Monasterio de Santa María de Cadins para niños
Datos para niños Monasterio de Santa María de Cadins |
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Bien cultural parte del patrimonio cultural de Cataluña | ||
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Localización | ||
País | ![]() |
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Comunidad | ![]() |
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Provincia | Gerona | |
Localidad | Cabanas | |
Coordenadas | 42°18′24″N 2°57′33″E / 42.30674167, 2.95916111 | |
Información religiosa | ||
Culto | Desacralizado | |
Orden | Exclaustrado | |
Advocación | San Félix y Santa María | |
Historia del edificio | ||
Construcción | Siglos XII-XIII. Abandonado en 1492. Usado como pajar | |
Datos arquitectónicos | ||
Tipo | Monasterio | |
Estilo | Románico y gótico | |
El Real Monasterio de Santa María de Cadins fue un importante monasterio de la Orden del Císter en la provincia de Gerona, España. A lo largo de su historia, cambió de ubicación varias veces. Estuvo en Cabanas (desde 1169 hasta 1492), luego en Gerona (1492-1944), después en Salt (1944-1980) y finalmente en San Gregorio (1980-2000).
Contenido
¿Cómo se fundó el Monasterio de Cadins?
El monasterio fue fundado en el año 1169 por monjas de otro monasterio llamado Valldemaría. Al principio, dependía de este último.
El lugar elegido para el monasterio cumplía con los requisitos de la Orden del Císter. Era un sitio tranquilo, en un valle fértil y con una fuente de agua abundante. Cerca pasaba el río Muga y también el antiguo camino de Francia, que en la época romana era parte de la Vía Augusta entre Figueras y La Junquera.
Se cree que las monjas reconstruyeron una antigua capilla dedicada a San Félix en un lugar llamado "Cadins", cerca del pueblo de Cabanas. Esta capilla probablemente formaba parte de un pequeño asentamiento rural.
Aunque en 1169 una Bula (un documento oficial del papa) del Papa Alejandro III le dio al monasterio el nombre de Santa María de Cadins, a menudo se le conocía como San Félix de Cadins. Esto se debía a que San Félix era el patrón original de la iglesia donde se estableció el monasterio.
La importancia de San Félix de Cadins
Con el tiempo, el monasterio de Cadins se hizo más importante que el monasterio del que había dependido. La Bula del papa Alejandro III lo convirtió en una abadía y puso a Valldemaría bajo su control. Gracias a esta Bula, sabemos que la primera abadesa se llamaba Ermesenda y que el monasterio estaría dedicado a Santa María, como era costumbre en la Orden del Císter. El monasterio tenía una importante actividad agrícola y contaba con los servicios necesarios para funcionar bien.
Los condes de Ampurias fueron sus protectores. Le dieron parte de las riquezas obtenidas en la conquista de Mallorca. Las monjas que vivían allí solían ser de familias nobles de la región, pero también venían de lugares más lejanos como Gerona.
El prestigio y las propiedades del monasterio crecieron durante los siglos XIII y XIV. El lugar llegó a ser tan cómodo que la noche del 28 al 29 de octubre de 1295, la princesa Blanca de Anjou y su padre Carlos II de Nápoles se alojaron allí. Esto fue justo antes de la boda de la princesa con el rey Jaime II de Aragón, el Justo, que se celebró en el monasterio de Santa María de Vilabertrán, según el Tratado de Anagni.
La Iglesia de San Félix: Un vistazo a su arquitectura
Del antiguo monasterio de Cadins, solo se conserva la iglesia. Hoy en día, se usa como almacén de una granja cercana, el Mas de San Félix.
El templo fue construido a finales del siglo XII. Tiene una planta de cruz latina, con una nave principal de seis secciones. Su techo es una bóveda de cañón apuntada y el ábside (la parte trasera del altar) tiene una bóveda de crucería sencilla. La nave mide 42,5 metros de largo y 10 metros de ancho. El transepto (la parte que cruza la nave) mide 21,5 metros. En el brazo norte del transepto y en el ábside, hay pequeños relieves con círculos que representan el Agnus Dei. Fue construida con grandes bloques de piedra bien cortados y pulidos.
