Emblema para niños
Un emblema era una especie de rompecabezas visual muy popular entre los siglos XV y XVIII. Consistía en una imagen misteriosa acompañada de una frase o leyenda. Juntos, la imagen y la frase daban una pista para descubrir un significado moral o una enseñanza oculta, que luego se explicaba con más detalle en un texto, ya fuera en verso o en prosa. La palabra "emblema" viene del griego y significa "lo que está puesto dentro o encerrado".
Contenido
¿Cómo surgieron los emblemas?
Los emblemas nacieron gracias a un abogado italiano llamado Andrea Alciato. Él escribió 99 poemas cortos en latín, y a cada uno le puso un título. Su obra llegó a manos de un impresor llamado Steyner, quien tuvo la idea de añadir un dibujo a cada poema. Así, en 1531, se publicó en Augsburgo el libro Emblematum liber.
Este libro fue un gran éxito, ¡se hicieron más de 175 ediciones! Pronto, otros autores como Claude Paradin y Paolo Giovio lo imitaron o escribieron sobre él. Con el tiempo, se crearon muchos libros de emblemas, y este tipo de arte se hizo muy conocido.
¿Cómo se forma un emblema?
Un emblema clásico tiene tres partes principales:
La imagen o figura
La figura (también llamada pictura o cuerpo del emblema) es la imagen principal. Generalmente era un grabado, pero también podía ser una pintura o un bordado. Esta imagen era muy importante porque ayudaba a que la enseñanza moral se quedara grabada en la memoria de quien la veía.
A veces, en algunos libros, sobre todo en España, no se incluía la imagen. Esto podía ser porque preferían que el lector la imaginara con la descripción, o simplemente porque era muy caro encontrar artistas que hicieran los grabados.
El título o lema
El título (conocido como inscriptio o motto) es una frase corta, a menudo un poco misteriosa, casi siempre en latín. Era como el "alma" del emblema, dando una pista para entender el significado de la imagen. El título solía colocarse encima de la imagen o dentro de ella, en una especie de cinta. Muchos de estos títulos venían de frases famosas de autores clásicos, de la Biblia o de pensadores importantes.
El texto explicativo
El texto explicativo (llamado subscriptio o epigramma) es la parte que une el significado de la imagen con el título. Aquí se explica la enseñanza moral que el emblema quería transmitir. A menudo, esta explicación se hacía en verso, usando poemas cortos. Al principio, estos poemas solían ser en latín, pero con el tiempo se empezaron a usar más los idiomas de cada país. A veces, después del poema, se añadía una explicación más larga en prosa, como si fuera un pequeño discurso moral.
¿Cómo evolucionaron los emblemas?
La imprenta ayudó mucho a que los libros de emblemas se extendieran por todas partes. Al principio, los emblemas trataban temas generales de moral y enseñanza para cualquier persona. Luego, evolucionaron para enseñar cosas más específicas, como la educación de príncipes o temas religiosos.
Los motivos de los emblemas eran muy variados: algunos se inspiraban en la naturaleza (plantas), otros en la vida animal (animales de tierra, mar y aire), en la mitología clásica, en la historia, en la Biblia o en objetos cotidianos. Todos ellos servían para fijar una enseñanza moral en la memoria.
En España, al principio, fue difícil producir libros de emblemas impresos por la falta de grabadores. Por eso, las primeras veces que se vieron emblemas en España fue en las fiestas públicas. Se usaban en decoraciones temporales para celebrar la llegada de reyes o funerales importantes. Aunque estas decoraciones desaparecían, las descripciones de ellas nos muestran que los emblemas ya se usaban mucho antes de que se publicaran libros de emblemas españoles.
Durante el siglo XVI, lo que más interesaba de los emblemas era su utilidad para enseñar. Las imágenes tenían un gran poder para convencer y eran una herramienta para mostrar el camino de la virtud. Por ejemplo, los jesuitas enseñaban a sus alumnos a crear emblemas. Así, una persona culta de esa época debía conocer y usar referencias y símbolos. Pintores, poetas y personas de la corte necesitaban conocer los libros de emblemas que se imprimían en ciudades como Venecia o Amberes.
Cuando llegó el siglo XVIII, el gusto por este tipo de ingenio y símbolos empezó a desaparecer, y los emblemas cayeron en desuso.
Autores españoles de emblemas
El libro original de Alciato se tradujo a varios idiomas, incluyendo el español, por Bernardino Daza. También fue comentado por importantes pensadores españoles como Diego López y Juan de Mal Lara.
En España, la literatura de emblemas tuvo un fuerte contenido moral y religioso. Algunos autores, como Diego de Saavedra Fajardo y Juan de Solórzano Pereira, usaron los emblemas para enseñar a príncipes y gobernantes cómo gobernar bien, siempre con un enfoque moral.
Entre los autores españoles más conocidos de emblemas se encuentran Juan de Borja y Castro, Juan de Horozco y Covarrubias, Hernando de Soto, Sebastián de Covarrubias y Orozco, Juan Francisco de Villava, Diego de Saavedra Fajardo y Juan de Solórzano Pereira. También es notable el caso de Antonio de Lorea, quien organizó sus emblemas dentro de una historia.
Los emblemas en la arquitectura
A veces, los emblemas no solo estaban en libros, sino que también se incorporaban a edificios o a decoraciones temporales. Un ejemplo famoso son los Siete emblemas de la Universidad de Salamanca, que se encuentran en la fachada de la universidad desde el siglo XVI.
Colecciones de emblemas importantes
Aquí tienes algunos ejemplos de colecciones de emblemas que se publicaron:
- Alciato, Andrea (traducido por B. Daza Pinciano), Los Emblemas traducidos en rhimas españolas (Lyon 1549)
- Borja, Juan de, Empresas Morales (Praga 1581)
- Covarrubias y Horozco, Sebastián, Emblemas morales (Madrid 1610)
- Saavedra Fajardo, Diego de, Idea de un príncipe político cristiano (Milán 1642)
- Soto, Hernando de, Emblemas moralizadas (Madrid 1599)
Galería de imágenes
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Emblema CIV.gif
Grabado del emblema CIV del Emblematum liber (1531) de Andrea Alciato que representa a Ícaro.
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Emblema xilográfico extraído de Le Théâtre des bons engins de Guillaume de La Perrière, 1545.
Véase también
En inglés: Emblem Facts for Kids