Rechazo del Paraguay a la Junta de Buenos Aires para niños
La Provincia del Paraguay no aceptó las órdenes de la Junta de Buenos Aires en 1810. Esto llevó a que Paraguay se volviera independiente de hecho ese mismo año.
Datos para niños Rechazo del Paraguay a la Junta de Buenos Aires |
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Resultado | Autonomía de hecho de la Provincia del Paraguay |
En 1810, España estaba en una situación difícil, luchando contra las tropas de Napoleón Bonaparte. En Buenos Aires, el 25 de mayo de 1810, se formó un nuevo gobierno llamado Junta Provisional Gubernativa. Este gobierno quería mantener el control sobre el Virreinato del Río de la Plata en nombre del rey Fernando VII, hasta que la situación en España se aclarara.
La Junta de Buenos Aires envió mensajes a otras ciudades y pueblos del virreinato, explicando por qué habían tomado el gobierno. También pidieron que las ciudades enviaran representantes para formar un gobierno más grande. Sin embargo, la Provincia del Paraguay, en una reunión especial, decidió no obedecer a la Junta de Buenos Aires. Esto hizo que la provincia de Paraguay se volviera independiente en la práctica desde 1810.
Contenido
- ¿Qué pasó antes de la decisión de Paraguay?
- La misión de Espínola y Peña
- La gran reunión del 24 de julio de 1810
- El bloqueo y la advertencia de Buenos Aires
- La expedición militar a Paraguay
- La ocupación de Corrientes
- Relaciones de Velasco con los portugueses
- El derrocamiento de Velasco
- Acuerdo entre Paraguay y Buenos Aires
- Galería de imágenes
- Véase también
- Bibliografía citada
¿Qué pasó antes de la decisión de Paraguay?
Durante y después de las invasiones inglesas, los comerciantes de Buenos Aires pudieron comerciar libremente con otros países. Esto fue bueno para Buenos Aires, pero no tanto para otras regiones como el Alto Plata (donde estaba Paraguay).
Los comerciantes de Asunción (la capital de Paraguay) intentaron vender sus productos, como la yerba mate, a un precio más alto para ganar más dinero. Esto no les gustó a los comerciantes de Buenos Aires, quienes tenían más influencia sobre las autoridades de la época. Esta situación creó desconfianza y recelo en Paraguay hacia la poderosa ciudad de Buenos Aires.
La misión de Espínola y Peña
Las noticias de la Junta de Buenos Aires llegaron a Asunción en mayo de 1810, llevadas por José de Espínola y Peña. Él era un militar que ya había tenido problemas con el gobernador de Paraguay, Velasco, por su forma de ser. Espínola era conocido por ser "violento, arrogante y ambicioso", y "el más odiado por los paraguayos".
A pesar de esto, la Junta de Buenos Aires lo envió para convencer a Paraguay de unirse a ellos. Espínola también llevaba un nombramiento secreto para ser el nuevo comandante general de Paraguay.
En su viaje, Espínola fue a varios pueblos, como la Villa del Pilar, y presionó a las autoridades locales para que reconocieran a la Junta de Buenos Aires. También intentó reclutar soldados para enviarlos a Buenos Aires o para tener apoyo militar en Paraguay.
Cuando llegó a Asunción el 21 de junio, entregó los documentos al gobernador Velasco, pero ocultó su nombramiento secreto. Velasco se enteró de las intenciones secretas de Espínola de reemplazarlo. Por eso, le ordenó que se fuera de la ciudad. Espínola no obedeció y escapó en un barco. Velasco lo declaró "mal patriota" y advirtió que cualquiera que lo ayudara sería considerado sospechoso. Así, Velasco dejó claro que su autoridad era tan importante como la de la Junta de Buenos Aires.
La gran reunión del 24 de julio de 1810
El 26 de junio de 1810, el gobernador Velasco convocó a una reunión en Asunción para decidir qué hacer. Se acordó que, como era un asunto muy importante para toda la provincia, se debía consultar a muchas personas: el clero (sacerdotes), militares, jueces, y vecinos importantes.
El 28 de junio, Velasco convocó a una gran asamblea para el 4 de julio, pero la pospuso hasta el 24 de julio para que pudieran asistir representantes de toda la provincia. El 17 de julio, Velasco y el Cabildo (gobierno local) informaron a la Junta de Buenos Aires que harían esta asamblea para tomar una decisión.