Las partes del ábside son de estilo gótico, mientras que la nave es de un estilo románico tardío. Esto sugiere que no fueron construidas al mismo tiempo. Se cree que la nave es de finales del siglo XII y el ábside de la segunda mitad del siglo XIII o incluso después.
La nave debía tener arcos que la dividieran en secciones, pero estos arcos nunca se construyeron. Sin embargo, sí se hicieron los soportes en la pared para recibirlos.
El templo tenía dos entradas: una puerta con arco de medio punto en el lado sur de la nave y otra con arco apuntado (ahora cubierta) en el lado norte del crucero. En la pared exterior del ábside, se encuentra la lápida de la abadesa Francisca de Espasens, quien falleció en 1403.
El claustro, del que no quedan restos, estaba al sur de la iglesia, en la esquina formada por la nave y el crucero.
La vida de la comunidad a través del tiempo
Traslado a Gerona
En el año 1492, la comunidad de monjas de Cadins se mudó a Gerona. La idea de mudarse surgió por primera vez en 1461. Las razones exactas no se conocen, pero pudieron influir la inseguridad en el campo catalán en la segunda mitad del siglo XV, una guerra civil que comenzó al año siguiente, y las inundaciones del río Muga. En 1421, estas inundaciones destruyeron el pueblo de Cabanas y debieron causar grandes daños al monasterio.
Cuando se mudaron, las monjas se llevaron la imagen de la Virgen María y la campana, que eran símbolos importantes de su monasterio.
En la iglesia de Cabanas, se siguió celebrando el culto por un tiempo. El cementerio quedó cubierto por la tierra de las riadas del río Muga. Las propiedades del monasterio se perdieron debido a eventos históricos y ventas. La casa original en Cabanas aún conserva el nombre de "Mas de Sant Feliu".
La comunidad se estableció junto a la iglesia parroquial de Santa Susana, en el barrio del Mercadal de Gerona. El monasterio estaba pegado a la iglesia y tenía un acceso directo a ella. Se acordó que el templo serviría para las ceremonias del nuevo monasterio. La parroquia se benefició de esto, ya que las monjas hicieron mejoras importantes en el lugar.
En 1517, las monjas vendieron sus propiedades en Cabanas a una persona. El monasterio se reservó el derecho de propiedad principal y acordó que no se podía vender la piedra de la iglesia, el claustro ni el cementerio. Los edificios cambiaron de dueño varias veces, y hubo intentos de dejar de celebrar misas y convertir el templo en un pajar. La comunidad de Cadins mantuvo el control directo hasta un proceso histórico de venta de bienes, que llevó a la venta a los propietarios actuales.
En 1674, la comunidad estuvo a punto de desaparecer, pero se recuperó con la llegada de tres monjas jóvenes del monasterio de Vallbona de las Monjas.
En el siglo XVIII, entraron al monasterio hijas de familias importantes de Gerona, como las hermanas de Ciurana, de Camps o las Caramany. Ellas, además de unirse a la comunidad, aportaron ingresos muy necesarios.
A mediados del siglo XVIII, las relaciones con la parroquia de Santa Susana se complicaron. Las monjas decidieron construir un nuevo templo en un terreno cercano, al que se accedía por la actual calle de Santa Clara. La nueva iglesia, que recuperó el nombre de Santa María de Cadins, se terminó en 1770. Desde entonces, el nombre de San Félix o Sant Feliu de Cadins dejó de usarse.
El 30 de noviembre de 1794, las monjas se trasladaron al monasterio de Monasterio de Santa María de Valldonzella en Barcelona. Esto fue por la inseguridad causada por un conflicto entre la Monarquía española y la nueva República francesa. Regresaron el 24 de octubre de 1795.
