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Eduardo Nicol para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Eduardo José Gregorio Nicol i Franciscá
Información personal
Nacimiento 13 de diciembre de 1907
Barcelona, España
Fallecimiento 6 de mayo de 1990
México
Nacionalidad español Mexicano
Educación
Educado en Universidad Nacional Autónoma de México
Información profesional
Ocupación filósofo
Estudiantes doctorales Ricardo Horneffer y Juliana González Valenzuela
Género fenomenología dialéctica
metafísica
Distinciones Premio Universidad Nacional en Humanidades (1986)

Eduardo José Gregorio Nicol i Franciscá (nacido en Barcelona, España, el 13 de diciembre de 1907 y fallecido en México el 6 de mayo de 1990), conocido como Eduardo Nicol, fue un importante filósofo de origen español que se nacionalizó mexicano. La mayor parte de sus escritos los realizó en español.

Nació en Barcelona y estudió filosofía en la Universidad de Barcelona. Allí también dio clases. Fue parte de una organización de maestros y participó en un conflicto importante en su país. En 1939, tuvo que salir de España y se fue a Francia. Luego, en mayo de ese mismo año, viajó en un barco llamado Sinaia hacia México, llegando a Veracruz el 13 de junio.

Al año siguiente de llegar a México, Eduardo Nicol comenzó a trabajar en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde permaneció por más de 50 años. En la UNAM, completó sus estudios y obtuvo su doctorado en filosofía. En 1940, se hizo ciudadano mexicano.

En 1955, fundó la revista anual de filosofía llamada «Diánoia». Más tarde, recibió el título de profesor emérito de la UNAM, un reconocimiento por su destacada trayectoria. También fue uno de los fundadores del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM. En 2012, la biblioteca personal de este pensador del siglo XX fue añadida a la colección de la universidad.

¿Qué ideas tenía Eduardo Nicol?

Eduardo Nicol se interesó en la filosofía a través de la psicología, que estudia cómo pensamos y sentimos. Él creía que vivir significa estar en muchas situaciones diferentes que cambian constantemente. Algunas situaciones son fundamentales para todos los seres humanos, otras nos recuerdan que tenemos límites, y algunas son permanentes, mientras que otras, como las económicas o sociales, no lo son.

Su pensamiento se basaba en la idea de la expresión. Nicol propuso que el conocimiento es también un "reconocimiento", donde las personas identifican eventos y objetos como una realidad compartida. Esto ayuda a entender que no hay una separación total entre lo que pensamos individualmente (subjetividad) y lo que es real para todos (objetividad).

La Metafísica y el Ser

La filosofía de Eduardo Nicol es principalmente una metafísica. Esto significa que busca entender los fundamentos del ser (lo que existe) y del conocer (cómo sabemos lo que existe). Su enfoque se llama fenomenológico-dialéctico. Para él, la Metafísica es la ciencia que estudia el ser y el conocer.

Nicol decía que el ser que conoce es el "ser de la expresión". La expresión es la forma en que se manifiesta lo que somos como humanos (todos expresamos) y cómo somos individualmente (cada uno expresa su propia manera de ser). El principio más importante de su sistema es: el ser está a la vista. Esto significa que lo que existe se nos muestra directamente.

Según Nicol, no hay una separación entre una realidad que cambia y un ser que es único y estático. El ser se nos presenta al mismo tiempo como algo unido y como algo que cambia con el tiempo. Además, no hay una separación entre las opiniones comunes y el conocimiento científico; incluso en las opiniones, antes de usar un método científico, puede haber una forma básica de verdad.

Para entender que "el ser está a la vista", debemos dejar de pensar que para conocer el ser hay que ignorar lo que vemos o que solo la ciencia nos da conocimiento. El ser se nos muestra de dos maneras muy diferentes: la humana y la no humana. Conocer un mineral o una planta es distinto a conocer a una persona o su cultura. En la naturaleza, las cosas ocurren por necesidad; en los humanos, hay libertad. Aunque lo humano necesita una base natural, también la supera. El espíritu no es algo inmaterial, ni se explica solo por la naturaleza.

El principio de lo humano es la libertad. Sin embargo, Nicol notó que en nuestra época, la humanidad y la cultura a menudo se usan como herramientas para satisfacer necesidades básicas. Esto hace que las personas se vuelvan como máquinas, perdiendo lo más propio de su ser. Nicol se preguntaba si este proceso podría revertirse. Él creía que el ser humano debe vivir y morir ejerciendo su libertad, y que seguir haciendo filosofía es importante para enfrentar los desafíos de la humanidad.

