Convento de San Diego (Sevilla) para niños
Datos para niños Convento de San Diego |
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País | ![]() |
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Localidad | Sevilla | |
Uso | convento | |
El Convento de San Diego de Alcalá fue un importante edificio religioso que se encontraba en las afueras de Sevilla, en Andalucía, España. Perteneció a la Orden de Frailes Menores Descalzos de San Francisco desde finales del siglo XVI hasta finales del siglo XVIII.
Historia del Convento de San Diego
¿Cuándo se construyó el Convento de San Diego?
La construcción del convento comenzó en el año 1580. Fue una iniciativa del ayuntamiento de la ciudad, que aportó los terrenos y el dinero necesario. Estos terrenos estaban cerca de donde más tarde se construiría el Palacio de San Telmo.
La construcción del convento duró 28 años. Durante ese tiempo, los frailes vivieron en diferentes lugares de Sevilla. La iglesia del convento se terminó en 1592. El convento fue dedicado a San Diego de Alcalá, un fraile franciscano del siglo XV que fue reconocido como santo en 1588.
La relación del Convento con la ciudad
El ayuntamiento de Sevilla participaba activamente en las celebraciones religiosas del convento. Por ejemplo, asistían a las fiestas del Día de San Diego. También, durante las ceremonias de Semana Santa, un representante del ayuntamiento llevaba las llaves del sagrario, mostrando la cercanía entre la ciudad y el convento.
Cambios en la organización de los frailes
Al principio, el Convento de San Diego formaba parte de una provincia franciscana llamada San José. Sin embargo, a finales del siglo XVI, pasó a la provincia de San Gabriel. El ayuntamiento de Sevilla intentó que el convento regresara a la provincia de San José, pero la decisión de que permaneciera en San Gabriel fue confirmada por la Santa Sede.
En 1620, los franciscanos crearon una nueva provincia llamada San Diego o Bética, que abarcaba Andalucía y el norte de África. Este convento de Sevilla se convirtió en el más importante de esta nueva provincia.
Personajes importantes del Convento
En 1648, el convento albergaba a 45 frailes. Uno de ellos fue Fray Juan de San Buenaventura, quien fue el primer líder de la provincia de San Diego. Fray Juan falleció en Marruecos en 1631. En 1728, fue reconocido como beato por la Santa Sede, lo que llevó a varias celebraciones religiosas en Sevilla, incluyendo una procesión con su imagen.
El Convento y las inundaciones
El convento sufrió varias inundaciones a lo largo de su historia, en los años 1603, 1618 y 1784. La inundación de 1784 causó muchos daños. Por ello, los frailes pidieron al rey Carlos III de España que les permitiera trasladarse a otro edificio.
El rey les concedió el Noviciado de San Luis, que estaba vacío. Los frailes se mudaron allí ese mismo año. Sin embargo, en 1810, durante la invasión francesa de Sevilla, fueron expulsados. Regresaron en 1812, pero en 1816 tuvieron que dejar el edificio para devolverlo a sus antiguos dueños.
Después de esto, los frailes se trasladaron a una casa en la calle Imperial. En 1819, se les concedió el antiguo Convento de San Antonio Abad como su nueva sede. Durante el Trienio Liberal (1820-1823), una ley obligó a cerrar los conventos con menos de 24 miembros. Por ello, estos frailes se mudaron al Convento de San Pedro de Alcántara. En 1823, regresaron al Convento de San Antonio Abad, que finalmente fue cerrado en 1835.
¿Qué pasó con el edificio original del Convento de San Diego?
En 1784, el rey Carlos III entregó el edificio del Convento de San Diego a un empresario llamado Nathan Wetherell. Él lo transformó en una fábrica de curtido de pieles, aunque la iglesia del convento se mantuvo. En 1796, otra inundación causó grandes pérdidas económicas a la fábrica.
En 1849, el palacio de San Telmo, la fábrica y los terrenos cercanos fueron vendidos al duque de Montpensier. La antigua iglesia del convento fue utilizada como capilla para el personal del palacio.
Finalmente, en 1892, la viuda del duque de Montpensier, María Luisa Fernanda de Borbón, donó los terrenos al ayuntamiento. En 1893, todo el edificio del convento fue demolido para crear un parque público en esa zona.
El retablo mayor del Convento
El retablo mayor de la iglesia del convento fue una obra de arte muy importante. Fue diseñado por Gaspar Nuñez Delgado y construido por Diego López Bueno. Contaba con esculturas de Diego Deza.
En la parte superior del retablo había una escultura del Padre Eterno. Debajo, una escultura de la Inmaculada. A los lados, seis esculturas de santos franciscanos. En el centro, destacaba la escultura de San Diego de Alcalá, creada por Juan Martínez Montañés en 1591. El retablo fue decorado con oro y colores por Francisco Pacheco y Juan de Uceda, y se terminó en 1606. Hoy en día, no se sabe dónde se encuentra este retablo.
Véase también
- Glorieta de San Diego (Sevilla)