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Controversia sobre el calentamiento global para niños

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La discusión sobre el cambio climático se refiere a los debates que han surgido, especialmente en los medios de comunicación, sobre la naturaleza, las causas y las consecuencias del calentamiento global causado por los seres humanos.

Algunas de las preguntas que se han debatido incluyen:

  • ¿Qué causa el aumento de la temperatura promedio del aire en el mundo, sobre todo desde mediados del siglo XX?
  • ¿Es esta tendencia de calentamiento algo nuevo o es parte de los cambios normales del clima?
  • ¿Hemos contribuido los seres humanos de manera importante a este calentamiento?
  • ¿El aumento de temperatura es real o se debe a mediciones poco precisas?

También se discuten las predicciones sobre cuánto más se calentará el planeta y cuáles serán las consecuencias de este calentamiento.

Desde los años 90, en Estados Unidos, algunos grupos de investigación con ideas conservadoras empezaron a cuestionar si el calentamiento global era un problema real. Estos grupos dudaron de la evidencia científica, sugirieron que el calentamiento global podría ser beneficioso y afirmaron que las soluciones propuestas harían más daño que bien. Algunas empresas de combustibles fósiles también han cuestionado las predicciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) y han apoyado a científicos que no están de acuerdo con la mayoría de los expertos. Sin embargo, en los últimos años, algunas de estas empresas han cambiado su postura y han pedido políticas para reducir el calentamiento global.

Por otro lado, un estudio muy completo de 2013 que analizó miles de investigaciones sobre el clima, encontró que el 97% de los científicos están de acuerdo en que el calentamiento global es causado principalmente por la actividad humana. Este estudio revisó una gran cantidad de publicaciones científicas de 21 años para ver el nivel de acuerdo sobre si las acciones humanas son la causa principal del calentamiento global actual. Las discusiones sobre los hechos científicos básicos son más comunes en los medios de comunicación que en las publicaciones científicas, donde estos temas se consideran ya resueltos. También son más comunes en Estados Unidos que en el resto del mundo.

Historia del debate sobre el clima

La opinión de la gente

En la Unión Europea, el calentamiento global ha sido un tema muy importante. Todos los países de la Unión Europea aprobaron el Protocolo de Kioto en 1997, un acuerdo para reducir los gases que causan el efecto invernadero. Muchos países europeos han tomado medidas para reducir estas emisiones desde 1990. Por ejemplo, en 1988, una líder importante de Reino Unido, Margaret Thatcher, ya hablaba de la necesidad de actuar contra el cambio climático causado por los humanos. En Alemania, el Partido Verde, que se preocupa mucho por el medio ambiente, empezó a tener influencia en el Parlamento en los años 80 y se tomaron medidas. También hubo muchas actividades de organizaciones no gubernamentales (ONG) que fueron muy efectivas.

En Europa, la idea de que los humanos influyen en el clima fue aceptada de forma más rápida y generalizada que en Estados Unidos.

Ha habido debates sobre cuánta atención y cobertura mediática se le da a cada lado de la discusión científica. Algunas personas creen que los medios deberían mostrar una variedad de opiniones, mientras que otras piensan que no se debe dar el mismo peso a ideas que no están respaldadas por la ciencia.

La siguiente tabla muestra cómo ha cambiado la percepción del público en Estados Unidos sobre la existencia e importancia del calentamiento global. En general, en el resto del mundo, la mayoría de la gente considera que el cambio climático es un problema grave.

Declaración % de acuerdo Año
La actividad humana es una causa importante del cambio climático 79 2007
El cambio climático es un problema serio 90 2006
El cambio climático es un problema serio 78 2003
Es necesario tomar medidas importantes lo antes posible 65 2007

En junio de 2007, una encuesta en el Reino Unido encontró que el 56% de los adultos creía que los científicos aún dudaban sobre el cambio climático. El estudio también sugirió que la gente pensaba que otros problemas sociales debían tener más importancia que el cambio climático. El director de estudios ambientales de la empresa que hizo la encuesta, Phil Downing, dijo que la gente había sido influenciada por los argumentos en contra.

Un presentador de ciencia canadiense, David Suzuki, informó que grupos de discusión organizados por su fundación mostraron que el público no entendía bien la ciencia detrás del calentamiento global. Esto ocurría a pesar de la publicidad reciente a través de películas como Una verdad incómoda. Un ejemplo de esta falta de comprensión es la confusión entre el calentamiento global causado por los humanos y el agotamiento de la capa de ozono u otros problemas ambientales.

