Juan Vitalio Acuña Núñez para niños

Datos para niños Juan Vitalio Acuña Núñez
Información personal
Nombre en español	Juan Vitalio Acuña Nuñez
Apodo	"Joaquín", "Vilo"
Nacimiento	27 de enero de 1925 Purial de Vicana, Sierra Maestra, provincia de Oriente, República de Cuba
Fallecimiento	31 de agosto de 1967 Vado del Yeso, Bolivia
Causa de muerte	Muerte no natural
Nacionalidad	Cubana
Información profesional
Ocupación	Político y militar
Años activo	1957-1967
Lealtad	Movimiento 26 de julio (1957-1959)
Rango militar	comandante
Conflictos	Revolución cubana Guerrilla de Ñancahuazú
Partido político	Partido Comunista de Cuba Guerrilla de Ñancahuazú

Juan Vitalio Acuña Nuñez (nacido el 27 de enero de 1925 en Purial de Vicana, Cuba, y fallecido el 31 de agosto de 1967 en Vado del Yeso, Bolivia), conocido por sus apodos «Vilo» o «Joaquín», fue un campesino y militar cubano.

Fue una de las personas que apoyaron a los grupos rebeldes en Cuba. Estos grupos buscaban un cambio en el gobierno de Batista.

¿Quién fue Juan Vitalio Acuña Nuñez?

Sus primeros años de vida

Juan Vitalio Acuña Nuñez nació el 27 de enero de 1925. Su nacimiento fue en la finca La Conchita, que era propiedad de su abuelo. Allí, su padre, Jesús Acuña, y su madre, Lydia Núñez, formaron su familia.

La finca estaba cerca de Purial de Vicana, en la región montañosa de la Sierra Maestra. Vilo creció en una casa sencilla con piso de tierra y techo de guano. Era el hijo mayor y vivió allí hasta que se unió a las fuerzas que buscaban un cambio en el gobierno.

Vilo y sus dos hermanos siempre estuvieron muy unidos. Solo pudieron asistir a la escuela hasta el quinto grado. Esto se debía a que tenían que ayudar a su padre en las labores del campo, como la recolección de café y el corte de caña. La vida de los campesinos en esa época era muy difícil.

Su hermana Lydia recuerda que Vilo quería mucho a su madre y era el compañero inseparable de su padre. Sus hermanos lo describen como una persona generosa, amable y alegre. Siempre tenía una rima o un chiste para animar a los demás.

Su participación en la lucha en la Sierra Maestra

Cuando Vilo Acuña se enteró de la llegada de Fidel Castro y otros expedicionarios a las playas Las Coloradas, decidió unirse a ellos. Se dice que estaba trabajando en el corte de caña cuando detuvo su labor y dijo: "Yo me voy".

Fue a su casa, habló con su padre sobre su decisión y le pidió que cuidara de su esposa e hijas. El 24 de abril de 1957, partió para unirse a los combatientes que buscaban un cambio en el gobierno.

Vilo Acuña no tenía muchos conocimientos de política y apenas sabía leer y escribir. Sin embargo, había vivido en carne propia las dificultades de la gente humilde en Cuba. Por eso, aprendió rápidamente las ideas de líderes como Fidel, Raúl y el Che.

En mayo, Vilo se unió al grupo liderado por Fidel Castro. En esos días, se preparaba un importante enfrentamiento: el combate del cuartel de Uvero. Allí, este grupo, que aún no tenía mucha experiencia, tuvo su primera gran prueba.

Después de esta acción, Fidel le encargó a Ernesto Guevara que se ocupara de los heridos. Entre ellos estaban Juan Almeida Bosque y Kike Escalona. Debían ser llevados a un lugar seguro para recuperarse. Vilo fue uno de los cinco hombres encargados de cuidar a los heridos. Él conocía bien la zona y era un buen combatiente. Pronto, el Che empezó a confiarle tareas importantes y arriesgadas. Esto le permitió al Che darse cuenta de que Vilo era un combatiente fuerte, disciplinado y alegre, incluso en los momentos más difíciles.

El Che lo nombró jefe de la escuadra de vanguardia. Vilo, por modestia, propuso a otro compañero, pues sentía que no merecía tal honor. Acuña y su escuadra guiaron a la columna. Siguiendo las órdenes del Che, evitaron a los soldados y no tomaron nada de los campesinos de la zona. Vilo siempre animaba a la tropa con sus chistes y bromas, incluso cuando pasaban días sin encontrar comida.

