Rebelión guajira de 1769 para niños
Datos para niños Rebelión guajira de 1769 |
||||
---|---|---|---|---|
![]() Mapa de La Guajira en 1769.
|
||||
Fecha | 1769-1776 | |||
Lugar | Riohacha y península de la Guajira | |||
Resultado | Indeciso | |||
Consecuencias | Fundación de varios fuertes fronterizos por los españoles, muchos de ellos abandonados en una revuelta de 1779 | |||
Cambios territoriales | Tribus de la Guajira se mantienen independientes | |||
Beligerantes | ||||
|
||||
La Rebelión guajira de 1769 fue un importante levantamiento de los pueblos indígenas en la península de la Guajira. Ocurrió contra las autoridades del Imperio español y buscaba defender la autonomía de estas comunidades.
Contenido
¿Qué causó la Rebelión Guajira de 1769?
Los pueblos guajiros y su historia
Los wayúu, a quienes los españoles llamaban guajiros, llegaron a la península de la Guajira alrededor del año 150 a. C. Eran parte de las migraciones de los arahuacos, que comenzaron en la Amazonia y llegaron hasta las Antillas. Poco a poco, los wayúu se establecieron en la península, conviviendo con otros pueblos como los caquetíos y los paraujanos.
La península estaba dividida en varias zonas, y cada una tenía su propio nivel de independencia frente a los españoles. Los arriberos, que vivían en el norte, tenían poca influencia de las ciudades españolas y se dedicaban al comercio con comerciantes de otros países. Cada clan wayúu tenía su propio líder, llamado cacique, que manejaba el poder económico y político. No existía un único líder para todos los wayúu.
En 1769, se estimaba que la población indígena de la Guajira era de 30.000 a 40.000 personas. De ellos, hasta 10.000 podrían ser hombres adultos listos para defender su territorio.
La presencia española en la Guajira
La presencia del gobierno español era débil en la costa caribeña de la Nueva Granada. La ciudad de Riohacha era un punto fronterizo que siempre estaba bajo la amenaza de ataques de piratas, personas que habían escapado de la esclavitud y los propios indígenas. Durante mucho tiempo, los españoles solo controlaban los alrededores de Riohacha.
Los wayúu nunca fueron completamente conquistados por los españoles. Esto se debía a que los colonos de Riohacha no tenían suficientes recursos y el gobierno colonial no le daba mucha importancia a la zona. Además, los wayúu aprendieron rápidamente a usar caballos y armas de fuego. También usaban la falta de alimentos y agua en la región para dificultar el avance de cualquier ejército invasor.
Los wayúu se resistían a ser forzados a trabajar en los bancos de perlas. A pesar de su resistencia, los wayúu tampoco lograron expulsar a los colonos de Riohacha. Esto se debía a que estaban divididos en diferentes tribus y nunca tuvieron un líder que los uniera a todos.
A lo largo del siglo XVIII, los wayúu se levantaron varias veces contra los españoles. Algunas de estas revueltas ocurrieron en 1701, 1727, 1741, 1757, 1761 y 1768. Sin embargo, durante la mayor parte de este siglo, las relaciones entre wayúu y españoles fueron pacíficas. Incluso se formaron lazos familiares y culturales entre ellos.
Misioneros capuchinos en la región
Una medida importante del gobierno español fue enviar misioneros capuchinos a la zona desde 1694. La idea era que los indígenas se asentaran en pueblos y adoptaran las costumbres españolas. En 1701, los capuchinos fueron expulsados por los indígenas, pero regresaron años después.
Los misioneros intentaron establecer pueblos, pero a menudo los indígenas se negaban a recibirlos. Algunos religiosos pensaron que para que los indígenas se asentaran, primero debían ser conquistados por la fuerza.
Campañas militares antes de la rebelión
Los primeros planes para pacificar a los indígenas comenzaron en 1719. En 1761, el comandante de Riohacha, Bernardo Ruiz de Noriega, inició una serie de campañas para controlar a los wayúu. Fundó pueblos y firmó acuerdos de paz. Estos acuerdos obligaban a los líderes indígenas a aceptar la religión católica, recibir a los misioneros y seguir las leyes españolas.
La campaña de Ruiz de Noriega usó tres grupos de soldados que sumaban 1.000 hombres. Salieron de diferentes ciudades como Maracaibo y Riohacha. El gobernador podía repartir tierras e indígenas capturados, lo que causó problemas entre los colonos. Algunos de ellos, que estaban involucrados en el comercio no autorizado, intentaron sabotear la campaña.
Finalmente, en julio de 1762, el virrey ordenó detener la campaña contra los wayúu. Sin embargo, Ruiz de Noriega continuó sus operaciones contra otras tribus en los años siguientes.
El inicio de la Rebelión Guajira de 1769
Los indígenas solo se levantaban en armas cuando sentían que las autoridades españolas los trataban de forma injusta. En 1769, esto volvió a ocurrir. El nuevo gobernador de Riohacha, Gerónimo de Mendoza, envió soldados contra los indígenas cocinas. Sin embargo, los soldados atacaron a los wayúu, que en ese momento estaban en paz.
Además, el gobernador quería construir fortificaciones dentro de la península. Para conseguir trabajadores para las fortificaciones de Cartagena de Indias, las autoridades españolas en Riohacha capturaron a 22 wayúu. El 2 de mayo de 1769, los wayúu reaccionaron. Atacaron el pueblo de El Rincón, cerca de Riohacha, donde algunas personas perdieron la vida y la iglesia fue dañada.
