Hemorroide para niños
Datos para niños Hemorroides |
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![]() Tipos y localización frecuente de las hemorroides.
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Especialidad | cirugía general | |
Síntomas | Interno: Sangrado rectal de color rojo brillante, indoloro Externo: Dolor e hinchazón alrededor del ano |
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Factores de riesgo | Estreñimiento, diarrea, embarazo | |
Tratamiento | Aumento de fibra en la dieta, beber líquidos, AINEs, descanso, cirugía | |
Sinónimos | ||
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Las hemorroides son venas que se inflaman o se hinchan en la parte final del intestino grueso, conocida como recto, y en la abertura por donde salen las heces, llamada ano. También se les conoce popularmente como almorranas.
Estas venas forman parte de unas estructuras naturales en el conducto anal. Son como almohadillas de tejido que ayudan a controlar la salida de las heces. Normalmente, hay tres de estas almohadillas principales.
A menudo, las hemorroides se inflaman por hacer mucho esfuerzo al ir al baño. Otros factores que pueden causarlas son el estreñimiento crónico (dificultad para evacuar), la diarrea, el embarazo o el paso de los años.
El síntoma principal de las hemorroides es una molestia en la zona del ano. También puede aparecer una pequeña cantidad de sangre de color rojo claro al evacuar, que se ve en las heces, en el papel higiénico o en el inodoro. Es importante saber que otras condiciones, como problemas más serios en el intestino, también pueden causar sangrado. Por eso, si hay sangrado, siempre es bueno consultar a un médico.
El tratamiento inicial suele incluir baños con agua tibia y cremas especiales. Si las hemorroides son más complicadas, puede ser necesario un procedimiento médico o una cirugía. Los médicos especialistas en esta área se llaman coloproctólogos.
Contenido
¿Cómo se clasifican las hemorroides?
Las hemorroides se clasifican según su ubicación y su gravedad. Se dividen en internas y externas.
Las hemorroides internas se encuentran dentro del recto, por encima de una línea especial en el conducto anal. Se clasifican en cuatro grados:
- Grado I: La hemorroide está dentro y no se ve por fuera. Puede causar un sangrado de color rojo claro al ir al baño. Es el tipo más común.
- Grado II: La hemorroide sale un poco al evacuar, pero vuelve a su lugar sola después de un rato.
- Grado III: La hemorroide sale al evacuar y la persona necesita empujarla suavemente con la mano para que regrese a su lugar.
- Grado IV: La hemorroide está siempre fuera y no se puede volver a meter.
Las hemorroides externas se encuentran por fuera del ano y están cubiertas por piel. A veces, se puede formar un pequeño coágulo de sangre dentro de ellas, lo que causa dolor. Las hemorroides internas, en cambio, están cubiertas por una capa más suave de tejido. Pueden causar sangrado, que salgan hacia afuera, sensación de ardor, picazón, dolor (si hay alguna complicación) y secreción de mucosidad.
¿Qué causa las hemorroides?
Varias cosas pueden hacer que una persona sea más propensa a tener hemorroides:
- Factores familiares: Si otros miembros de tu familia las han tenido, podrías tener más riesgo.
- Sobrepeso: El exceso de peso aumenta la presión en la zona del abdomen.
- Estreñimiento: Hacer mucho esfuerzo para evacuar las heces puede presionar las venas.
- Diarrea: Las evacuaciones frecuentes y líquidas pueden irritar la zona.
- Trabajos o actividades: Estar de pie o sentado por mucho tiempo seguido.
- Presión alta en venas específicas: Un aumento de presión en ciertas venas del abdomen.
- Uso excesivo de laxantes: Abusar de estos medicamentos puede irritar el intestino.
- Alimentación: Algunos hábitos alimenticios pueden influir.
- Embarazo: Especialmente en las últimas semanas, debido a la presión del bebé.
Es importante saber que comer alimentos muy picantes o con muchas especias no causa hemorroides, pero si ya las tienes, pueden irritarlas.
¿Cuáles son los síntomas de las hemorroides?
Los síntomas más comunes de las hemorroides son fáciles de notar:
- Sensación de ardor o picazón en la zona del recto.
