Nueva Federación Madrileña para niños
La Nueva Federación Madrileña fue un grupo importante en la historia de los trabajadores en España. Se formó en julio de 1872 en Madrid. Era parte de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), una organización que unía a trabajadores de muchos países.
Este grupo fue fundado por personas que seguían las ideas de Marx y que habían sido expulsadas de otra organización más grande, la Federación Regional Española de la AIT. Aunque la Nueva Federación Madrileña no duró mucho tiempo, sus miembros, como Pablo Iglesias y Francisco Mora Méndez, fueron muy importantes. Ocho años después, ellos fundarían el Partido Socialista Obrero Español.
Contenido
¿Por qué se separaron los grupos de trabajadores en España?
Las ideas diferentes en la Asociación Internacional de Trabajadores
Después de un evento importante en París en 1871, la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) tuvo una reunión en Londres. En esta reunión, las ideas de Marx ganaron fuerza sobre las de Bakunin.
En España, un grupo de la sección de Madrid de la Federación Regional Española de la AIT (FRE-AIT) empezó a seguir las ideas de Marx. Estas ideas se centraban en la importancia de la política para los trabajadores. Esto chocaba con las ideas de Bakunin, que decían que los trabajadores no debían meterse en política.
En noviembre de 1871, Francisco Mora, uno de los líderes de este grupo, empezó a comunicarse con Friedrich Engels, un amigo y colaborador de Marx.
La llegada de Paul Lafargue y las tensiones

Un momento clave fue la llegada a Madrid en diciembre de 1871 de Paul Lafargue y su esposa Laura Marx, que era hija de Karl Marx. Ellos habían llegado a España huyendo de problemas en París.
Lafargue explicó a los miembros de la Federación de Madrid que el programa de la Internacional era diferente de lo que defendía la organización de Bakunin. Esto causó un conflicto. Tomás González Morago, que apoyaba a Bakunin, se enfrentó a Lafargue en una reunión el 7 de enero de 1872.
Además, González Morago empezó a publicar un nuevo periódico para oponerse a las ideas de Marx. En marzo, la Federación de Madrid decidió expulsar al grupo que seguía a Marx. A este grupo se les empezó a llamar "autoritarios", mientras que a los que seguían a Bakunin se les llamó "antiautoritarios".
El Congreso de Zaragoza y la expulsión definitiva
El Congreso de Zaragoza, que se celebró en abril de 1872, trató el problema de la Federación de Madrid. Aunque al principio se anuló la expulsión, las ideas de Bakunin ganaron y se eligió un nuevo Consejo.
Cuando el grupo de Marx fue expulsado de nuevo en junio, el Consejo ya no intervino. La razón fue que el grupo de Marx había enviado una carta a otras secciones diciendo que la de Madrid se disolvía y animando a las demás a hacer lo mismo. Solo la sección de Cádiz los apoyó.
Esta situación hizo que Anselmo Lorenzo, un miembro del Consejo, renunciara. Él sentía que las diferencias entre los grupos de Marx y Bakunin hacían imposible su posición neutral.
El nacimiento de la Nueva Federación Madrileña
Los nueve miembros expulsados, entre ellos Francisco Mora, Pablo Iglesias y José Mesa, junto con otros cinco, formaron la Nueva Federación Madrileña el 8 de julio de 1872. Pidieron ser reconocidos por la FRE-AIT, pero esta se negó.
Sin embargo, el Consejo General de la AIT en Londres sí reconoció a la Nueva Federación Madrileña como parte de la AIT. A pesar de esto, la separación de los seguidores de Marx solo fue seguida por unas doce federaciones locales, con unos 200 miembros. La mayoría de las federaciones, unas 150 con 15.000 miembros, se mantuvieron fieles a las ideas de Bakunin.
El Consejo Federal de la FRE-AIT publicó un comunicado el 4 de agosto, diciendo que la región española no apoyaba a los que defendían "la destrucción del sistema capitalista por la adquisición del poder político".
Sin embargo, las diferencias entre los dos grupos no eran tan grandes como parecían. Ambos creían que lo más importante era organizar a los trabajadores. Pensaban que la organización obrera era clave para cambiar la sociedad. Aunque los seguidores de Marx creían en la necesidad de un partido político, no se dieron prisa en crearlo.