El 24 de julio, la reunión se llevó a cabo en el Real Colegio de San Carlos. Asistieron más de 200 personas importantes de toda la provincia. Después de escuchar las noticias de España y las recomendaciones del Cabildo de Asunción, la asamblea decidió por unanimidad:
- No unirse a la Junta de Buenos Aires, pero mantener una relación amistosa.
- Jurar obediencia al Consejo de Regencia de España e Indias, que representaba al rey Fernando VII en España.
- Prepararse para defender la provincia si había una posible invasión de Portugal.
Después de jurar lealtad al rey Fernando VII, la asamblea terminó. Velasco y el Cabildo informaron a Buenos Aires el 27 de julio sobre las decisiones. También se publicó un anuncio para que la gente supiera lo que se había decidido y evitar discusiones. El 30 de julio, Velasco llamó a todos los paraguayos a alistarse para defender la patria, creando un grupo militar bajo su mando.
El bloqueo y la advertencia de Buenos Aires
A principios de agosto, la Junta de Buenos Aires, antes de saber lo que se había decidido en Asunción, bloqueó las comunicaciones con Paraguay. También intentó que grupos paraguayos que apoyaban a Buenos Aires se levantaran contra el gobernador Velasco.
El 18 de agosto, la Junta de Buenos Aires envió una advertencia final a Velasco, al Cabildo y al obispo de Paraguay. Creían que la negativa de Paraguay a unirse a ellos era solo culpa de Velasco. Le pidieron que se uniera a Buenos Aires y permitiera que el pueblo decidiera libremente. Si Velasco no lo hacía, sería "responsable ante Dios y el Rey de los males que se preparan".
Mientras tanto, Espínola, quien había regresado a Buenos Aires, convenció a la Junta de que una expedición militar a Paraguay tendría el apoyo de muchos paraguayos.
Aunque la asamblea del 24 de julio había decidido prepararse para una posible invasión portuguesa, las acciones de la Junta de Buenos Aires en agosto hicieron que Paraguay se preparara para una posible invasión desde el sur. En septiembre de 1810, Velasco dejó el mando en manos del Cabildo, cerró el puerto y preparó barcos para la defensa. También se ordenó a los militares que alistaran tropas.
El 8 de septiembre, llegó a Asunción una noticia de la Real Audiencia de Charcas (otra región), diciendo que no reconocían a la Junta de Buenos Aires. Esto fue publicado y fortaleció la posición de Paraguay.
La expedición militar a Paraguay
La Junta de Buenos Aires tenía información detallada sobre las fuerzas militares de Paraguay. Espínola les había dicho que con una pequeña fuerza sería suficiente para cambiar el gobierno en Asunción. Por eso, la Junta formó un ejército y nombró a Manuel Belgrano como su comandante. El 22 de septiembre de 1810, Belgrano recibió la orden de ir a Paraguay.
Las instrucciones de la Junta a Belgrano eran muy claras: si había resistencia armada, el obispo, el gobernador y otros líderes de Paraguay serían castigados. Belgrano se dio cuenta de que su misión no sería de "ayudador" sino de "conquistador". Pidió más refuerzos y dijo que a los paraguayos, ahora enemigos, solo se les podía "convencer a fuerza de balas".
Las fuerzas de Belgrano fueron derrotadas en las bat batallas de Paraguarí y Tacuarí por las milicias de Paraguay, lideradas por Manuel Cabañas y Fulgencio Yegros. Estas victorias hicieron que los comandantes paraguayos se dieran cuenta de su propia fuerza.
Después de su derrota, Belgrano hizo algunas propuestas a Cabañas, diciendo que el objetivo de la invasión no era conquistar Paraguay, sino ayudarlo a progresar. Sin embargo, en sus comunicaciones secretas con la Junta de Buenos Aires, Belgrano decía que era necesario "conquistar a los salvajes paraguayos" y "a esa canalla" para someterlos más fácilmente. Cabañas le respondió a Belgrano que no tenía autoridad para aceptar sus propuestas.
Los historiadores dicen que Belgrano era demasiado optimista sobre la posibilidad de que los paraguayos se unieran a la Junta de Buenos Aires. Los líderes paraguayos, como Cabañas y Yegros, solo querían la paz y la amistad entre las dos provincias, pero no obedecer a la Junta de Buenos Aires.
Después de la derrota de Belgrano, Velasco nombró a Fulgencio Yegros como teniente gobernador de Misiones.
La ocupación de Corrientes
Para evitar otro ataque a Paraguay, el 7 de abril de 1811, una flotilla paraguaya ocupó el puerto de Corrientes y tomó ocho barcos. El 17 de abril, llegaron barcos de Montevideo con armas y oficiales. El comandante paraguayo, Jaime Ferrer, exigió al gobierno de Corrientes que se declarara aliado de Paraguay. El gobierno de Corrientes entregó la ciudad a Ferrer, quien la ocupó el 19 de abril.