- Humedad constante alrededor del ano.
- Dolor.
- Sangrado al evacuar (aunque no siempre ocurre).
- Manchas en la ropa interior.
- Sentir que algo sobresale del recto.
En casos menos comunes, especialmente si hay un prolapso (cuando el tejido sale mucho), puede haber mal olor o dificultad para controlar los gases. En situaciones muy raras, puede haber una pérdida total del control de las heces. A veces, los síntomas pueden parecer más graves de lo que realmente son.
Sangrado al evacuar
La causa más común de sangrado por el ano (llamado rectorragia) son las hemorroides. Este sangrado suele ser pequeño, a veces solo mancha el papel higiénico. Sin embargo, si el sangrado es abundante, es crucial buscar atención médica de inmediato.
El sangrado en el sistema digestivo a veces no se ve como sangre roja, sino como heces de color negro y pegajosas (llamadas melenas). Esto ocurre cuando la sangre se ha digerido. Algunas comidas (como calamares en su tinta o espinacas) o medicamentos (como el hierro) también pueden hacer que las heces se vean negras. Si notas heces negras sin una razón clara, debes consultar a un médico de inmediato.
¿Cómo se diagnostican las hemorroides?
El médico diagnostica las hemorroides mediante un examen físico del recto y el ano. Para asegurarse de que no haya otras condiciones más serias, como un problema en el intestino, el médico podría pedir estudios adicionales. Estos pueden incluir un examen radiográfico o una sigmoidoscopia, que permite ver el interior del recto.
En las hemorroides, el sangrado suele ser pequeño. En otras condiciones más graves, el sangrado puede ser más abundante y constante, y a menudo viene con cambios en cómo vas al baño.
Exámenes internos (Endoscopia)
La endoscopia es una técnica que usa un tubo delgado con una cámara para ver el interior del cuerpo. Hay diferentes tipos:
- Rectoscopia: Permite al médico ver el interior del recto y el ano. Así puede encontrar el origen del sangrado o la molestia, y a veces tomar una pequeña muestra de tejido (biopsia) para un diagnóstico más claro.
- Colonoscopia: Es un estudio más completo que permite ver todo el intestino grueso. Se realiza después de una preparación especial y con anestesia suave. Permite al médico ver el origen del sangrado, identificar crecimientos o úlceras, y diagnosticar problemas benignos o más serios.
Hoy en día, estas técnicas son más cómodas gracias a los medicamentos para el dolor. Un cirujano colorrectal es el especialista más adecuado para estas enfermedades.
¿Cómo se pueden prevenir las hemorroides?
Puedes tomar medidas para reducir el riesgo de tener hemorroides:
- Haz ejercicio: Camina o corre al menos tres veces por semana durante media hora para mejorar la circulación.
- Mantén un peso saludable: El sobrepeso aumenta la presión en la zona pélvica.
- Evita el sedentarismo: No te quedes sentado o de pie por mucho tiempo. Levántate y muévete cada cierto tiempo.
Tratamientos sin cirugía
La mayoría de las hemorroides se pueden mejorar con cambios en el estilo de vida y tratamientos sencillos:
- Higiene: Mantén la zona anal limpia y evita rascar o frotar para no lastimarte ni causar infecciones.
- Dieta rica en fibra: Come muchas frutas, verduras y pan integral. Esto ayuda a que las heces sean más blandas y fáciles de evacuar.
- Bebe suficiente agua: Más de dos litros al día para mantener las heces suaves.
- Controla el estreñimiento y la diarrea: Busca soluciones para estos problemas.
- Evita comidas irritantes: Reduce el consumo de alimentos muy condimentados, picantes o grasos, y el alcohol, especialmente si tienes molestias.
- No hagas esfuerzo al evacuar: Evita pujar con fuerza.
- Reduce el tiempo en el inodoro: No te quedes sentado más de 5 minutos.
- Usa agua para limpiar: En lugar de papel higiénico (incluso el suave), lava la zona con agua fría o tibia después de ir al baño. Puedes usar un bidé o una jarra.