En 2006, una encuesta en 15 países encontró que había una gran diferencia en la preocupación por el calentamiento global. Aproximadamente dos tercios de los japoneses (66%) y de la India (65%) dijeron que les preocupaba mucho el calentamiento global. En España (51%) y Francia (46%) también había mucha preocupación. Sin embargo, en Estados Unidos y China, los dos mayores productores de gases de efecto invernadero, la preocupación era mucho menor. Solo el 19% de los estadounidenses y el 20% de los chinos que habían oído hablar del tema dijeron que les preocupaba mucho.

Una nueva encuesta de 2007 en 47 países encontró que la gran mayoría de las personas en 25 de 37 países decían que el calentamiento global era un problema "muy grave".

Existe una diferencia notable entre la opinión de los científicos y la del público en general en Estados Unidos. Una encuesta de 2009 encontró que el 84% de los científicos decían que la Tierra se está calentando debido a actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles, pero solo el 49% de la población estaba de acuerdo.

Debates importantes

Entre el 26 de noviembre y el 7 de diciembre de 2012, se llevó a cabo en Doha (Catar) la 18.ª Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Su objetivo era establecer las bases para un acuerdo climático que asegurara que el aumento de la temperatura global no superara los 2 °C, un límite a partir del cual se considera que hay un riesgo grave de cambios peligrosos en el clima de la Tierra.

Después de más de dos semanas de negociaciones difíciles, los expertos de 194 países reunidos en Doha llegaron a acuerdos mínimos. Se extendió hasta 2020 el período de compromiso del Protocolo de Kioto, que terminaba en 2012. Esta extensión solo tenía obligaciones para muy pocos países, y Rusia, Japón y Canadá se retiraron. Además, se fijó como objetivo un acuerdo mundial más complejo para 2015 que debía incluir a Estados Unidos, China, India y Rusia.

Muchos de los argumentos en contra de la visión generalizada del calentamiento global se han relacionado con otras discusiones sobre riesgos ambientales, como el agujero de ozono o los riesgos del humo de segunda mano.

Algunos autores han señalado que la aparición de grupos de científicos, comentaristas y grupos de investigación que dudan del cambio climático podría ser un intento organizado de reemplazar el análisis científico con ideas políticas. Se ha dicho que promover dudas sobre temas que son políticos, pero no científicos, se hizo más común en ciertas administraciones. Esto también es el tema de un libro que hablaba sobre cómo la ciencia era vista de forma diferente por algunos grupos. Otro libro sobre este tema fue El Asalto a la Razón, escrito por el exvicepresidente Al Gore.

Algunos críticos del consenso científico sobre el calentamiento global han argumentado que estos temas no deben mezclarse y que referirse a ellos es un ataque personal injustificado. Sin embargo, otros han dicho que la ciencia y la política están inevitablemente conectadas.

Los científicos y el clima

El acuerdo entre científicos

Archivo:Rejection of anthropogenic global warming in scientific journals-es
El consenso científico es que el calentamiento global es causado por el ser humano.

La conclusión de que el clima se ha calentado en las últimas décadas y que este calentamiento probablemente se debe a la influencia humana ha sido apoyada por todas las Academias Nacionales de Ciencias que han emitido una declaración sobre el cambio climático. Esto incluye las academias de ciencia de los países más industrializados. Actualmente, ninguna organización científica importante a nivel nacional o internacional ha emitido una declaración en contra de esta idea. Solo una pequeña minoría de asociaciones profesionales ha emitido declaraciones que no son claras.

Los grupos ecologistas, muchos informes de gobiernos y los medios de comunicación fuera de Estados Unidos a menudo dicen que hay un acuerdo casi total en la comunidad científica que apoya la idea del calentamiento global causado por los humanos. Otros argumentan que tanto los que apoyan como los que se oponen han sido silenciados. Los opositores dicen que muchos científicos consideran que el calentamiento global "no está probado" o que la ciencia se basa en hechos y no en encuestas de opinión.

En 1997, se presentó una petición llamada "Científicos del mundo llamando a la acción" para pedir a los líderes mundiales que negociaran el Protocolo de Kioto. La declaración afirmaba: "Existe un amplio acuerdo entre los científicos del clima del mundo de que ahora hay 'una influencia humana clara sobre el clima mundial'". Instaba a los gobiernos a asumir "compromisos legalmente vinculantes para reducir las emisiones de gases que atrapan el calor" y calificaba el "calentamiento global" como una de las amenazas más graves para el planeta y las futuras generaciones. Esta petición fue organizada por la Unión de Científicos Preocupados y fue firmada por "más de 1500 científicos importantes y distinguidos del mundo, incluyendo la mayoría de los premios Nobel de ciencia".