Entre el 2 y el 7 de septiembre de 1872, se celebró el Congreso de La Haya de 1872. En este congreso, la separación entre los seguidores de Marx y los de Bakunin se hizo definitiva. Los representantes de la Nueva Federación Madrileña, como Paul Lafargue y José Mesa, apoyaron las ideas de Marx. Estas ideas decían que los trabajadores debían formar un partido político y que la lucha económica y la política estaban conectadas.
Los representantes de la FRE-AIT, que seguían a Bakunin, se opusieron. Cuando el Congreso decidió expulsar a Bakunin y a su aliado James Guillaume de la Internacional, ellos firmaron un documento en desacuerdo. Luego, se reunieron en Saint-Imier (Suiza) para celebrar un congreso aparte. Allí rechazaron las expulsiones y no reconocieron al Consejo General de La Haya. También aprobaron ideas de Bakunin, insistiendo en que "la destrucción de todo poder político es el primer deber de los trabajadores". Así, se separaron de la Primera Internacional.
La Nueva Federación Madrileña, en cambio, apoyó los acuerdos del Congreso de La Haya.
En el Congreso de Córdoba de la FRE-AIT, que se celebró a finales de 1872, la Nueva Federación Madrileña y sus grupos aliados no asistieron. El Congreso de Córdoba rechazó las ideas de Marx y apoyó las de Bakunin, uniéndose a la nueva Internacional anarquista.
Cuando se proclamó la Primera República Española en febrero de 1873, la Nueva Federación Madrileña tuvo una actitud diferente a la FRE-AIT. La FRE-AIT la vio como un engaño, mientras que la Federación de Zaragoza, aliada de la Nueva Federación Madrileña, mostró su apoyo a los republicanos democráticos federales.
El final de la Nueva Federación Madrileña y el inicio de algo nuevo
La Nueva Federación Madrileña celebró un congreso en Toledo el 25 de marzo de 1873 para formar una Nueva Federación Española. Sin embargo, solo asistieron delegados de cuatro de las once federaciones locales que se habían formado.
Al mes siguiente, el periódico La Emancipación, que era el medio de comunicación del grupo, tuvo que cerrar por falta de dinero y lectores. A pesar de los esfuerzos de José Mesa y Pablo Iglesias, y de la ayuda económica de Friedrich Engels, el último número salió el 12 de abril de 1873. Poco después, la Nueva Federación Madrileña se disolvió.
Cuando la Internacional fue prohibida en España en enero de 1874, el grupo de la Nueva Federación Madrileña usó como base legal la Asociación del Arte de Imprimir. Esta era una cooperativa de tipógrafos (personas que trabajaban con imprentas) fundada en 1871. Pablo Iglesias se unió a ella en marzo de 1873 y en mayo de 1874 fue elegido presidente.
A partir de entonces, la Asociación del Arte de Imprimir se convirtió en una organización de resistencia para los trabajadores. Aunque algunos miembros la abandonaron, se mantuvo fuerte. Esta asociación fue muy importante para el desarrollo del movimiento obrero en España. De ella surgiría más tarde la Unión General de Trabajadores, de manera similar a como de la Nueva Federación Madrileña surgió el Partido Socialista Obrero Español.
José Mesa, después de que el periódico La Emancipación desapareciera, se fue a París. Desde allí, mantuvo el contacto con otros grupos de Marx en Europa. Visitó a Marx y Engels en Londres y se hizo amigo de Jules Guesde, un importante pensador de las ideas de Marx en Francia. Mesa transmitió estas ideas al grupo de Madrid.
Consecuencias: el nacimiento del Partido Socialista Obrero (1879)

El grupo de "autoritarios" que había sido expulsado de la FRE-AIT se mantuvo unido durante los años siguientes. Eran un grupo de amigos que se reunían regularmente. Aunque no eran muchos, su número creció de nueve en 1871 a unos cuarenta en 1879.
Fue José Mesa quien les transmitió la idea de Marx y Engels de fundar un partido socialista. Aunque al principio algunos, como Francisco Mora, dudaron por considerarlo demasiado pronto, el grupo de Madrid fundó el Partido Socialista Obrero el 2 de mayo de 1879. Lo hicieron en una reunión en una fonda de Madrid.
Asistieron 16 tipógrafos, 2 joyeros, 1 marmolista y 5 intelectuales. En el documento de fundación, se decía que se habían reunido para formar un partido socialista obrero, cuya política sería diferente de la de otros partidos. Se formó una comisión organizadora con Pablo Iglesias, Victoriano Calderón, Gonzalo Zubiarre, Alejandro Ocina y Jaime Vera.
El 20 de julio se celebró la primera reunión del nuevo partido. Se leyó una carta de Francia y otra de Inglaterra (probablemente de Engels o Lafargue). Luego, se eligió a la primera Comisión Ejecutiva del partido, con Pablo Iglesias como secretario. También se aprobó el "Manifiesto y Programa" del partido.
En este documento, se decía que el Partido Democrático Socialista Obrero Español buscaba:
- Eliminar las clases sociales para que todos los trabajadores fueran libres.
- Transformar la propiedad individual en propiedad de toda la sociedad.
- Que la clase trabajadora tuviera el poder político.