En julio de 1957, Fidel Castro ascendió al Che a comandante y a Vilo a teniente.

Cuando se formó la segunda columna del grupo rebelde, el Che fue nombrado jefe. Vilo Acuña pasó a ser el segundo al mando de Ciro Redondo.

Vilo Acuña participó en varios combates importantes, como Uvero, El Hombrito, Mar verde, Oro de Guisa y Las minas. En el combate de Pino del Agua, le salvó la vida a Camilo Cienfuegos cuando este fue herido. Vilo preparó una hamaca y cargó a Camilo sin descanso hasta un lugar seguro.

Después de un año de lucha en la Sierra Maestra, y por orden directa de Fidel Castro, el Che lo ascendió a capitán. Tras una derrota de las fuerzas del gobierno en el verano de 1958, las fuerzas rebeldes se reorganizaron. Vilo Acuña fue nombrado jefe de retaguardia de la columna del comandante Guillermo García Frías en el III Frente, bajo el mando de Juan Almeida Bosque.

En noviembre de 1958, Fidel lo nombró comandante. Vilo organizó su propia columna, con Lino Carreras como jefe de retaguardia.

¿Qué hizo después del cambio de gobierno en Cuba?

Después de enero de 1959, Vilo Acuña tuvo años de mucho trabajo. Se dedicó a estudiar para convertirse en un oficial más preparado. En 1964, se graduó de la Escuela Superior de Guerra. En 1965, fue elegido miembro del primer Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Esto fue un reconocimiento a sus muchos servicios.

Su viaje y participación en Bolivia

En 1966, el Comandante Ernesto Che Guevara lo eligió para unirse a un grupo que llevaría su lucha a las selvas de Bolivia. El Che lo nombró su segundo al mando y jefe de la retaguardia de este grupo.

Vilo estaba a punto de cumplir 42 años y sería el combatiente de mayor edad en el grupo. El Che confiaba plenamente en sus habilidades. Lo dejó al frente de un grupo de combatientes, entre los que estaba Tania la Guerrillera. Su tarea era cuidar de los enfermos y de otros cuatro hombres.

El 17 de abril de 1967, el Che Guevara escribió en su diario:

"Mandé a buscar a los 4 rezagados para que se quedaran con Joaquín (Vilo Acuña) y a este le ordené hacer una exploración por la zona para impedir un movimiento excesivo y esperarnos durante tres días, al cabo de los cuales debe permanecer por la zona pero sin combatir frontalmente y esperarnos hasta el regreso".

José Castillo Chávez, conocido como Paco, fue uno de los hombres que se quedaron con Vilo. Él fue el único sobreviviente de un ataque sorpresa en el vado de Puerto Mauricio. Paco describe a Joaquín como un hombre tranquilo, firme en sus decisiones y principios. Respetaba mucho al Che, por eso pensó mucho antes de decidir abandonar la zona donde el jefe les había indicado que permanecieran.

Vilo Acuña tenía el carácter típico de un campesino cubano. En los últimos meses de la campaña en Bolivia, sufrió mucho de los pies. Su único par de zapatos talla 44 se gastó, y no pudo conseguir otros que le sirvieran.

Caminaba descalzo kilómetros y kilómetros por los ríos. El 31 de agosto de 1967, a las cinco de la tarde, el grupo comenzó a marchar. Ya caía la noche cuando llegaron a una curva del río. El grupo empezó a cruzar el vado, y Joaquín (Vilo Acuña) fue el último en entrar al agua. Sin sospechar que Honorato Rojas, el campesino que los guiaba, los había traicionado, Vilo se despidió de él amablemente, agradeciéndole su ayuda. Apenas había entrado unos metros al río cuando comenzó un tiroteo. El entonces capitán del ejército boliviano Mario Vargas Salinas y sus soldados, que estaban escondidos, comenzaron a disparar desde ambas orillas.

Paco cuenta que Joaquín fue herido, pero logró salir del río:

"Caminaba con dificultad cuando lo vi caer. Los soldados no dejaban de disparar por la espalda y el frente".

La orilla del río Maisicuri se tiñó con la sangre de este hombre. En este mismo ataque, también falleció la única mujer del grupo, Tamara Bunke.