El cabo José Antonio de Sierra, quien había liderado la captura de los wayúu, fue enviado con 25 soldados para rescatar al sacerdote del pueblo. Pero los indígenas lo reconocieron y lo atacaron en la casa del religioso. Los indígenas prendieron fuego a la vivienda, y el cabo Sierra y 8 de sus hombres fallecieron.
Pronto, muchas poblaciones de la región cayeron en manos de los rebeldes. Cerca de cien españoles perdieron la vida. Los indígenas capturaron muchos animales y prisioneros, llevándolos a la Alta Guajira. Los misioneros fueron expulsados. Los indígenas solo atacaban cuando tenían una gran ventaja numérica.
Fueron destruidos unos 70 pueblos. Solo Riohacha resistió, convirtiéndose en el último refugio de los colonos. El gobernador pidió ayuda a Cartagena, Santa Marta, Maracaibo y Valledupar.
Mientras tanto, los indígenas comenzaron a dividirse. Los parientes wayúu del cabo Sierra, que era mestizo, decidieron vengarlo. Esto llevó a un gran enfrentamiento entre diferentes grupos indígenas. Estas divisiones y la llegada de refuerzos españoles hicieron que la revuelta se fuera calmando poco a poco.
La campaña del brigadier Arévalo
En 1771, el gobierno colonial ordenó organizar una expedición para castigar a los wayúu. Se reunieron en Riohacha 700 soldados y 340 milicianos. El coronel José Benito Encio, al mando de las tropas, se enteró de que más de 6.000 indígenas armados lo esperaban cerca de la ciudad. Se dio cuenta de que no tenía suficiente fuerza y pidió más soldados.
El virrey Manuel Guirior insistió en pacificar la zona. Encio fue reemplazado por el brigadier Antonio de Arévalo. Para 1774, los enfrentamientos habían disminuido. Arévalo estableció pueblos españoles en lugares importantes de la Guajira. El primero fue San José de Bahía Honda, en la costa norte de la península, en 1772.
Arévalo negoció con líderes indígenas y fundó más pueblos. El problema era que los pueblos que fundaba Arévalo incluían a varios clanes a la vez, muchos de ellos enfrentados entre sí. Además, no había suficiente agua, lo que dificultaba la vida en estos asentamientos.
Para 1775, se habían fundado o planeado cuatro pueblos de colonos con pequeñas guarniciones. Con esta política, el interés de los españoles se movió hacia el noroeste del lago Maracaibo. Esto hizo que Maracaibo y Riohacha unieran fuerzas para controlar a los wayúu y atraer a más colonos españoles.
Esta colonización provocó la resistencia de los indígenas. En esta zona, no solo había wayúu, sino también otras etnias. Los cocinas, por ejemplo, se dedicaban a robar a los españoles y estaban en conflicto con ellos y con los wayúu. Arévalo decidió concentrar sus fuerzas en someter a los cocinas.
Ese mismo año, las autoridades españolas fundaron un pueblo en Apiesi, en el extremo norte de la península. Esto permitiría detener el comercio no autorizado de armas de fuego con los indígenas. Los indígenas de la zona se opusieron fuertemente, liderados por el jefe Arguasi. El 30 de enero de 1776, un ejército indígena atacó el nuevo pueblo. La guarnición española logró rechazarlos, pero sufrieron muchas bajas. Los indígenas también atacaron al fraile capuchino Buenaventura de Benifairo, quien perdió la vida, y destruyeron el pueblo.
Con esto, Bahía Honda quedó aislada. Los ataques a la villa continuaron en los meses siguientes. La situación era tan difícil que se tuvo que pedir ayuda constantemente a otras ciudades. Los capuchinos, asustados, abandonaron sus misiones para refugiarse en otras ciudades.
El gobernador interino de Riohacha, José Galluzo y Páez, quería luchar más contra los indígenas. Arévalo fue puesto al mando de la pacificación. Su plan era defender Riohacha, Bahía Honda y otros pueblos, para luego pasar a la ofensiva. Organizó 500 soldados que viajaron por tierra y mar, atacando a los indígenas a su paso. Fundaron un nuevo asentamiento llamado Santa Ana de Sabana del Valle.
¿Cuáles fueron las consecuencias de la Rebelión Guajira?
Los wayúu no fueron sometidos por completo. En 1779, los enfrentamientos se reanudaron, y los españoles tuvieron que abandonar Bahía Honda y la idea de conquistar el norte de la península. El sistema de defensa se estableció en la ruta entre Riohacha y otros puntos clave. La participación española en la guerra de Independencia de los Estados Unidos redujo los recursos que la Corona podía enviar.
Irónicamente, esto obligó a las autoridades españolas a obtener armas y suministros de comerciantes no autorizados. Para 1790, la península fue "abandonada a los indígenas y a sus aliados". Esto hizo que el comercio no autorizado creciera mucho.
Décadas después, las nuevas repúblicas que surgieron en la región tuvieron políticas diferentes hacia los wayúu. Un decreto de Simón Bolívar en 1821 ordenaba devolver tierras a los nativos y abolir ciertos impuestos. Sin embargo, otras políticas buscaban dividir las tierras comunales indígenas.
En resumen, la rebelión tuvo como resultado que los wayúu fortalecieran su autonomía como pueblo. Los pueblos indígenas y las misiones capuchinas desaparecieron, y los españoles se retiraron al sur de ciertos ríos. La península se convirtió en un lugar donde los wayúu pudieron mantener su identidad cultural.
Véase también
- Rebelión de Santa Marta