El 29 de abril de 2008, un periodista ambientalista, Richard Littlemore, descubrió una lista de "500 científicos con dudas documentadas sobre el calentamiento global causado por los humanos" distribuida por el Instituto Heartland. Se encontró que al menos 45 científicos en esa lista no sabían que estaban incluidos ni estaban de acuerdo con el contenido. Muchos de ellos pidieron al Instituto Heartland que eliminara sus nombres de la lista.

El IPCC

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, en un comunicado de prensa del 27 de septiembre de 2013, concluyó que la influencia humana en el clima es clara y ha sido la causa principal desde mediados del siglo XX. Estos expertos basan sus afirmaciones en un mayor número de observaciones de mejor calidad, mejores modelos climáticos y una mejor comprensión de cómo responde el sistema climático. Según Thomas Stocker, copresidente de uno de los grupos de trabajo del IPCC, "las proyecciones indican que para finales del siglo XXI es probable que la temperatura global de la superficie sea 1,5 °C más alta que en el período entre 1850 y 1900". Estas predicciones se basan en cuatro posibles escenarios de concentraciones futuras de gases de efecto invernadero y aerosoles, cubriendo una amplia gama de futuros posibles. El informe evaluó el cambio a nivel global y regional para el principio, la mitad y el final del siglo XXI, previendo aumentos de temperatura entre 1,5 °C y 4,5 °C para el año 2100. Advirtió de graves consecuencias si los gobiernos y la población no actúan de manera "decidida" para reducir estos efectos.

En 2014, el IPCC publicó su quinto Informe de Evaluación (AR5).

En 2001, dieciséis Academias Nacionales de Ciencias hicieron una declaración conjunta sobre el cambio climático. En esa declaración, las academias de ciencia apoyaron el trabajo del IPCC:

El informe del IPCC representa el acuerdo de la comunidad científica internacional sobre la ciencia del cambio climático. Reconocemos al IPCC como la fuente más confiable de información sobre el cambio climático y sus causas, y estamos de acuerdo con su método para llegar a este consenso. A pesar de un mayor acuerdo sobre la ciencia que respalda las predicciones del cambio climático global, han surgido dudas recientemente sobre la necesidad de reducir los riesgos que plantea el cambio climático global. No consideramos que tales dudas estén justificadas.

Muchas otras Academias y Organizaciones Científicas apoyan las conclusiones del IPCC.

El trabajo del IPCC ha generado debates y críticas, incluso de algunos expertos invitados por el IPCC para presentar informes o participar en sus grupos.

Algunos críticos han dicho que el IPCC no incluyó resultados científicos que ponían en duda el calentamiento global. Otros han señalado un posible conflicto de intereses en el proceso de evaluación del IPCC, ya que "los mismos individuos que están investigando el papel de los humanos en el sistema climático también dirigen la evaluación". Sin embargo, es difícil evitar esto, ya que los científicos con suficiente conocimiento para participar en el IPCC son los mismos que han realizado investigaciones importantes en el campo.

Un investigador de huracanes, Christopher Landsea, se retiró de una parte del IPCC porque sentía que el proceso estaba "motivado por agendas preconcebidas y científicamente poco sólidas". El IPCC respondió que "los científicos individualmente pueden hacer lo que deseen por sus propios derechos, siempre y cuando no se diga nada en nombre del IPCC".

En 2005, un comité de un parlamento señaló que tenían "algunas preocupaciones sobre la objetividad del proceso del IPCC, con algunos de sus escenarios de emisiones y la documentación resumida aparentemente influenciados por consideraciones políticas". Dudaron de los escenarios de altas emisiones y de que se hubieran "subestimado" los aspectos positivos del calentamiento global. Las principales afirmaciones de este comité fueron rechazadas por el gobierno del Reino Unido y por el Informe Stern.

Un científico que contribuyó a los informes del IPCC, John Christy, escribió sobre la dificultad de establecer un acuerdo científico exacto sobre la acción humana en el cambio climático:

A los autores que contribuyeron se les pidió esencialmente que aportaran algo de texto al principio y que revisaran los dos primeros borradores. No tenemos ningún control sobre las decisiones de edición. A los aproximadamente 2.000 revisores se les concede aún menos influencia. Por lo tanto, decir que 800 autores contribuyentes o 2.000 revisores llegan a un consenso sobre todo, describe una situación que no es la realidad.

