Pablo de Valladolid para niños
Datos para niños Pablo de Valladolid |
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Año | c 1632-1637 | |
Autor | Diego Velázquez | |
Técnica | Óleo sobre lienzo | |
Estilo | Barroco | |
Tamaño | 213,5 cm × 125 cm | |
Localización | Museo del Prado, Madrid, ![]() |
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País de origen | España | |
Pablo de Valladolid es un famoso cuadro pintado por Diego Velázquez, un artista muy importante de España. Velázquez nació en Sevilla en 1599 y falleció en Madrid en 1660. Esta obra fue creada para el Palacio del Buen Retiro en Madrid y hoy se puede ver en el Museo del Prado desde 1827.
Este cuadro es uno de los muchos retratos que Velázquez hizo de personas que trabajaban en la corte real, como los bufones y otros "hombres de placer". Estos personajes entretenían a la realeza. Pintar a estas personas le permitía a Velázquez probar nuevas formas de expresión artística con más libertad que cuando hacía retratos oficiales de la familia real.
Contenido
Historia del cuadro de Pablo de Valladolid
Este retrato fue registrado en 1701 en el Palacio del Buen Retiro. Se le describió como el "retrato de un bufón con golilla llamado Pablillo, el de Valladolid". En ese momento, se valoró en 25 doblones.
El cuadro se mencionó junto con otros cinco retratos de bufones, todos hechos por Velázquez. Dos de ellos son Barbarroja y Don Juan de Austria.
Algunos expertos creen que estos seis retratos fueron pintados entre 1633 y 1634. Podrían haber sido parte de una serie para decorar las habitaciones privadas de la reina en el Palacio del Buen Retiro. Sin embargo, otros historiadores no están de acuerdo con esta idea. Ellos piensan que el Pablo de Valladolid fue pintado más tarde, alrededor de 1636-1637.
¿Dónde estuvo el cuadro en el palacio?
Antonio Palomino, un escritor de la época, mencionó en 1724 que muchos de estos retratos de personajes "de placer" estaban en una escalera. Esta escalera llevaba al jardín de los Reinos en el Retiro, por donde los reyes bajaban para tomar sus carruajes.
Más tarde, en 1772 y 1794, el cuadro se encontraba en el Palacio Real de Madrid. En 1816, pasó a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde se le conocía como "Retrato de un alcalde". Finalmente, en 1827, llegó al Museo del Prado.
Cuando el famoso pintor Édouard Manet visitó España en 1865, vio este cuadro. Le impresionó mucho cómo el fondo parecía "desaparecer". Manet lo llamó "Retrato de un actor célebre en tiempo de Felipe IV" por la forma en que el personaje parece estar hablando o actuando.
¿Quién fue Pablo de Valladolid?
Pablo —o Pablos— de Valladolid nació en Vallecas, cerca de Madrid, probablemente en 1587. Sus padres fueron Hernando de Valladolid y María Cabezudo. Desde 1633, se sabe que trabajaba para la corte real, aunque es posible que lo hiciera desde antes.
En 1641, Pablo y su esposa, Beatriz de Villagrá, hicieron su testamento. Declararon que cuando se casaron, unos ocho años antes, no tenían bienes. Pablo falleció el 1 de diciembre de 1648. La infanta María Teresa incluso escribió una carta mostrando su tristeza por su muerte. Fue enterrado en la parroquia de San Juan.
¿Qué hacía Pablo en la corte?
Los documentos no dicen exactamente qué tipo de trabajo hacía Pablo en el palacio. Sin embargo, su figura elegante y sin deformidades sugiere que era un "hombre de placer". Esto significa que era un tipo de artista o comediante que hacía reír a la gente con sus bromas y ocurrencias. Un documento de 1637 menciona que se le podía dar un vestido de terciopelo o de tela fina, lo que indica su importancia.
Descripción del cuadro
En el cuadro, Pablo de Valladolid aparece de pie, de cuerpo entero. Viste de negro y tiene las piernas ligeramente separadas. Con su mano izquierda, sostiene su capa sobre el pecho, mientras que su brazo derecho está extendido. Su mano derecha hace un gesto como si estuviera hablando o declamando.
La figura de Pablo se ve muy clara sobre un fondo liso y sin detalles. La única referencia al espacio es la sombra que proyecta en el suelo. Velázquez incluso eliminó la línea que normalmente separaría el suelo de la pared, como hizo en el retrato del infante Don Carlos. Si te fijas bien, puedes ver que el pintor hizo algunas correcciones mientras pintaba, especialmente en la pierna izquierda, que al principio era más larga.
El fondo "revolucionario"
Lo más llamativo de este retrato es la forma en que Velázquez pintó el fondo. Parece que el personaje está en un espacio que se desvanece. Algunos expertos lo consideran "revolucionario" porque Velázquez usó técnicas que normalmente se usarían para pintar figuras celestiales, como si fuera un santo flotando.
El fondo, que hoy se ve de un color marrón, fue pintado con pinceladas ligeras y semitransparentes. Esto permite que se vea la capa blanca de preparación del lienzo, creando un efecto de vibración que da la sensación de espacio.
Influencia en otros artistas
En 1865, el pintor francés Édouard Manet visitó España y quedó muy impresionado por las obras de Velázquez en el Museo del Prado. En una carta a su amigo Henri Fantin-Latour, Manet elogió este retrato diciendo:
«Quizá el trozo de pintura más asombroso que se haya realizado jamás es el cuadro que se titula Retrato de un actor célebre en tiempo de Felipe IV. El fondo desaparece. Es aire lo que rodea al personaje, vestido todo él de negro y lleno de vida».
Un año después de su visita, Manet pintó su famosa obra El pífano (París, Musée d'Orsay), que muestra una clara influencia del Pablo de Valladolid.