- Baños de asiento: Siéntate en agua tibia (no caliente) durante 15 minutos, 2 o 3 veces al día, especialmente después de evacuar. No añadas jabones ni aromatizantes al agua.
- Aplica hielo: Envuelve hielo en una tela y aplícalo en la zona por no más de 20 minutos, 2 o 3 veces al día. Esto ayuda a reducir la hinchazón.
- Vinagre de manzana: Algunas personas aplican vinagre de manzana diluido con un algodón dos o tres veces al día.
Con estas medidas, el dolor y la hinchazón suelen mejorar en unos pocos días, y el bulto duro puede desaparecer en varias semanas.
Alimentos que ayudan
Se recomiendan todos los alimentos con fibra:
- Pan y tortillas integrales.
- Verduras y frutas que se puedan comer con cáscara (como la uva).
- Frutas blandas (como el plátano o la papaya).
Estos alimentos ablandan las heces y facilitan su salida.
También es muy importante beber mucha agua. Si el agua de tu casa no es potable, hiérvela o purifícala antes de beberla. Si bebes agua mineral, elige una que no sea muy carbonatada.
Alimentos que es mejor evitar
Es recomendable evitar comidas irritantes y condimentos fuertes:
- Alimentos muy picantes (chiles o ajíes).
- Especias y aderezos fuertes.
- Ajo, perejil, cebolla, mostaza.
- Salsa de tomate y tomate.
- Vinagre.
- Café, chocolate (negro o blanco), té negro, té de canela.
- Alcohol.
También es mejor evitar las frutas que no estén maduras.
Otros tratamientos sin cirugía
Existen otros tratamientos que no requieren cirugía y que se usan para hemorroides de grado II y algunas de grado III:
- Ligadura con bandas: Se coloca una pequeña banda elástica en la base de la hemorroide para cortar su circulación, haciendo que se seque y se caiga. Es uno de los métodos más efectivos.
- Fotocoagulación: Se usan rayos infrarrojos o láser para quemar las hemorroides.
- Escleroterapia: Se inyecta una sustancia química que hace que el tejido de la hemorroide se encoja.
- Crioterapia: Se usa frío extremo para congelar las hemorroides.
- Desarterialización hemorroidal transanal (THD): Un procedimiento que reduce el flujo de sangre a las hemorroides.
- Procedimiento para prolapso y hemorroides (PPH): Se usa una grapadora especial para reposicionar el tejido y disminuir la sangre que llega a las hemorroides.
Tratamiento con cirugía
La cirugía se considera cuando los cambios en los hábitos y los tratamientos sin cirugía no han funcionado, o cuando las hemorroides son de grado III o IV. La hemorroidectomía es la cirugía para quitar las venas hinchadas alrededor del ano.
Para la cirugía, se puede usar anestesia general o local. Las hemorroides se quitan y se coloca un vendaje para controlar el sangrado.
Hay diferentes tipos de cirugía:
- Técnica abierta: Se quitan las hemorroides y la herida se deja abierta para que cicatrice sola.
- Técnica cerrada: Se quita el tejido afectado y los bordes de la herida se cierran con puntos.
Otras técnicas usan grapadoras especiales que cortan y unen el tejido. También existe la hemorroidectomía con láser, que permite una recuperación más rápida, aunque no siempre es más efectiva que las técnicas tradicionales y puede ser más costosa.
Después de la cirugía, es normal sentir dolor, especialmente al ir al baño. Se recetan medicamentos para el dolor. Es importante usar agua para limpiar la zona en lugar de papel higiénico. Los baños tibios también ayudan a calmar el dolor y la picazón. La recuperación completa suele tomar unas dos semanas.
Cirugía con técnicas menos invasivas
Los tratamientos quirúrgicos menos invasivos son para pacientes con hemorroides de grado I y II, y a veces para grados III y IV. Estos procedimientos se pueden hacer sin necesidad de quedarse en el hospital. Su objetivo es eliminar o reducir las hemorroides, y la cicatrización ayuda a que los tejidos se fortalezcan, evitando que vuelvan a salir. Las complicaciones son raras y leves.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Hemorrhoid Facts for Kids