Durante la Guerra de la Independencia y el Sitio de Gerona, las monjas tuvieron que dejar el convento.
Las leyes de venta de bienes del siglo XIX no afectaron directamente a Cadins.
A principios del siglo XX, hubo un aumento en el número de personas que querían unirse a la vida religiosa. En 1910, el monasterio tuvo el mayor número de monjas, con 18 monjas y dos novicias.
El 20 de julio de 1936, la comunidad fue obligada a abandonar el lugar debido a los cambios políticos. El monasterio y su cementerio fueron saqueados y los edificios completamente demolidos en las semanas siguientes. Las monjas lograron salvarse, aunque pasaron por momentos muy difíciles.
El nuevo gobierno de la ciudad planeó construir un mercado municipal en esos terrenos, pero el proyecto no se realizó. En lo que era el patio del monasterio, se construyó un refugio antiaéreo. La demolición de iglesias no fue algo raro en Gerona durante la guerra, y en el caso de Cadins, pudo influir la necesidad de ampliar esa parte de la ciudad. La ubicación de la iglesia hacía que la calle de Santa Clara fuera muy estrecha, impidiendo el paso de dos carretas.
De la destrucción del monasterio se salvaron la imagen de la Virgen María y una de las dos campanas, que se conservan en la iglesia de San Medir. El martirologio (un libro con la historia de personas importantes para la fe) del siglo XV, que venía del Monasterio de Santa María de Poblet, se conserva en el Museo Diocesano de la Catedral de Santa María de Gerona.
La etapa en Salt
Después de la guerra civil española, se pensó en reconstruir la iglesia de Santa Susana, que no se había demolido por completo, pero no se habló de reconstruir el monasterio. Las monjas se reunieron de nuevo en Gerona en 1939 y se instalaron en un piso. Eran trece monjas y vivieron años de mucha dificultad económica. El 16 de febrero de 1944, la comunidad se mudó a la localidad cercana de Salt.
Se instalaron en la Casa Tarrés, un edificio neoclásico construido en 1868. Este edificio perteneció a la familia Vilaseca Tarrés hasta que fue tomado por un comité local en 1936. El edificio se adaptó para las monjas, quienes construyeron el campanario que hoy forma parte de su fachada.
Los primeros años en Salt también fueron difíciles. Con el tiempo, las monjas abrieron un taller de encuadernación que les permitió ganarse la vida.
Sin embargo, a mediados de los años 60, las monjas buscaron un nuevo lugar para su monasterio. La transformación urbana del centro de Salt pudo influir en la decisión de buscar un lugar más tranquilo. En 1962, se les ofreció mudarse al Monasterio de Santes Creus, pero la propuesta fue rechazada porque el edificio ofrecido no era el monasterio principal y no cumplía las condiciones.
En 1967, hubo una reunión con monjes que, desde Poblet, estaban fundando una nueva comunidad cisterciense en el monasterio de Santa María de Solius.
El último hogar en San Medir
En la década de 1970, se eligió la pequeña parroquia de Sant Medir, en el municipio de San Gregorio, como el nuevo emplazamiento. En el lugar donde está la iglesia actual, ya existió en el año 829 una comunidad de monjes bajo la protección de San Emeterio y San Ginés.
Con la ayuda de la Diputación de Gerona, que compró la casa de Salt para usarla en servicios públicos, se pudo construir el nuevo convento. La vida monástica en San Medir comenzó el 7 de octubre de 1980, con once monjas en la comunidad.
La falta de nuevas vocaciones (personas que quisieran unirse a la vida religiosa) fue la razón por la que, a principios de los años 2000, las últimas monjas abandonaron San Medir y se trasladaron al monasterio de Valldonzella. Así terminaron más de 800 años de presencia de la comunidad femenina del Císter en las comarcas de Gerona.