Historia de Villacarrillo para niños
Villacarrillo, que hoy conocemos como una ciudad, tuvo un comienzo muy diferente. Su primer nombre fue Mingo Priego, una pequeña aldea. El nombre actual, Villacarrillo, se lo debe a un importante líder religioso llamado Alfonso Carrillo de Acuña (nacido en Cuenca en 1410 y fallecido en 1482).
Alfonso Carrillo de Acuña fue nombrado arzobispo de Toledo en 1445. En 1449, él decidió que la aldea de Mingo Priego se convirtiera en una villa, que era como una ciudad pequeña con más derechos. Esta decisión fue confirmada por el rey Juan II de Castilla en 1450 y más tarde por los Reyes Católicos en 1499. Así, Villacarrillo se separó de la antigua villa de Iznatoraf, que era la capital de la región en ese tiempo.
Datos para niños Villacarrillo |
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País | ![]() |
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• Provincia | Jaén | |
• Comarca | Las Villas | |
• Densidad | 0,04 hab./km² | |
Patrona | Nuestra Señora del Rosario |
Contenido
¿Cómo era Villacarrillo en sus inicios?
La aldea de Mingo Priego
En el siglo X, donde hoy se encuentra la torre de Vandelvira, existía una fortaleza muy grande. Desde esta fortaleza, el walí (gobernador) y alcaide (jefe militar) de Iznatoraf vigilaban el valle del Alto Guadalquivir.
En el año 1235, el rey Fernando III de Castilla, conocido como "el Santo", junto con el arzobispo de Toledo Rodrigo Ximénez de Rada, conquistaron la fortaleza de Iznatoraf. Esta fortaleza estaba en manos de los musulmanes y era muy difícil de tomar. También conquistaron otras tres fortalezas cercanas, que hoy son las poblaciones de Villacarrillo, Villanueva del Arzobispo y Sorihuela del Guadalimar.
Iznatoraf era casi imposible de conquistar porque tenía dos fortalezas a los pies de la montaña que avisaban de cualquier peligro. Una de ellas, al norte, dio origen a Villanueva del Arzobispo. La otra, al sur, era la actual Villacarrillo. Esta fortaleza era muy importante porque estaba entre dos ríos, el Guadalquivir y el Guadalimar, lo que le permitía controlar una gran zona.
El Adelantamiento de Cazorla
Después de la conquista, Villacarrillo y otras zonas como Cazorla y Quesada, pasaron a formar parte de una región llamada Adelantamiento de Cazorla. Esta región dependía del Arzobispado de Toledo. Los arzobispos de Toledo eran los señores de esta comarca, lo que significaba que tenían el poder de crear leyes, cobrar impuestos y administrar la justicia, todo esto con permiso del rey de Castilla.
Entre los habitantes y el arzobispo, había una persona llamada el Adelantado. Él era el representante del arzobispo y vivía en Cazorla, que era la capital del Adelantamiento.
El caballero Mingo de Priego
El gobierno de la fortaleza de Villacarrillo fue encargado a un caballero de Cuenca llamado don Mingo de Priego. Él fue el primer alcaide de la fortaleza y le dio su nombre. Por eso, el lugar se conoció como Chozas de Mingo Priego, Aldea de Mingo Pliego, o Torre de Mingo Priego. Poco a poco, alrededor de esta fortaleza, se fueron construyendo casas y así nació un nuevo pueblo, que dependía de Iznatoraf.
La zona reconquistada fue poblada por personas de diferentes partes de España, como Castilla, León, Navarra y el País Vasco. Sus familias se establecieron allí y sus apellidos perduraron por mucho tiempo.
Villacarrillo, desde sus inicios, perteneció al señorío de los arzobispos de Toledo en lo administrativo, dentro del Adelantamiento de Cazorla.
¿Cuándo se convirtió en villa?
La donación de Iznatoraf
En 1246, el rey Fernando III donó la villa de Iznatoraf al arzobispo de Toledo, D. Rodrigo Jiménez de Rada. Esta donación fue una recompensa por el esfuerzo y los trabajos que el arzobispo había realizado en esas tierras. La donación fue confirmada en 1252, incluyendo todas sus aldeas y territorios, tanto los poblados como los que estaban por poblar.
Ataques y crecimiento
Durante esta época, hubo muchos conflictos entre los diferentes grupos cristianos, y los ataques de los musulmanes se hicieron más fuertes. En el otoño de 1452, el rey musulmán Muhammand IX "el Zurdo" atacó la Torre de Mingo Priego y se llevó a la mayoría de sus habitantes como prisioneros.
En el verano de 1477, la Torre de Mingo Priego fue asaltada y quemada por los ejércitos del emir de Granada, ABÜ-L-HASAN-ALÏ. El objetivo de estos ataques era siempre conseguir riquezas, tomar prisioneros y destruir. Los campos eran quemados, las cosechas se perdían y las casas eran saqueadas.
