Giacomo Manzù para niños
Giacomo Manzù, cuyo nombre real era Giacomo Manzoni (nacido en Bérgamo, el 22 de diciembre de 1908, y fallecido en Roma, el 17 de enero de 1991), fue un importante escultor de Italia del siglo XX.

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Giacomo Manzù: Un Escultor Italiano Famoso
Giacomo Manzù fue el undécimo hijo de un zapatero y sacristán. Desde muy joven, mostró interés por el arte y comenzó a tallar madera.
Sus Primeros Pasos en el Arte
Durante su tiempo en el servicio militar en Verona, Manzù se acercó más al mundo del arte. Estudió con detalle las puertas de la Basílica de San Zenón y copió obras en la Academia de Bellas Artes Gian Bettino Cignaroli entre 1927 y 1928. Aunque tomó algunas clases de arte, aprendió la mayor parte de la escultura por sí mismo.
En 1929, después de una visita a París, Manzù se mudó a Milán. Allí, el arquitecto Giovanni Muzio le encargó decorar la capilla de la Universidad Católica, un trabajo que realizó entre 1931 y 1932. Durante estos años, también participó en una exposición de varios artistas.
Obras Importantes y Reconocimiento
Giacomo Manzù fue reconocido por museos y coleccionistas de todo el mundo como un artista moderno muy importante. Su trabajo fue apreciado en muchos países, incluso en la Unión Soviética, donde recibió un premio importante por su contribución a la paz en 1965. A pesar de esto, Manzù era católico y amigo cercano del Papa Juan XXIII. Por ello, le encargaron obras significativas para la Basílica de San Pedro, como un retrato del propio papa y la famosa Porta della Morte (Puerta de la Muerte).
En los Estados Unidos, el arquitecto Minoru Yamasaki le pidió que creara la obra llamada Passo di Danza para el edificio One Woodward Avenue en Detroit.
Colaboraciones y Proyectos Especiales
En 1940, Manzù obtuvo una cátedra de escultura en la Academia de Bellas Artes de Brera. Sin embargo, tuvo que dejarla debido a desacuerdos con las autoridades de la academia. Su obra Francesca Blanc ganó un premio en la Cuatrienal de Roma en 1943. Después de la guerra, regresó a trabajar en la Academia de Brera hasta 1954, y luego enseñó en Salzburgo hasta 1960. Allí conoció a Schabel, quien se convirtió en su compañera y madre de sus hijos, Giulia y Mileto. También creó la Porta dell'Amore (Puerta del Amor) para la catedral de Salzburgo entre 1955 y 1958.
Comenzó a trabajar en la Porta della Morte para la Basílica de San Pedro en la Ciudad del Vaticano, la cual terminó en 1964. Ese mismo año, Manzù se mudó a su villa en Ardea (Roma). También realizó la Porta della Pace e della Guerra (Puerta de la Paz y la Guerra) para la iglesia de San Lorenzo en Róterdam entre 1965 y 1968. Sus obras también fueron expuestas en Tokio.
En la década de 1960, Manzù trabajó como escenógrafo para óperas de compositores famosos como Ígor Stravinski (para su ópera Edipo rey en 1964), Goffredo Petrassi, Claude Debussy, Richard Wagner y Giuseppe Verdi.
Su Legado Artístico
El Monumento al partigiano en Bérgamo fue inaugurado en 1977. Muchas de sus obras se conservan en la Galería de Arte Moderno y Contemporáneo (GAMeC) de esta ciudad. En 1979, Manzù donó toda su colección de arte al Estado italiano. En 1989, en Nueva York, se inauguró su última gran obra en la fachada de la ONU: una escultura de bronce de seis metros de altura.