Muralla carlista de Gijón para niños
La muralla carlista de Gijón fue un conjunto de muros defensivos que se construyeron para proteger la ciudad de Gijón durante las guerras carlistas. Su construcción empezó en 1837 y fue demolida a partir de 1867, lo que permitió que la ciudad creciera y se expandiera.
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Historia de la Muralla de Gijón
Gijón ya había tenido murallas en la época romana. Sin embargo, durante los conflictos del siglo XIX en España por el trono, la ciudad fue fortificada de nuevo.
¿Por qué se construyó la muralla?
Cuando comenzó la primera guerra carlista en 1833, Gijón fue declarada un lugar estratégico. Por eso, se decidió construir una serie de fortificaciones para defender la villa. Las obras empezaron en 1837, siguiendo las indicaciones del ingeniero militar Celestino del Piélago. No fue necesario derribar edificios para construirla, ya que se hizo separada de las construcciones civiles. Sin embargo, sí se tuvieron que cortar más de 1.500 árboles en la zona del actual Solarón, a pesar de que esa área estaba planeada como un jardín.
Desafíos y problemas de la muralla
Gijón nunca tuvo tantas defensas físicas y humanas como otras ciudades del norte de la península, como Ferrol, La Coruña o San Sebastián. La poca importancia de Gijón en estos conflictos hizo que la construcción de la muralla fuera lenta y nunca se terminara. Además, la muralla causó más problemas que beneficios a la población, ya que impedía que la ciudad se expandiera. Gijón vivió varias décadas de estancamiento en su crecimiento urbano, porque estaba prohibido construir cerca de la muralla. A esto se sumaban los problemas de higiene causados por el agua estancada en los fosos.
En 1853, el ayuntamiento inició una campaña para que se derribaran las fortificaciones. Esta campaña se hizo más fuerte a partir de 1862, cuando se empezaron a derribar murallas en otras ciudades como Vigo, San Sebastián o Barcelona. Estas ciudades comenzaron a construir grandes ensanches (expansiones urbanas) que sirvieron de ejemplo para el futuro crecimiento de Gijón.
¿Cuándo se derribaron los muros?
En 1867, un decreto permitió que Gijón dejara de ser considerada una plaza de guerra. Fue entonces cuando la muralla empezó a ser derribada, y los escombros se usaron para rellenar los fosos. En 1877, poco después de terminar la tercera guerra carlista, una ley entregó al Ayuntamiento los terrenos que ocupaban las murallas. Esta ley especificaba que los terrenos de los baluartes (partes salientes de la muralla) debían usarse para calles y zonas verdes.
Primero se demolió la zona este, porque desde 1863 ya existía un proyecto para expandir la ciudad sobre el Arenal de San Lorenzo, que dio origen al barrio de La Arena. La muralla se terminó de derribar a finales de la década de 1880.
¿Qué queda de la muralla hoy?
Actualmente, apenas quedan rastros de la muralla. Uno de ellos es el nombre de la calle de la Muralla, en el barrio de El Centro. Muchas de las plazas y parques actuales de Gijón ocupan el antiguo trazado de la muralla.
En 2019, la plataforma Un pulmón para el solarón pidió que se estudiaran los terrenos del Solarón, ya que podrían encontrarse allí restos de la antigua muralla protegidos por la Ley de Patrimonio.
Ubicación y diseño de la muralla
Por su forma, Gijón era una ciudad perfecta para ser fortificada. José Castellar lo explicó así: "Es muy fácil fortificar este punto y comunicar por medio de un foso los mares, [...] de suerte que estando en buen estado de defensa, y con algunas lanchas para proteger la entrada del Puerto, podría Gijón costar mucha sangre y ser el almacén de Asturias".
Siguiendo los diseños militares de la época, la muralla fue proyectada con forma de estrella de cuatro puntas. Su recorrido empezaba y terminaba en dos zonas donde el foso se unía al mar. Estos puntos eran la actual zona del Martillo de Capua y la playa de Poniente. A lo largo de la muralla se podían colocar hasta 30 cañones y albergar hasta 4.000 personas. También tenía varias puertas, algunas con puentes de madera para cruzar el foso. El acceso principal estaba cerca de la popularmente llamada Puerta de la Villa, próxima a la actual plaza del Seis de agosto. En este lugar, donde se accedía a la ciudad desde la carretera de Castilla, se planeaba construir una defensa adicional.
De este a oeste, el recorrido de la muralla iba desde el martillo de Capua y la plaza Romualdo Alvargonzález, siguiendo luego la calle de la Muralla, la plazuela de San Miguel, calle Covadonga, Campinos de Begoña, la zona de la parroquia de los Carmelitas, la Plaza de Europa, la calle Palacio Valdés y la calle Sanz-Crespo, llegando a la Playa de Poniente a través del actual Solarón.
Galería de imágenes
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Plano de la villa y puerto de Gijón de Francisco Coello y Quesada, 1870. En él se aprecia el trazado completo de la muralla carlista.