Jardines de Alfabia para niños
Los Jardines de Alfabia se encuentran en Buñola, en la isla de Mallorca. Están situados en la carretera que va de Palma a Sóller, dentro de la hermosa sierra de Alfabia. Estos jardines son un ejemplo de un tipo especial de jardín mallorquín llamado "son". Los "son" tienen raíces en las antiguas granjas de la época en que los musulmanes vivían en la isla. Solían estar organizados en terrazas y se usaban para cultivar cítricos y otras frutas. Con el tiempo, cuando pasaron a ser propiedad de familias nobles durante el Renacimiento, se transformaron para mostrar más riqueza y belleza.
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Los Jardines de Alfabia: Un Tesoro en Mallorca
Los Jardines de Alfabia son un lugar lleno de historia y naturaleza. Su diseño único, conocido como "son", es una característica especial de Mallorca. Estos jardines combinan elementos de la jardinería árabe con toques de estilos posteriores, creando un espacio muy particular.
Un Viaje a Través del Tiempo en Alfabia
Después de que el rey Jaime I el Conquistador conquistara las islas Baleares, la finca de Alfabia pasó por varias manos. Primero fue entregada a su tío, Nuño Sánchez, quien luego la vendió a la familia Ben-Abet. Con el tiempo, la propiedad llegó a la familia Zaforteza, que son sus dueños actuales.
La casa principal de la finca se construyó en el siglo XV. Más tarde, en el siglo XVII, se añadió una parte trasera a la casa. La fachada principal, que es la parte de la casa que se ve desde fuera, fue diseñada en el estilo barroco durante el siglo XVIII. En el patio de la casa, hay una fuente muy bonita con una escultura de un niño y un pez.
Descubriendo los Secretos del Jardín
Los jardines se encuentran detrás de la casa. Allí, puedes encontrar un aljibe, que es un depósito para guardar agua, cubierto por un techo en forma de bóveda de medio cañón. También destaca una pérgola impresionante con 72 columnas. Esta pérgola tiene 24 figuras de piedra con forma de hidras, que son criaturas mitológicas, y de ellas salen chorros de agua. El agua de estos chorros baja por la pendiente del terreno hasta llegar a un huerto lleno de naranjos.
En el siglo XIX, se añadió una nueva parte al jardín, diseñada al estilo paisajista. En esta zona, hay un lago tranquilo con nenúfares flotando en el agua. Alrededor del lago, crecen palmeras y bambúes, creando un ambiente muy relajante y natural.