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Ich bin ein Berliner para niños

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«Ich bin ein Berliner» —que significa «Soy un berlinés» en alemán— es una frase muy conocida. Fue pronunciada por el presidente de Estados Unidos John F. Kennedy el 26 de junio de 1963. Su discurso tuvo lugar en Berlín Occidental, desde el balcón del ayuntamiento del distrito de Schöneberg. Kennedy quería mostrar su apoyo a los habitantes de Berlín. Esto ocurrió en el decimoquinto aniversario del bloqueo de Berlín y después de la construcción del Muro de Berlín en 1961. El discurso de Kennedy es recordado como uno de los más importantes de la época de la Guerra Fría.

¿Qué pasó antes del discurso?

Berlín después de la Segunda Guerra Mundial

Archivo:Berlin Blockade-map
Los 4 sectores en que Berlín quedó dividido tras la Segunda Guerra Mundial

Después de la Segunda Guerra Mundial, la capital de Alemania, Berlín, quedó dentro de la zona controlada por la Unión Soviética. Al principio, la ciudad se dividió en cuatro sectores. Estos sectores eran controlados por las potencias aliadas: Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y la Unión Soviética.

Las tensiones aumentaron durante la Guerra Fría. Las fuerzas soviéticas bloquearon Berlín, impidiendo la entrada de suministros. Los aliados occidentales ayudaron a la ciudad con un puente aéreo, llevando alimentos y medicinas por avión.

La división de Berlín y el Muro

Después del bloqueo, los sectores controlados por los países de la OTAN se convirtieron en una especie de isla. Era un exclave de Alemania Occidental rodeado por completo por Alemania Oriental. Hasta 1952, Berlín era el único lugar donde la frontera entre el Este y el Oeste no estaba cerrada. Miles de alemanes orientales se mudaron a Occidente a través de Berlín. Esto preocupaba a Alemania Oriental por la pérdida de población y el impacto en su economía.

Archivo:Winken ueber die Berliner Mauer
Una señora saluda desde el sector Oeste a sus conocidos del sector Este (Berlín, 1961).

En 1961, el gobierno de Alemania Oriental construyó una barrera de alambre alrededor de Berlín Occidental. La llamaron oficialmente «Barrera de protección antifascista». Las autoridades decían que era para evitar que personas de Alemania Occidental cruzaran al Este. Sin embargo, su verdadero objetivo era impedir que los ciudadanos de Alemania Oriental escaparan hacia el Oeste. En pocos meses, la barrera se convirtió en un muro de concreto. Los edificios cercanos fueron demolidos para crear una "zona de seguridad" vigilada por guardias armados. El Muro de Berlín, construido entre el 12 y 13 de agosto de 1961, cerró el último paso de la Cortina de Hierro. Berlín pasó de ser un lugar fácil para cruzar a uno de los más difíciles.

Los países occidentales fueron criticados por no usar la fuerza para detener la construcción del muro. Oficialmente, Berlín estaba bajo el control conjunto de las cuatro potencias aliadas. Cada una era responsable de una zona. El 25 de julio de 1961, Kennedy dio un discurso. En él, afirmó que Estados Unidos defendería Berlín Occidental. También dejó claro que no era posible desafiar la presencia soviética en Alemania. Este discurso marcó la primera vez que Estados Unidos reconoció que Berlín Oriental era parte del bloque soviético.

El discurso de Kennedy

Archivo:JFK speech Ich bin ein berliner 1
John F. Kennedy durante su discurso en Berlín.

Para pronunciar frases en alemán, Kennedy recibió ayuda de sus asesores. Tenía un acento de Boston, así que escribió en sus notas "Ish bin ein Bearleener" para poder leerlo correctamente.

Kennedy dijo por primera vez «Ich bin ein Berliner» al inicio de su discurso. Después de felicitar al alcalde de la ciudad, Willy Brandt, y al gobernador americano, el general Lucius D. Clay, que estaban con él, Kennedy dijo:

Two thousand years ago the proudest boast was: "Civis romanus sum". Today, in the world of freedom, the proudest boast is: "Ich bin ein Berliner"... I appreciate my interpreter translating my German!... There are many people in the world who really don't understand —or say they don't— what is the great issue between the free world and the Communist world. Let them come to Berlin! There are some who say that communism is the wave of the future. Let them come to Berlin! And there are some who say in Europe and elsewhere: we can work with the Communists. Let them come to Berlin! And there are even a few who say that it is true that communism is an evil system, but it permits us to make economic progress. Lasst sie nach Berlin kommen! Let them come to Berlin!
Hace dos mil años el alarde más orgulloso era: «Civis romanus sum». Hoy, en el mundo de la libertad, el alarde más orgulloso es: «Ich bin ein Berliner»... ¡Agradezco a mi intérprete la traducción de mi alemán!... Hay mucha gente en el mundo que realmente no comprende —o dice que no comprende— cuál es la gran diferencia entre el mundo libre y el mundo comunista. ¡Que vengan a Berlín! Hay algunos que dicen que el comunismo es el movimiento del futuro. ¡Que vengan a Berlín! Y hay algunos que dicen en Europa y en otras partes: se puede trabajar con los comunistas. ¡Que vengan a Berlín! Y hay incluso algunos pocos que dicen que es verdad que el comunismo es un sistema difícil, pero que permite nuestro progreso económico. Lasst sie nach Berlin kommen! ¡Que vengan a Berlín!
John F. Kennedy

Kennedy repitió la famosa frase al final de su discurso:

All free men, wherever they may live, are citizens of Berlin, and, therefore, as a free man, I take pride in the words "Ich bin ein Berliner."
Todos los hombres libres, dondequiera que vivan, son ciudadanos de Berlín. Y por lo tanto, como hombre libre, con orgullo digo estas palabras: «Ich bin ein Berliner».
John F. Kennedy

Aunque el discurso contenía dos frases en alemán, la frase «Ich bin ein Berliner» se hizo muy famosa en todo el mundo.

Curiosidades

¿Un malentendido?

En Estados Unidos, existe una historia popular que dice que las palabras de Kennedy en alemán fueron confusas. Se dice que hubiera sido más claro decir «Ich bin Berliner» (sin el artículo "ein"). La historia sugiere que el público pudo haber entendido «Ich bin ein Berliner», que significa «Soy una berlinesa» (un tipo de dulce frito relleno de mermelada).

Sin embargo, la frase que usó Kennedy es correcta en alemán. Un ciudadano de Berlín puede decir «Ich bin ein Berliner» usando el artículo. Además, por el contexto del discurso, no podía entenderse de otra manera. En Berlín, para pedir el dulce, se suele decir solo «Pfannkuchen». También es poco probable un error tan simple, ya que el texto fue revisado por el periodista Robert Lochner y el canciller alemán Willy Brandt.

Las risas del público, que algunos mencionaron como prueba de que la frase se entendió de forma graciosa, no ocurrieron cuando el presidente dijo «Ich bin ein Berliner». Esa frase fue recibida con muchos aplausos. Las risas se escucharon unos segundos después, cuando Kennedy hizo un comentario divertido sobre su intérprete. Él dijo sonriendo: «¡Agradezco a mi intérprete la traducción de mi alemán!».

Un mensaje similar en Sarajevo

Durante el conflicto en Kosovo en los años 1990, la Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Madeleine Albright, usó un mensaje similar al de Kennedy. En su discurso en la ciudad de Sarajevo, dijo: «Ja sam Sarajevka!» («¡Soy sarajevesa!»).

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Ich bin ein Berliner Facts for Kids

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Ich bin ein Berliner para Niños. Enciclopedia Kiddle.