Pliego de mortaja para niños
El Pliego de Mortaja o Pliego de Providencia era un documento muy importante y secreto que usaban los reyes de España. Este documento contenía los nombres de tres personas que el Rey había elegido como posibles sucesores para gobernar las colonias en América, en caso de que el Virrey principal falleciera o no pudiera seguir en su cargo por una enfermedad grave.
Este pliego se guardaba con mucho cuidado y solo podía ser abierto por la Real Audiencia (un tribunal importante) si ocurría lo inesperado. Si el Virrey terminaba su periodo de gobierno sin problemas, el pliego se quemaba sin abrir. La persona elegida de este documento asumía el cargo como Virrey temporal. Esta idea fue una novedad de la Casa de Borbón en España, para evitar problemas sobre quién debía gobernar cuando un Virrey dejaba su puesto.
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¿Cómo funcionaba el Pliego de Mortaja?
El Pliego de Mortaja era como un plan de emergencia. Si el Virrey moría o se enfermaba gravemente, la Real Audiencia abría el pliego. En él, el Rey había escrito tres nombres en orden de preferencia. La primera persona disponible en la lista era la que se convertía en el nuevo Virrey, pero solo de forma temporal, hasta que el Rey nombrara a alguien de manera definitiva.
Origen de esta regla
Esta regla fue creada por la familia real de los Borbones en España. Antes de que existiera el pliego, cuando un Virrey moría, a veces había confusiones o discusiones sobre quién debía tomar el mando. Para evitar estos problemas y asegurar una transición suave en el gobierno de las colonias, se decidió implementar este sistema.
El Pliego en el Virreinato del Perú
En el Virreinato del Perú, a este documento se le llamó pliego de sucesión. Su uso fue sugerido por el Virrey Pedro Antonio Fernández de Castro, conocido como el Conde de Lemos. Él notó que hubo muchos problemas cuando los jueces (llamados oidores) tuvieron que gobernar Perú entre 1666 y 1667, después de la muerte del Virrey anterior, el Conde de Santisteban.
La única vez que un Virrey temporal asumió el poder en Perú gracias a un pliego de sucesión fue en 1710. Esto sucedió cuando falleció el Virrey Manuel de Oms y de Santa Pau, marqués de Castell-dos-Rius. En su pliego aparecían tres nombres:
- D. Juan González de Santiago, Obispo del Cuzco.
- D. Antonio de León y Becerra, Obispo de Arequipa.
- D. Diego Ladrón de Guevara, Obispo de Quito.
Como los dos primeros ya habían fallecido, el tercero, Diego Ladrón de Guevara, tuvo que dejar su cargo de obispo y viajar a Lima para convertirse en el nuevo Virrey.
El Pliego en el Virreinato del Río de la Plata
En el Virreinato del Río de la Plata, el pliego de providencia se usó en dos ocasiones:
- En abril de 1797, después de la muerte del Virrey Pedro Melo de Portugal. El primer pliego mencionaba al mariscal Antonio Olaguer Feliú, quien asumió el cargo de Virrey temporal hasta 1799.
- En abril de 1804, tras el fallecimiento del Virrey Joaquín del Pino y Rosas. El nombre que aparecía en el primer pliego era de un oficial que ya había fallecido. Entonces, se abrió el segundo pliego, donde figuraba el brigadier Rafael de Sobremonte. Él fue Virrey temporal hasta octubre de ese año, y luego Virrey titular hasta febrero de 1807. En ese momento, fue destituido por la Real Audiencia de Buenos Aires.
Cuando Sobremonte fue destituido, la Audiencia no tenía más pliegos de providencia. Por eso, nombraron al francés Santiago de Liniers como Virrey. Poco después, el Rey nombró a Pascual Ruiz Huidobro como Virrey, pero cuando llegó su nombramiento, Ruiz Huidobro había sido capturado por los ingleses. Así que se decidió que el militar de mayor rango disponible, que era Liniers, debía tomar el puesto. Finalmente, Liniers fue confirmado como Virrey titular a finales de ese mismo año.