El Ser y la Historia

El pensamiento de Nicol sobre el ser y la historia es una respuesta a la idea de que todo debe ser práctico y útil, que era muy común en el siglo XX. Él pensaba que la vida estaba siendo dominada por una forma de pensar que hacía al hombre menos humano y le quitaba su capacidad de dialogar y crear.

Para Nicol, la idea fundamental del ser humano es que somos libres por necesidad y nuestro destino es formarnos a nosotros mismos. La historia de la verdad es una forma continua de mostrar y explicar cómo el ser tiene una estructura temporal y cómo el ser humano necesita construirse a sí mismo.

Cuando la idea de "dar razón libremente" del mundo se cambia por la "razón de fuerza mayor" (que significa hacer las cosas solo por necesidad o utilidad), el ser humano pierde su individualidad y su capacidad de formarse. Se vuelve indiferente, parte de una masa, sin recordar el pasado ni tener planes para el futuro. La "razón de fuerza mayor" hace que el ser humano solo busque sobrevivir, perdiendo la comunicación con los demás y con el mundo, y cambiando la búsqueda de la verdad por la simple utilidad.

Nicol creía que si la razón se usa solo para explotar la realidad y obtener beneficios, se convierte en una técnica productiva y mecanizada, dominada por la necesidad. Sin embargo, la historia depende del ser humano. Mientras el problema de la libertad siga presente y el ser humano se vea a sí mismo como creador de su propia vida, la razón instrumental no podrá dominar la búsqueda de la verdad.

El Ser y el Lenguaje

La Metafísica de Nicol se basa en la idea de que todo lo que decimos se refiere a la realidad o al ser. Por eso, su filosofía se apoya en la comunicación que permite el lenguaje. El lenguaje es la herramienta con la que el ser humano le da sentido a la realidad y a los demás.

La expresión es un elemento fundamental que muestra cómo los atributos del ser humano se complementan y cómo nos integramos con el mundo. La expresión es comunicativa: nos habla de lo humano en general, del individuo en particular y de lo que nos rodea.

La expresión también es el lugar desde donde el ser humano muestra su deseo de completarse, aunque nunca lo logre del todo. Podemos dar sentido a la presencia del ser, pero la expresión nos hace conscientes de nuestra condición de seres temporales e históricos, con límites, frente a la idea de eternidad. Así, el ser humano se mueve entre lo que ya existe y lo que es posible; entre lo que puede nombrar y a lo que le da sentido, mientras se completa a sí mismo. El ser se crea junto con los demás en una relación de complemento y significado.

Con la aparición del logos (la palabra, la razón), Nicol dice que el Ser comienza a hablar de sí mismo, se hace presente a través de la palabra. Sin el logos, el Ser, la materia y la realidad serían lo mismo. Es en el lenguaje donde también se distingue lo que existe. El lenguaje es el lugar común de la diferencia.

Su legado en la filosofía

Eduardo Nicol intentó renovar la Metafísica, establecer una base común para la ciencia, y mostrar cómo la verdad y la expresión, o la verdad y la historia, pueden ser compatibles. También desarrolló su propia filosofía de la historia y una ontología (estudio del ser) de lo humano.

Dejó como herencia para la filosofía del siglo XXI tres obras importantes: El porvenir de la filosofía, La reforma de la filosofía y La revolución de la filosofía (Crítica de la razón simbólica). En ellas, Nicol analiza la situación del ser humano en un mundo dominado por la necesidad, que pone en peligro la libertad. También habla de la importancia de recuperar el propósito original de la ciencia y la filosofía, y finalmente, propone una revolución del pensamiento filosófico que consiste en reconocer que el ser se nos muestra como un fenómeno, como "lo que está a la vista".

Obras importantes

La obra filosófica de Nicol muestra una profunda reflexión, un conocimiento directo de las fuentes y un pensamiento original y fuerte. Fue un filósofo riguroso y un escritor claro y elegante. Aquí están algunas de sus obras:

  • Psicología de las situaciones vitales (1941)
  • La idea del hombre (1946)
  • Historicismo y existencialismo. La temporalidad del ser y la razón (1950)
  • La vocación humana (1953)
  • Metafísica de la expresión (1957)
  • El problema de la filosofía hispánica (1961)
  • Los principios de la ciencia (1965)
  • El porvenir de la filosofía (1972)
  • La primera teoría de la praxis (1978)
  • La reforma de la filosofía (1980)
  • La agonía de Proteo (1981)
  • Crítica de la razón simbólica. La revolución en la filosofía (1982)
  • Ideas de vario linaje (1990)
  • Formas de hablar sublimes: poesía y filosofía (1990)
  • Las ideas y los días. Artículos e inéditos 1939-1989 (2007)
  • Símbolo y verdad (2007)
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