Insurgencia islamista en Burkina Faso para niños
Datos para niños Insurgencia Yihadista en Burkina Faso |
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Parte de Guerra contra el terrorismo y Insurgencia en el Magreb | ||||
Humo saliendo de la Embajada de Francia en Uagadugú después de un ataque terrorista
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Fecha | 23 de agosto de 2015 - presente | |||
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La insurgencia islamista en Burkina Faso es una guerra civil entre el gobierno de Burkina Faso y rebeldes islamistas que se inició en agosto del 2015.
Trasfondo
Blaise Compaoré, presidente de Burkina Faso entre 1987 y el 2014, tuvo un trato mejor hacia la población islamista de lo que previamente lo habían realizado los oficiales coloniales de Francia. El asesor mauritano de Compaore, Moustapha Ould Limam Chafi, y el general Gilbert Diendéré se pusieron en contacto con varios líderes islamistas para liberar a los rehenes de estos grupos.
En el año 2013, Burkina Faso actuó como mediador durante la Guerra de Mali entre los rebeldes y el gobierno de dicha nación, realizando además una intervención en el vecino país. Sin embargo, para noviembre del 2014, Compaoré fue derrocado, provocando un escenario de crisis e inestabilidad política.
Línea temporal de eventos
El 23 de agosto de 2015, la insurgencia en el Magreb se extendió a Burkina Faso.
En 2018, la insurgencia se expandió hacia el este del país. A principios de octubre, las Fuerzas Armadas de Burkina Faso desarrollaron una importante operación militar en el este del país, con el apoyo de las fuerzas francesas. El 3 de diciembre, los gendarmes repelieron con éxito una emboscada en Bougui, a diez kilómetros de Fada N'Gourma.
El 23 de enero de 2022, oficiales militares derrocaron al gobierno gobernante de Kabore. Los fracasos del gobierno para sofocar la insurgencia islámica se han descrito como un posible motivo del golpe, que recibió una popularidad inusual. El líder de la junta, Paul-Henri Sandaogo Damiba, es bien conocido por sus operaciones militares ampliamente populares contra los islamistas.
El 27 de enero, Francia confirmó que, del 15 al 23 de enero de 2022, más de sesenta yihadistas registrados habían sido "neutralizados" en cuatro incidentes separados por soldados burkineses que trabajaban junto con unidades francesas.
El 18 de junio de 2022, el mediador de la CEDEAO en Burkina Faso, Mahamadou Issoufou, afirmó que el Gobierno de Burkina Faso controla el 60% del país.
El 22 de junio, el Gobierno anunció la creación de "zonas militares". Las poblaciones en estas áreas designadas deberán abandonar sus hogares y tierras para permitir que las Fuerzas Armadas y de Seguridad del país combatan a los insurgentes armados sin ningún "obstáculo". El 25 de junio, el Ejército de Burkina Faso presentó un plazo de dos semanas para que las poblaciones de las denominadas "zonas militares" abandonaran sus hogares y se trasladaran a zonas más seguras.
El 30 de septiembre, se produjo un segundo golpe militar en el plazo de un año, en el que los militares destituyeron al teniente coronel Paul-Henri Damiba, citando su "incapacidad para hacer frente a una insurgencia islamista". El nuevo líder, el coronel Ibrahim Traoré, que dirigía una unidad antiyihadista en el norte de Burkina Faso llamada Cobra, afirmó que el ejército francés estaba protegiendo a Damiba, lo que provocó violentas protestas de los ciudadanos frente a la embajada francesa. Traoré espera que Damiba planee un contraataque, que empujará al país a una guerra civil. Se escucharon disparos en Uagadugú, la capital de Burkina Faso, y los helicópteros sobrevolaban en círculos.
El 2 de octubre, líderes religiosos y comunitarios anunciaron que Damiba había accedido a renunciar a su cargo luego de haber mediado entre él y Traore. Según los informes, Damiba exigió siete garantías a cambio, incluida la protección de sus aliados, una garantía para su seguridad y derechos, y que la nueva junta cumpliría la promesa que hizo a la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (ECOWAS) sobre la restauración del gobierno civil en dos años.
Situación humanitaria
Una crisis humanitaria ha estallado a raíz del conflicto, con miles de personas muertas por ambos bandos.ACNUR estima que seis de cada diez personas desplazadas en el Sahel son de Burkina Faso.
Las fuerzas gubernamentales han ejecutado a innumerables civiles, atacando de manera desproporcionada a la etnia fulani. Numerosas escuelas han sido cerradas, lo que ha llevado a un estimado de 300,000 niños no tengan acceso a la educación.
Véase también
En inglés: Jihadist insurgency in Burkina Faso Facts for Kids