Isla de la Horadada para niños
Datos para niños Isla de la Horadada |
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Peña Horadada | ||
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Ubicación geográfica | ||
Mar | Cantábrico | |
Coordenadas | 43°27′52″N 3°46′06″O / 43.46438217, -3.76842499 | |
Ubicación administrativa | ||
País | ![]() |
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Localidades | Santander | |
Características generales | ||
Superficie | ~70 m² | |
Población | ||
Población | 0 hab. | |
La isla de la Horadada o peña Horadada es un pequeño islote que se encuentra en la entrada de la bahía de Santander, en Cantabria, España. Está justo enfrente de la playa de los Bikinis. Su nombre, "Horadada", significa "agujereada" o "perforada", y se debe a que antes tenía un arco natural que la atravesaba.
En la isla hay un pequeño faro que todavía funciona y ayuda a los barcos a navegar. Lamentablemente, el 19 de enero de 2005, una fuerte tormenta derribó el arco natural que le daba su forma característica. Se pensó en reconstruirlo, pero finalmente no se hizo.
Algunas personas valientes nadan hasta la isla desde la playa de los Bikinis. Para facilitar la subida desde el agua, la isla cuenta con unas escaleras especiales.
Contenido
La leyenda de los Santos Mártires
¿Sabías que hay una leyenda antigua sobre cómo la Isla de la Horadada obtuvo su forma? Se trata de la historia de San Emeterio y San Celedonio, dos hermanos que vivieron hace mucho tiempo, en los siglos III y IV.
¿Quiénes eran San Emeterio y San Celedonio?
Estos hermanos eran soldados en la ciudad romana de Calagurris, que hoy conocemos como Calahorra en La Rioja. Ellos decidieron seguir la fe cristiana en una época en la que esto era difícil.
El viaje de las cabezas de los Santos
Según la leyenda, después de que los hermanos fueran honrados por su fe, sus cabezas fueron puestas en una barca de piedra. Esta barca viajó por el río Ebro, luego por el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico, hasta llegar a la bahía de Santander.
La isla y la Catedral de Santander
Se dice que la barca de piedra chocó contra esta isla, dándole la forma especial que tenía antes. Las cabezas de los hermanos fueron llevadas a la villa de Santander. Allí se construyó un monasterio en su honor, que con el tiempo se convirtió en la famosa catedral de Santander. Así, la isla y la catedral están conectadas por esta fascinante historia.