Loro Ravachol para niños
El Loro Ravachol ("El loro más famoso del mundo") vivió en Pontevedra, España, entre 1891 y 1913. Era el animal de compañía del farmacéutico Perfecto Feijoo. A lo largo de su vida se convirtió en un símbolo de la ciudad por su carisma y simpatía. Tras su muerte el pueblo le dedica una calurosa despedida con multitudinaria asistencia. El entierro del loro Ravachol se conmemora todos los años en los carnavales de la ciudad de Pontevedra.
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El propietario
El farmacéutico pontevedrés Perfecto Feijoo se licenció en la Universidad de Santiago, y desde 1880 regentaba la botica de la plaza del santuario de la Iglesia de la Peregrina en la esquina con la calle Oliva. Don Perfecto fue un pionero en el campo de la música tradicional; tocaba la gaita y fue fundador del primer coro folklórico de Galicia en 1880. De carácter ameno y cercano, reunía en su farmacia a la flor y nata de la sociedad pontevedresa. Personalidades de la política, las artes y las ciencias acudían a su botica participando en las más animadas tertulias. Sin duda se trata una de las personalidades más carismáticas de la Galicia de la época.
Orígenes
En 1702 la flota española aliada con la francesa intenta desembarcar en la Ría de Vigo las mercancías traídas de América. Los barcos son atacados por la flota anglo-holandesa dando lugar a la famosa Batalla de Rande. Entre las mercancías del nuevo continente había un cargamento de aves exóticas. Del hundimiento de los buques logran sobrevivir un gran número de papagayos que se expandieron por las cercanías y fueron recogiendo los paisanos. El estudioso Fray Martin Sarmiento nos relata la existencia de un papagayo expuesto en una jaula frente a la casa del concejo (ayuntamiento). El profesor Filgueira Valverde (Adral) nos recuerda la posibilidad de que Ravachol fuera descendiente directo de aquellos “papagayos de la flota”.
Se desconoce la fecha de nacimiento del loro Ravachol pero se sabe que es en 1891 cuando un profesor de música amigo de D. Perfecto le regala tan exótico animal. Se trata de Martín Fayes, quien ostentaba el cargo de director de la banda militar del regimiento de infantería de Guillarei-Tui, muy próximo a la frontera con Portugal. De dicho regimiento llega un joven loro que estaría en Pontevedra 22 años.
Llegada a Pontevedra
La adaptación del loro a su nuevo hogar le llevó cierto tiempo, si bien una vez que mostró su temperamento, sorprendió a propios y extraños. “Pronto exteriorizó su carácter alborotador e irreverente que llevaba dentro”. Su habilidad para la palabra se funde con un vocabulario vulgar y cuartelero que deja sorprendidos a vecinos y visitantes. La jaula del loro según la época del año y la hora del día se sitúa en la botica, en la rebotica o en el exterior de la farmacia junto a un banco de piedra. Era este último lugar donde el loro se encontraba más a gusto disfrutando del bullicio de los transeúntes.
El nombre
No existe constancia de que el loro tuviera un nombre determinado durante sus primeros meses en Pontevedra, pero antes de que se cumpliera un año de su llegada a la ciudad, todos los vecinos lo conocían con el nombre de un famoso revolucionario francés, François Claudius Koënigstein, conocido como Ravachol, un anarquista que además de alborotador se ganó la fama de temido terrorista por unos atentados realizados con dinamita. Tras su detención, en 1892 es ejecutado en la guillotina. La noticia ocupó titulares de prensa en todo el mundo.
Es el propio don Perfecto el que bautiza al loro con el nombre de Ravachol, dadas sus muestras de rebeldía y carácter alborotador.
Carisma
Sin duda el temperamento del loro fue de lo más peculiar, su verborrea y facilidad de palabra lo convierten en un singular atractivo. Pronto se gana el cariño popular y hasta la farmacia se acercan vecinos de todos los lugares para observar con asombro sus habilidades. Muchos clientes obsequian al loro con algún caramelo, los que no lo hacían solían recibir un buen rapapolvo.
La vida del simpático animal estuvo marcada por un gran número de anécdotas relacionadas con su facilidad de palabra y especial sarcasmo. Lo más sorprendente es que a su fluidez en el lenguaje iba unida una supuesta inteligencia que le permitía mantener pequeñas conversaciones. Además identificaba algunas situaciones para aplicar sus frases, casi siempre en gallego, que pronto se hicieron populares y fueron utilizadas en el lenguaje diario de los pontevedreses. Don Perfecto trató de corregir su mal comportamiento verbal y la frase amenazante “se collo a vara”. Esta frase el loro la hizo propia para dirigirse a los que se metían con él. Cuando algún paisano se acercaba y hacía que le daba un caramelo “Vaite de aí, lambón”. Si nadie atendía la botica y entraba algún cliente gritaba: “Don Perfeuto, parroquia” o también “Xente na tenda”. Si el cliente tenía mal aspecto gritaba “aquí non se fía”. Para cuando entraba un sacerdote imitaba a un cuervo. También tenía fama su forma de hacer plegarias y cantos durante la misa en el cercano santuario de la Peregrina, causando malestar en los religiosos, a los que llamaba “bárbaros”.
