Parque Arqueológico Los Cipreses para niños
El Parque Arqueológico de Los Cipreses es un yacimiento arqueológico de la Cultura argárica, que se encuentra en el municipio de Lorca, en la Región de Murcia, España. Es un asentamiento pequeño y rural que dependía de un poblado argárico mucho más grande, que estaba debajo de la ciudad de Lorca. Es especial porque es uno de los pocos lugares argáricos que se encuentran en una llanura, por eso fue declarado Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Murcia en 2005. Esto significa que es un lugar muy importante que debe ser protegido.
Contenido
¿Qué fue la Cultura Argárica?
La Cultura argárica fue una forma de vida que existió hace mucho tiempo, entre los años 2200 y 1550 antes de Cristo. Se desarrolló en una gran parte del sureste de la península ibérica, en lo que hoy son las provincias de Almería, Murcia, Jaén, Granada, Alicante y Albacete.
Esta cultura se caracterizaba por varias cosas:
- Enterraban a las personas de forma individual dentro de sus propias casas. Al principio usaban cajas de piedra llamadas cistas, y luego grandes vasijas de cerámica, como tinajas.
- Hacían cerámica de muy buena calidad.
- Eran muy buenos trabajando los metales, especialmente el cobre.
Los lugares donde vivían los argáricos dependían mucho del paisaje. Solían estar cerca de fuentes de agua o ríos secos (ramblas), y dominaban las tierras que usaban para la agricultura, la ganadería o la minería. Algunos poblados se construían en colinas o lugares altos, y a veces tenían murallas para protegerse, como en el Cerro de Las Viñas. Otros poblados se asentaban en llanuras o al pie de las montañas, con casas separadas y sin defensas. En la zona de Lorca, se han encontrado ejemplos de estos poblados en llanura, como El Rincón de Almendricos y Los Cipreses.
¿Cómo eran las casas argáricas?
Las casas argáricas tenían formas variadas: podían ser rectangulares, cuadradas, con forma de arco (absidal), trapezoidales o semicirculares. Las paredes exteriores se hacían de piedra y se reforzaban con postes de madera. Las paredes interiores podían ser de adobe (ladrillos de barro) sobre una base de piedra. Las casas no solo eran para vivir, sino también para trabajar. Dentro de ellas se encontraban el fuego para cocinar (el hogar), tinajas para guardar alimentos, telares para hacer tejidos y molinos para moler cereales.
En Los Cipreses, algunas casas tenían muros en forma de arco fuera de la vivienda. Estos muros servían como "paravientos", protegiendo a las personas mientras hacían trabajos al aire libre.
El trabajo del metal en la Cultura Argárica
Los argáricos eran muy hábiles con los metales. Muchos de sus asentamientos estaban cerca de donde se encontraba el cobre en el sureste de España.
El proceso para obtener cobre comenzaba extrayendo el mineral con mazas y martillos de piedra. Luego lo trituraban en morteros y lo fundían en tinajas de arcilla o crisoles de barro. Una vez fundido, el metal se vertía en moldes para darle la forma deseada. Los estudios han demostrado que el cobre natural de esa zona contenía otros metales como arsénico o plomo. Al fundirse juntos, estos metales hacían que los objetos fueran más duros.
En el caso de Los Cipreses y otros asentamientos en Lorca, el cobre se encontraba en las montañas cercanas de Tercia y Enmedio.
La cerámica argárica
La cerámica argárica era de una calidad excepcional. Esto demuestra que tenían mucha habilidad y que había un gran comercio de estas piezas desde los lugares donde se fabricaban. La cerámica se moldeaba a mano y casi nunca tenía dibujos o decoraciones. La superficie exterior se pulía para darle un brillo especial, que era aún más notable en las piezas bruñidas (muy pulidas). Las vasijas de cerámica se usaban para dos cosas principales: como vajilla para comer y cocinar, y como recipientes para los enterramientos.
¿Cómo eran los enterramientos?
Los argáricos enterraban a las personas de forma individual dentro de sus poblados, debajo del suelo de las casas o muy cerca de ellas. Había varios tipos de tumbas: cuevas pequeñas, fosas (agujeros en el suelo), cistas (cajas de piedra) y urnas (grandes vasijas de cerámica).
El cuerpo se enterraba doblado, vestido y con objetos personales. Estos objetos, llamados "ajuar", podían ser herramientas o armas de metal, cerámica y adornos. A veces se encontraban vasijas de cerámica y huesos de animales dentro de las tumbas. Esto sugiere que hacían un ritual funerario, quizás ofreciendo comida y bebida para un "viaje al más allá". El hecho de que las tumbas estuvieran dentro de los poblados indica una relación muy cercana entre los vivos y los muertos, y quizás un culto a los antepasados.