El nuevo comandante de Corrientes, Blas José de Rojas Aranda, lanzó un mensaje contra la Junta de Buenos Aires, diciendo: "Paraguayos somos; no esperemos que unos salteadores enemigos de nuestro idolatrado Fernando nos imponga con ardides un yugo vergonzoso".
Muchos historiadores creen que uno de los objetivos de la invasión de Belgrano era reclutar a la fuerza a los habitantes de Paraguay para debilitar a la provincia y fortalecer el ejército de Buenos Aires.
El 30 de mayo, el gobierno de Asunción ordenó desocupar Corrientes, buscando terminar las diferencias con Buenos Aires de forma pacífica.
Relaciones de Velasco con los portugueses
Después de que la asamblea del 24 de julio le recomendara tomar medidas contra una posible invasión portuguesa, Velasco se comunicó amistosamente con el comandante portugués de las Misiones Orientales. Sin embargo, el comandante portugués, Diego de Souza, desconfió de los preparativos militares de Velasco.
Después de la batalla de Paraguarí, Velasco y Cabañas pidieron ayuda militar a Diego de Souza. Souza les ofreció entre 800 y 1000 soldados. Velasco le respondió que esperaba que, con la unión de las tropas paraguayas y portuguesas, "toda la América del Sur no es capaz de quitar los territorios de mi mando de la dominación del Señor Don Fernando Séptimo".
El 22 de marzo de 1811, Souza se enteró de la derrota de Belgrano en Tacuarí y felicitó a Velasco, ofreciéndole una reunión para coordinar planes. Velasco le manifestó a un enviado portugués que quería ponerse "a los pies de la Serenísima Señora Doña Carlota", quien era una princesa portuguesa que reclamaba derechos al trono español.
El 13 de mayo, Velasco convocó al Cabildo y al obispo para considerar la oferta de ayuda portuguesa. Aunque aceptaron la ayuda, Velasco se opuso a la entrada de tropas portuguesas en la provincia por el momento, pero pidió una ayuda económica de 25.000 pesos.
El derrocamiento de Velasco
Ante la inminente invasión portuguesa y el rumor de que Velasco estaba al tanto de planes secretos, los oficiales Pedro Juan Caballero e Ignacio Iturbe tomaron el cuartel la noche del 14 de mayo. Como Cabañas y Yegros no estaban, el doctor José Gaspar Rodríguez de Francia lideró el golpe. El gobernador Velasco tuvo que aceptar compartir el gobierno con dos personas más.
El 1 de junio, se recibió una orden secreta de un embajador español, que decía que "por ningún motivo se permitiera que tropas portuguesas pisaran la provincia". Como Velasco siguió comunicándose con los portugueses, fue detenido el 9 de junio de 1811.
El 17 de junio de 1811, se reunió un Congreso que decidió "No reconocer otro soberano que Fernando VII y sostener los derechos, libertad, defensa e indemnidad de esta provincia". Velasco, que ya estaba preso, fue destituido. Se le acusó de entenderse con el gobierno de Montevideo y de negociar con los portugueses para defender la monarquía, incluso si eso significaba depender del Imperio portugués. El Congreso nombró una nueva junta de gobierno, presidida por Fulgencio Yegros.
Acuerdo entre Paraguay y Buenos Aires
El 20 de julio de 1811, el gobierno paraguayo envió una nota a la Junta de Buenos Aires, informando que la Provincia del Paraguay se gobernaría por sí misma y defendería la causa del rey Fernando VII. La Junta de Buenos Aires respondió el 28 de agosto de 1811, aceptando el autogobierno paraguayo: "Si es la voluntad decidida de esa provincia gobernarse por sí y con independencia del gobierno provisional, no nos opondremos a ello".
El 12 de octubre de 1811, se firmó un Tratado de Amistad, Auxilio y Comercio con los enviados de Buenos Aires, Manuel Belgrano y Vicente Anastasio de Echevarría. Este tratado confirmó la autonomía de la Provincia del Paraguay hasta que se realizara un congreso general para decidir la forma de gobierno. Rodríguez de Francia fue elegido como representante para ese congreso, pero no viajó.
El río Paraná se estableció como el límite provisional entre Paraguay y Buenos Aires.
Galería de imágenes
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Cabildo de Asunción (1537-1811).
Véase también
Bibliografía citada
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