El loro Ravachol se despachó bien a gusto con varios personajes de la época. Recibieron sus insultos intelectuales y poderosos políticos. Al propio presidente del gobierno Eugenio Montero Ríos y a la escritora Emilia Pardo Bazán les dedicó insultos que acarrearían buena condena en la época. Una muestra de su sorprendente capacidad es que en ocasiones gritaba “Don Perfeuto, a despachar” y cuando se acercaba el farmacéutico le decía “engañeiche”. En los carnavales de 1900 se le concede un papel en una obra de teatro ya que sus habilidades para la conversación convencen al director. Aunque a la hora de la verdad demuestra su extravagancia, actuando de manera indisciplinada y poniendo verde a todos los actores.
Entierro antiguo
El 26 de enero de 1913 fallece el loro. Se dice que la causa de su muerte fue un empacho de bizcochos mojados en vino. La prensa recoge la noticia con gran estupor dejando a la sociedad pontevedresa sumida en el más profundo desconsuelo. Reseñan los periódicos que Ravachol gozaba en toda Galicia de una "notable nombradía". La sociedad pontevedresa se envuelve de una triste sensación de dolor y se organiza para despedir al referente más emblemático de la ciudad. El cadáver es embalsamado y expuesto en la farmacia que se abarrota por las muestras de dolor de los pontevedreses. A don Perfecto le llegan telegramas de toda la geografía española.
La farmacia se queda pequeña y es la Sociedad de Artesanos la que instala, con más solemnidad, una capilla ardiente. Además de la ciudadanía acuden todas las autoridades civiles y militares, la noticia ha conmovido a la ciudad y comarca. Fijan la fecha del entierro para el día 5 de febrero, miércoles de Ceniza. La Sociedad de Artesanos organiza los actos fúnebres. Se publica un bando donde solicitan la asistencia al entierro “disfrazado cada uno a su manera y portando un farol fúnebre” . Encabeza la comitiva una docena de jinetes, y se compone de bandas de música, comparsas, carrozas y miles de paisanos que en luctuoso desfile se dirigen al Circo-Teatro de la Alameda. Ante un graderío abarrotado se celebra una fúnebre despedida denominada “Velada Infausta”. Ilustres pontevedreses participan de estos actos que despiden al muy querido loro Ravachol. Los restos mortales del animal son enterrados en la finca que D. Perfecto poseía en Mourente. Son los íntimos tertulianos de la botica, los que dan el último adiós al loro que durante más de veinte años mantuvo a la sociedad pontevedresa pendiente de sus extravagancias.
Entierro moderno
En el año 1985, un grupo de animados pontevedreses junto a la comisión municipal de fiestas, deciden recrear el velatorio y entierro del loro Ravachol en el carnaval de la ciudad. Destacamos la participación de Bibiana Araújo, Pepe Shiva y Xosé Brea. El éxito de esa primera recreación fue de tal dimensión que en pocos años el entierro se convirtió en uno de los actos más populares de los carnavales españoles. La celebración cierra la semana del animadisímo carnaval pontevedrés. Es habitual que Ravachol aparezca el lunes con un disfraz que cambia cada año según la actualidad. En un principio el entierro se celebraba en viernes, pero ha sido trasladado al sábado o domingo para facilitar la participación de los miles de asistentes llegados de todos los lugares.
Relevancia
Son innumerables las muestras de reconocimiento a esta figura del carnaval pontevedrés. Ha sido objeto de reportajes televisivos, crónicas periodísticas, estudios históricos e inspiración literaria. Asimismo cuenta con su propia saeta, su propia rumba, sus tanguillos y coplas murgueras, su pin y su diferente merchandising. Como colofón decir que el loro Ravachol disfruta de un monumento alusivo en el preciso lugar donde transcurrieron sus pintorescas hazañas. Precisamente allí se recronstruye la botica y se recrean las famosas tertulias.
- Coplilla murguera:
- Si quieres ir a la moda
- Yo tengo la solución
- Te pinchas un muñequito
- y ya pareces un señor
- Ponte un Curro,
- ponte un Cobi,
- y también un Pelegrín[1]
- que hasta el loro Ravachol
- tiene ya su propio pin.
Véase también
En inglés: Ravachol Parrot Facts for Kids