José García Hidalgo para niños
José García Hidalgo. (Villena, 1646- Madrid, 1719) fue un pintor, grabador y tratadista barroco español.
Biografía
Estudió en Murcia primero con Nicolás de Villacis y más tarde con Francisco Gilarte, antes de pasar a Roma, donde él mismo dijo haber estudiado «por papeles» de Pietro da Cortona. De retorno a España se estableció en Valencia. Aquí, conocido como el castellano según dice en sus Principios para estudiar el nobilísimo arte de la pintura, asistió durante seis años regularmente a la academia de pintura y dibujo que funcionaba en el convento de Santo Domingo, donde se daban enseñanzas teóricas y prácticas para artistas, nobles y eclesiásticos, de la que era director o académico mayor Vicente Salvador Gómez. De esta academia dejó García Hidalgo una viva descripción en sus Principios para estudiar el arte de la pintura junto a un expresivo grabado. Según Palomino, que no le dedicó biografía y sentía por él cierta animadversión, en Valencia entró en el taller de Esteban March, donde tuvo como condiscípulo a Juan Conchillos, con el que volvería a colaborar años más tarde en Madrid.
Hacia 1670 se trasladó a Madrid, donde entró en el taller de Juan Carreño de Miranda cuyas enseñanzas apenas llegó a asimilar en sus pesadas composiciones de gran aparato y numerosas figuras. Realizó también algunos retratos, en los que se manifiesta mejor la influencia de Carreño, no exentos de cierto aparato. Cabe destacar entre ellos el del canónigo don Antonio de Ayala, firmado en 1686 y conservado en el Museo de la catedral de Segovia. Tras esta primera estancia en la corte bajo el padrinazgo del pintor de cámara de Carlos II, en 1697 volvió a Valencia donde residió hasta 1706. En 1703 fue nombrado pintor de cámara honorario de Felipe V, aunque ya antes firmaba Pintor Regis o pintor de su majestad. De regreso a Madrid, mantuvo abierta una academia de dibujo. Falleció el 28 de julio de 1713 en esta ciudad, donde fue enterrado en la iglesia de San Ginés.
Obra
Su abundante obra pictórica, entre la que se pueden destacar los veinticuatro óleos dispersos de la historia de San Agustín que pintó en 1674 para el claustro de San Felipe el Real de Madrid, pone de manifiesto la diversidad de las influencias que recibió en su etapa de aprendizaje, si bien siempre pesó más en su estilo el arcaico tenebrismo propio de la escuela valenciana, sin lograr desprenderse nunca de cierta sequedad en el tratamiento del color. Será por ello más recordado como autor de un célebre estudio teórico-práctico sobre pintura: los Principios para estudiar el nobilísimo y real arte de la pintura, publicados en Madrid hacia 1691, libro del que muy pocos ejemplares han llegado, tratado con sumo desdén por Marcelino Menéndez Pelayo, que no encontraba en él nada de valor científico. La obra es, en realidad, una cartilla de dibujo formada por unos 120 grabados originales y no desdeñables en el ejemplar más completo de la Biblioteca del Palacio Real de Madrid, precedidos por un prólogo y un par de composiciones poéticas medianas.
Anteriormente había publicado a su costa una Geometría práctica: sobre los problemas no resueltos, con 29 grabados de figuras geométricas, uno de ellos fechado en 1682.
Véase también
En inglés: José García Hidalgo Facts for Kids