desde la prisión, Rogelio siguió escribiendo, publicando una serie de artículos titulados «Elecciones» en el diario El Día. En ellos, defendía el derecho al voto y animaba a la gente a participar en las elecciones. Su corta edad le ayudó a salir pronto de la cárcel, y así comenzó su activa vida como periodista político.
Un Defensor de la Libertad
Con el tiempo, Fernández Güell trabajó para el periódico El Derecho, donde sus escritos estaban llenos de críticas al sistema político. Usando el seudónimo «Pascual», se convirtió en un gran polemista, debatiendo con figuras importantes de su tiempo.
A los 19 años, Rogelio defendió con fuerza el sistema republicano, que busca que el pueblo sea soberano y que las leyes protejan la libertad. Él creía que las leyes de una Constitución son como joyas preciosas que no deben romperse, porque cada una es vital para la libertad de la nación. Por esta razón, más tarde se opondría firmemente a la dictadura de Federico Tinoco Granados.
En 1902, Rogelio publicó un libro con poemas, incluyendo «El dolor supremo». Ese mismo año, sufrió un ataque en el Parque Central de San José por parte de algunos militares a quienes había criticado. Le hirieron la mano y el brazo derechos, pero esto no lo detuvo. Aprendió a escribir con la mano izquierda y siguió publicando sus ideas.
Viajes y Nuevas Ideas
En 1904, Rogelio Fernández Güell viajó a España, donde conoció a escritores como Benito Pérez Galdós. En Madrid, escribió muchos poemas con un estilo modernista.
Más tarde, en Barcelona, conoció a Rosa Serratocó Soley, con quien se casó en 1906. Ese mismo año, la pareja se mudó a México. Allí, Rogelio trabajó en el Observatorio Astronómico y luego fue cónsul de México en Baltimore, Estados Unidos. Durante este tiempo, se interesó mucho por el espiritismo y la teosofía, escribiendo obras sobre estos temas.
En 1910, comenzó la Revolución mexicana. Rogelio Fernández Güell admiraba al líder Francisco I. Madero, quien se convertiría en presidente de México. Rogelio escribió una crónica detallada sobre estos eventos y un ensayo sobre Madero. También fundó el periódico La Época y la revista filosófica Helios.
Fue nombrado director de la Biblioteca Nacional de México, siendo el único extranjero en ocupar ese puesto. Sin embargo, en 1913, tras el asesinato del presidente Madero, Rogelio y su familia tuvieron que huir de regreso a Costa Rica.
Regreso a Costa Rica y Lucha Política
En abril de 1913, después de más de nueve años fuera, Rogelio Fernández Güell regresó a San José. Rápidamente se involucró de nuevo en la política, publicando artículos en el diario El Republicano bajo diferentes seudónimos.
Una de sus luchas más importantes fue contra la pena de muerte. Rogelio creía que esta práctica era un signo de atraso en la sociedad y que todas las personas podían mejorar. Gracias a su esfuerzo y el de otros, Costa Rica eliminó la pena de muerte.
Cuando su amigo Alfredo González Flores asumió la presidencia, le ofreció un puesto diplomático, pero Rogelio lo rechazó, prefiriendo trabajar en su país. En 1915, el presidente González Flores le dio la dirección de un nuevo periódico, El Imparcial, para contrarrestar a otros diarios que se oponían al gobierno.
Diputado y Oposición a la Dictadura
En 1917, Rogelio Fernández Güell fue elegido diputado durante el gobierno de su amigo Federico Tinoco. Participó en la redacción de una nueva Constitución para Costa Rica. Aunque logró que se mantuviera la abolición de la pena de muerte, se sintió decepcionado cuando no se aprobó el voto directo para elegir a los gobernantes. Por esta razón, se retiró de la asamblea y expresó su desacuerdo en el diario El Imparcial.
El gobierno de Tinoco, que se había convertido en una dictadura, no perdonó su oposición. En julio de 1917, el periódico El Imparcial fue cerrado. Rogelio Fernández Güell se convirtió en un enemigo declarado del régimen de Tinoco, que anuló muchas libertades.
A pesar de ser perseguido por la policía, Rogelio siguió escribiendo. En su último trabajo, Testamento literario, lamentó no haber podido reunir todos sus escritos. Su vida se convirtió en un ejemplo de la lucha contra el poder, y aunque tuvo poco apoyo, eligió el camino de la resistencia.
El Trágico Final
Asesinato de Rogelio Fernández Güell
La persecución de Rogelio Fernández Güell por parte del gobierno de Tinoco se intensificó. Tuvo que huir, buscando refugio en casas de amigos y disfrazándose. Con un pequeño grupo de hombres sin experiencia militar, decidió enfrentarse al ejército de Tinoco. Intentaron escapar hacia el sur, hacia Panamá.
Después de 20 días de viaje a pie y a caballo, llegaron a la aldea de Buenos Aires el 15 de marzo de 1918. Sin saberlo, les esperaban cincuenta hombres armados enviados por el gobierno. Se desató un tiroteo. Rogelio Fernández Güell fue herido gravemente en una rodilla. Un hombre al servicio de los Tinoco lo encontró y, a pesar de sus palabras, le disparó varias veces, acabando con su vida. Otros compañeros también fallecieron en el enfrentamiento.
El periodista y maestro salvadoreño Marcelino García Flamenco, que daba clases en la aldea, fue testigo de los hechos. Ocultó a sus alumnos y luego se dirigió al lugar, donde los asesinos le permitieron tomar notas. Marcelino García se horrorizó por la brutalidad y, al día siguiente, enseñó a sus alumnos sobre la importancia de la justicia y la condena de la violencia. Poco después, Marcelino García también sería asesinado por su oposición a la dictadura.
Homenaje Póstumo
Años después, cuando la dictadura de los Tinoco había terminado, los restos de Rogelio Fernández Güell y sus compañeros fueron trasladados a San José. Se les rindió un homenaje en la Catedral Metropolitana, con la presencia del presidente de la República. Fueron sepultados en un mausoleo en el Cementerio Central, donde más tarde también se depositaron los restos de Marcelino García Flamenco.
Rogelio Fernández Güell fue miembro de la masonería, una sociedad discreta que promueve valores como la fraternidad y el progreso. Su logia, Hermes N.º 7, fue clave en el traslado y homenaje de sus restos.
Legado de Rogelio Fernández Güell
Reconocimiento a un Héroe
Rogelio Fernández Güell es considerado uno de los grandes defensores de la democracia en Costa Rica y un mártir de la causa republicana. Su figura ha sido rescatada del olvido como un ejemplo de valentía y compromiso con los principios de libertad.
Nombres en su Honor
En su honor, la Avenida Central de la ciudad de San José lleva su nombre. También hay instituciones educativas que lo recuerdan: el Centro Educativo Rogelio Fernández Güell en Ciudad Colón y la escuela Rogelio Fernández Güell en Buenos Aires, el lugar donde fue asesinado.
Obras Destacadas
Entre sus obras más importantes se encuentran:
- Lux et umbra (novela, 1911)
- El moderno Benito Juárez. Estudio sobre la personalidad de Francisco I. Madero (ensayo, 1910)
- Psiquis sin velo (doctrinas esotéricas, 1912)
- Episodios de la Revolución mexicana (crónica, 1915)
- Plus ultra (ensayo, 1917)