Ganadería incaica para niños
La ganadería incaica se refiere a cómo los antiguos habitantes de los Andes usaron a los camélidos, como las llamas y alpacas, de una manera muy importante para su economía. Estos animales, criados en grandes grupos, eran esenciales para muchas actividades en el sistema de producción de los incas. También utilizaban otras dos especies de camélidos que vivían en libertad: la vicuña y el guanaco. Los guanacos eran cazados en grandes grupos, una actividad llamada "chacos".
Para cuidar a estos animales, los incas usaban herramientas sencillas como piedras, cuchillos (llamados tumis), hachas de piedra o bronce, y sogas que ellos mismos hacían en su tiempo libre. Muchas de estas herramientas servían para cortar la lana de los camélidos, que luego eran liberados para asegurar que su número se mantuviera. Los guanacos, en cambio, eran cazados por su carne, que era muy valorada.

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Crianza de camélidos en el Imperio Inca
Los camélidos sudamericanos eran una fuente muy valiosa de recursos para los incas. Su carne se comía fresca o se secaba para conservarla, como el charqui y la chalona. Con su lana hacían hilos y tejidos. Sus huesos, cuero, grasa y excrementos tenían muchos usos: se convertían en instrumentos musicales, calzado, medicinas y abono para la tierra. También eran animales importantes en ceremonias religiosas. Los rebaños de camélidos que pertenecían a la comunidad eran cuidados por jóvenes de entre doce y dieciséis años.
En lugares donde había muchos rebaños, como el altiplano, y los pastos estaban lejos, es probable que especialistas se encargaran de su cuidado a tiempo completo. Los cronistas (escritores de la época) mencionan dos nombres en quechua para los pastores: llama michi y llama camayos. Los pastores que trabajaban para el Estado eran responsables de los animales a su cargo, y funcionarios especiales llevaban la cuenta y supervisaban todo.
¿Cómo clasificaban los incas a sus camélidos?
Un escritor de la época, José de Acosta, cuenta que en el Antiguo Perú los grupos de camélidos se dividían según el color de los animales. Había blancos, negros, pardos y "moromoros" (los de varios colores). Además, este cronista decía que los colores eran importantes para las diferentes ceremonias, según sus tradiciones. Inca Garcilaso de la Vega añade que, si una cría nacía de un color diferente, cuando crecía la enviaban al grupo que le correspondía por su color. Esta división por colores ayudaba a contarlos usando los quipus, que eran cuerdas con nudos hechas con lana del mismo color que los animales que querían contar.
Camélidos domesticados por los incas
La llama y la alpaca eran especialmente importantes para la economía andina.
- Llama: Los incas aprovechaban al máximo todo lo que la llama ofrecía. Su lana se hilaba para hacer ropa para la gente de la sierra, mientras que los habitantes de la costa usaban el algodón. Su carne se comía fresca o se secaba al sol para hacer charqui, lo que permitía guardarla por mucho tiempo en almacenes. También se les sacaba un poco de sangre de una vena en la quijada para preparar una comida especial. Los cueros se usaban para hacer cuerdas, sandalias y otros objetos. Además, su excremento seco era un excelente combustible, especialmente en las alturas donde no había árboles para leña.
- Quizás uno de los usos más valorados de la llama era como animal de carga. Podía llevar hasta 40 kilos de peso y moverse fácilmente por los caminos empinados de las montañas. Las caravanas de llamas estaban formadas principalmente por machos. Para viajes largos, como entre el Collao y la costa, preferían a "machos jóvenes" de unos dos años. La caravana viajaba desde la mañana hasta el mediodía, deteniéndose en lugares con agua y pastos. Cuidar a los animales no era difícil, ya que solo comían los pastos que encontraban en el camino. Los animales se alimentaban por la tarde y rumiaban por la noche. Finalmente, también eran usadas en ceremonias y sus órganos servían para predecir el futuro.
- Alpaca: La alpaca proporcionaba principalmente su lana, que era de muy buena calidad, aunque no tan fina como la de la vicuña. Con esta lana se hacían los tejidos más finos y lujosos. Los pastizales necesarios para criarlas se manejaban de forma similar a las tierras de cultivo. Los ayllus (comunidades) tenían pastos para sus animales, al igual que los curacas (jefes locales), los grandes señores de las regiones, los lugares sagrados (huacas) y los pastos especiales del Inca. Tanto las investigaciones arqueológicas como los documentos antiguos muestran que había grupos de camélidos en la costa mucho antes de que los incas la conquistaran. Estos animales debieron alimentarse en las lomas (colinas con vegetación estacional) y en los bosques de algarrobos, que hoy están casi desaparecidos. Cuando las lomas se secaban, los animales comían las vainas de los algarrobos.
Camélidos no domesticados por los incas
La vicuña y el guanaco no habían sido domesticados en la época de los incas.
- Vicuña: Los cronistas dicen que a las vicuñas nunca se les mataba. De ellas se buscaba obtener su lana, que era muy apreciada. La ropa del inca y la que se usaba para ofrendas se hacía con esta lana. Eran cazadas mediante los "chacos" (cacerías colectivas) para cortarles la lana y luego eran liberadas. Así se aseguraban de que su número se mantuviera.
- Guanaco: El guanaco era el camélido más extendido geográficamente, ya que se encontraba desde las zonas cercanas al ecuador hasta la Tierra del Fuego. Sobre los guanacos, el cronista Pedro Cieza de León señala que se cazaban para hacer charqui, que se guardaba en los almacenes "para alimentar al ejército". Eran cazados por su carne, al ser esta muy apreciada.
¿Cómo era el consumo de carne en el Imperio Inca?
Un documento de la visita de Garci Diez de San Miguel a la provincia de Chucuito nos da información interesante sobre la riqueza ganadera de esa región. Por ejemplo, un habitante común podía tener hasta mil camélidos, mientras que un señor importante podía llegar a tener hasta cincuenta mil. La ganadería fue una fuente muy importante de riqueza en los tiempos prehispánicos.
Los cronistas indican que se comía la carne de todos los camélidos, pero debido a las reglas para su matanza, su consumo debió haber sido un lujo. Es probable que la gente común solo tuviera acceso a carne fresca en el ejército o en ocasiones especiales, cuando se repartían los animales usados en ceremonias.
Durante la época de la Colonia, los pastos comenzaron a desaparecer o a empobrecerse debido a la gran cantidad de animales que trajeron los españoles y sus hábitos alimenticios. El ambiente andino cambió mucho con la llegada de los animales domésticos con la Conquista.
Crianza de otros animales en el Imperio Inca
Los animales domesticados en el Imperio Inca fueron principalmente los camélidos. También domesticaron al cuy o cobayo. Aunque no se han encontrado muchas pruebas de cuyes en los Andes, se cree que su domesticación era menor o en pocas cantidades. Hoy en día, el cuy es parte de la alimentación de los pueblos andinos. De igual forma, los patos eran criados en casa en el incanato, ya que el consumo de su carne era muy valorado.
Según los escritos de la colonización española, los habitantes de la selva alta, llamados entonces "indios yuncas", criaban animales mansos y domésticos como los cuyes y pavos.