A pesar de estos ataques, la población de Mingo Priego siguió creciendo y ganando importancia. Por eso, el arzobispo Carrillo decidió convertirla en una villa independiente en 1449. Le dio su propio nombre, Villacarrillo, y un escudo: "un castillo dorado en campo colorado con puertas y ventanas azules, como las que el arzobispo tenía en sus propias armas".
Un tiempo de paz y desarrollo
Cuando el Reino de Granada fue conquistado, la frontera desapareció y la importancia del Adelantamiento de Cazorla disminuyó. Esto trajo un periodo de tranquilidad para la comarca de Las Cuatro Villas, a la que pertenecía Villacarrillo.
A finales de la Edad Media, la región de Las Cuatro Villas experimentó un gran desarrollo económico y social. Se cultivaron nuevas tierras, lo que hizo crecer la producción de cereales y olivos. También se mantuvo una importante riqueza ganadera, especialmente de ovejas.
La ubicación de Villacarrillo también ayudó a su desarrollo. Era un lugar de paso importante hacia el Levante español desde las ricas comarcas de La Loma y El Condado, y también desde las serranías de Segura hacia Andalucía. Todas estas circunstancias hicieron de Las Cuatro Villas un centro comercial muy activo. Sus ferias y mercados atraían a comerciantes de muchos lugares, que venían a vender o comprar productos como aceite, lana y miel.
Cambios en el siglo XVII
A mediados del siglo XVII (entre 1631 y 1653), el Adelantamiento de Cazorla estaba en su última etapa. En esta época, se revitalizaron las cofradías (grupos religiosos), especialmente la del Santo Cristo de la Vera-Cruz. También se organizó el Archivo parroquial y se hicieron muchas donaciones para obras de caridad. La recaudación de fondos para el nuevo Santuario del Cristo de la Vera Cruz aumentó mucho, y se restauró la iglesia del convento de Santa Isabel de los Ángeles, de las monjas clarisas.
En 1645, el cardenal Moscoso ayudó a reconstruir el templo del convento de Santa Isabel de los Ángeles, que estaba en mal estado. Él pagó los gastos y amplió el huerto para las monjas.
En 1676, se trajeron campanas nuevas para la torre de Vandelvira. Se dice que para fundir estas campanas, los habitantes de Villacarrillo donaron muchas piezas de plata, lo que le dio un sonido excepcional.
En 1752, se creó una comisión local en Villacarrillo para realizar el Catastro del marqués de la Ensenada. Este catastro fue un estudio muy detallado de la población y las propiedades, ordenado por don Zenón de Somodevilla. Según este catastro, Villacarrillo tenía 821 familias viviendo en 651 casas.
A principios del siglo XIX, Villacarrillo fue ocupado por las tropas de Napoleón durante dos años y medio, desde enero de 1810 hasta septiembre de 1812.
¿Cuándo se convirtió en ciudad?
El título de ciudad
Fue el rey Alfonso XII quien le dio a Villacarrillo el título de Ciudad. Esto ocurrió el 8 de mayo de 1877, y se publicó en la Gaceta de Madrid el 12 de mayo de 1877. El rey concedió este título "en consideración a la importancia que por el aumento de su población ha logrado alcanzar".
En 1877, la población de Villacarrillo era de 8.699 personas. Aunque la población había crecido mucho, la mayoría de la gente vivía en el campo y había un alto nivel de analfabetismo. De esas casi 8.700 personas, más de 7.000 no sabían leer ni escribir.
Cambios en el siglo XIX
Las leyes de desamortización de Mendizabal en el siglo XIX afectaron a las comunidades religiosas. El convento de Santa Isabel de los Ángeles, de las monjas clarisas, y el Hospital de San Lorenzo, atendido por monjas dominicas, entraron en una etapa de decadencia.
Durante la ocupación francesa, los habitantes de Villacarrillo resistieron con fuerza. Se cuenta que los franceses que intentaron invadir el lugar encontraron una fuerte oposición. Dos figuras populares, un hombre llamado Pulido y una mujer llamada Leonor Jerónima, se destacaron por su valentía y espíritu indomable. Desde la sierra, un grupo de guerrilleros liderado por los hermanos Uribe, de una de las familias más importantes de Villacarrillo, atacaba a los franceses acantonados en la villa.
En 1835, el convento de los Franciscanos de San Pedro de Alcántara fue suprimido y demolido.
Las calles de Villacarrillo fueron urbanizadas y empedradas entre 1844 y 1845. En ese momento, la villa tenía unos 4.500 habitantes, 828 casas de tres pisos, 20 calles, una plaza y cuatro plazuelas.