Explorando el Parque Arqueológico de Los Cipreses
Las excavaciones en Los Cipreses nos han permitido aprender mucho sobre la vida diaria de sus habitantes hace unos 4.000 años.
En las diferentes excavaciones se han encontrado los restos de ocho casas. Todas eran individuales y tenían una forma ovalada, con la parte de atrás en forma de arco. Estaban un poco excavadas en el suelo, adaptándose al terreno, y tenían muros gruesos de piedra.
Dentro de las casas, el espacio estaba dividido en dos por una pared. Esta pared tenía una base de piedra y la parte de arriba era de adobe. La zona de atrás, con forma de arco, era más pequeña y se cree que se usaba para guardar cosas, por los objetos que se encontraron allí. En la parte de la casa donde estaba la entrada, solían estar el hogar (donde hacían fuego), grandes tinajas para guardar alimentos, bancos de piedra, mesas de trabajo y piedras de molino.
Las paredes de las casas podrían haber estado cubiertas con una capa de barro o cal por dentro. En la Casa 1 (llamada Casa de la Cocina), se encontraron muchos restos de esta capa de color violeta sobre los adobes. También se encontraron fragmentos con cuatro capas de colores rojo y beige, lo que sugiere que las paredes se pintaban o cubrían de nuevo cada cierto tiempo.
Las primeras filas de los muros se construían con piedras grandes, y la parte de arriba con piedras más pequeñas y muchos trozos de piedra para rellenar los huecos.
Los suelos de las casas eran de tierra compactada, de color naranja, y se hacían sobre la grava natural del terreno. A veces, el suelo de las casas estaba perforado para hacer las tumbas (como en la Casa 3).
El techo se construía con una estructura de troncos de madera, cañas y esparto, todo unido con barro. El barro del techo se quemaba para hacerlo más fuerte y que no dejara pasar el agua. Es posible que los techos sobresalieran, apoyándose en postes de madera, creando pequeños porches junto a los muros. Cerca de las casas de este poblado también había hogares al aire libre y tumbas.
Las casas eran a la vez el lugar donde vivían, donde trabajaban y donde enterraban a sus muertos.
Casa 1 o Casa de la Cocina
Es la casa más grande encontrada en Los Cipreses. Sus paredes estaban cubiertas de color violeta. En el centro de esta casa se encontró un hogar semicircular grande y un banco pegado a la pared, lo que la hace diferente de las demás.
Casa 2 o Casa del Almacén
Esta casa está perfectamente dividida en dos espacios por una pared. Cerca de la entrada se encontró un almacén semicircular que contenía muchos fragmentos de cerámica para guardar cosas, dos molinos y una lámina de sílex. Estos objetos podrían estar relacionados con la cosecha y el procesamiento de cereales.
Casa 3
En esta casa es importante el hallazgo de dos enterramientos dentro de grandes vasijas de cerámica, que estaban bajo el suelo.
Casa 4 o Casa del Molino
Esta casa tiene una pared nueva que se une a la pared exterior, probablemente usada como "paravientos". Bajo su protección, se podían realizar actividades fuera de la casa. Entre los objetos encontrados, destaca un gran molino con forma de barca para moler semillas (cebada) y frutos (bellotas).
Casa 5 o Casa del Telar
Su interior está dividido en dos habitaciones por una pared: en la parte delantera, un espacio abierto para tareas domésticas, y al fondo, otra habitación para guardar alimentos, objetos y herramientas de trabajo. En esta casa se encontró un conjunto de pesas de telar, lo que indica que aquí se trabajaba el lino y la lana.
Casa 6 o Casa de la Bellota
En esta casa se encontraron dos grandes vasijas con bellotas quemadas y esparcidas por el suelo. Al fondo de la casa se halló una acumulación de objetos, incluyendo piezas de sílex de una hoz y el enterramiento de un niño dentro de una vasija de cerámica. Esta casa fue reformada y se le añadió una nueva habitación.
Recreación de una vivienda argárica
Fuera del yacimiento, se ha construido una casa argárica para que podamos ver cómo eran. Se basaron en una de las casas encontradas en el poblado. Para construir los muros, techos y otros elementos, se usaron métodos de arqueología experimental, que es como intentar recrear el pasado para entenderlo mejor. Dentro de la casa recreada, se han puesto algunos objetos que se encontraron, como vasijas de cerámica, herramientas para moler y objetos de esparto.