Y más tarde escribió:

He escrito varios artículos sobre la precisión de nuestros registros climáticos. El impacto de las propuestas de Kioto será demasiado pequeño para que los científicos lo midan, debido a las variaciones naturales del clima y la falta de precisión en nuestro sistema de observación. En otras palabras, no podremos decir a los legisladores con mucha confianza que las regulaciones específicas lograrán algo en términos de clima en este país o en el mundo. Además, el sistema climático es extremadamente complicado y realmente no puede ajustarse para obtener resultados predecibles.

Mientras que algunos críticos han argumentado que el IPCC sobreestima el calentamiento global, otros han dicho lo contrario. David Biello, de la revista Scientific American, sostiene que, debido a la necesidad de llegar a un acuerdo entre los representantes de los gobiernos, los informes del IPCC dan estimaciones conservadoras de la magnitud probable y de los efectos del calentamiento global. El climatólogo James Hansen argumentó que el IPCC subestima seriamente el riesgo de un aumento del nivel del mar de varios metros, lo suficiente para inundar muchas zonas bajas. Otro científico, Roger A. Pielke Sr., también ha dicho que "los humanos están alterando significativamente el clima global, pero de varias maneras diferentes más allá del efecto del CO2. Las evaluaciones del IPCC han sido demasiado conservadoras al reconocer la importancia de esta influencia humana en el clima que altera el clima regional y mundial".

En 2008, se publicó un informe del Senado de Estados Unidos por miembros de la minoría de un comité, liderados por un opositor al cambio climático. Este informe, que pretendía resumir el desacuerdo científico con el IPCC, fue criticado por la cantidad de personas que figuraban en él, si realmente eran científicos y si apoyaban las posiciones que se les atribuían.

Gases de efecto invernadero

Archivo:Climate Change Attribution
Reproducción de los registros de temperatura usando forzantes históricos.

Existen diferentes tipos de contaminación, tanto visibles como invisibles, que contribuyen al calentamiento global. La atribución del cambio climático reciente discute cuánto calentamiento global se debe a los gases de efecto invernadero (GEI) producidos por los humanos. La relación entre el CO2 y la temperatura es parte de esta evidencia. Sin embargo, un argumento en contra de las afirmaciones sobre el calentamiento global por el aumento de los niveles de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero es que no hay una relación directa con el calentamiento global.

Otros contaminantes relacionados con el cambio climático son el dióxido de azufre, uno de los componentes de la niebla tóxica. Una de sus características principales es que, junto con otros químicos, causa la lluvia ácida. Los países industrializados han tomado medidas para reducir los niveles de dióxido de azufre, la niebla tóxica y el humo para mejorar la salud de sus habitantes. Sin embargo, un resultado no previsto hasta hace poco es que niveles más bajos de dióxido de azufre podrían, de hecho, empeorar el calentamiento global. Otros contaminantes incluyen el monóxido de carbono, el metano y los óxidos de nitrógeno.

Cambios en la actividad del Sol

Archivo:Temp-sunspot-co2
Temperaturas promedio de temperaturas atmosféricas mundiales, CO2, atmosférico y actividad solar desde 1850. Líneas gruesas para temperatura y actividad solar representan la “regresión local” sobre 25 años promediado de los datos crudos.

Se han propuesto varias ideas para relacionar los cambios de temperatura en la Tierra con los cambios en la actividad del Sol, pero han sido refutadas por algunos físicos. La comunidad científica ha sido escéptica, en parte porque las teorías de este tipo han cambiado mucho a lo largo del siglo XX.

Sami Solanki, director de un instituto de investigación en Alemania, ha dicho:

El Sol está en su punto más alto de actividad en los últimos 60 años, y puede estar afectando ahora las temperaturas globales (...) Las dos cosas: un Sol más brillante y niveles más altos de los llamados «gases de efecto invernadero», han contribuido al cambio de la temperatura de la Tierra, pero es imposible decir cuál de los dos tiene una incidencia mayor.

Algunos científicos han relacionado los registros históricos de manchas solares con los cambios de temperatura. Han observado que cuando ha habido menos manchas solares, la Tierra se ha enfriado (como en el Mínimo de Maunder y la Pequeña Edad de Hielo), y cuando ha habido más manchas solares, la Tierra se ha calentado. Sin embargo, como el estudio de las manchas solares solo comenzó en 1700, la relación con períodos cálidos anteriores es solo una suposición.

Las teorías sobre la influencia solar suelen defender uno de los siguientes puntos:

  • Los cambios en la radiación solar afectan directamente el clima. Esto se considera poco probable, ya que estas variaciones parecen ser pequeñas.
  • Los cambios en la parte ultravioleta de la radiación solar tienen un efecto. La componente UV varía más que el total.
  • Efectos indirectos causados por cambios en los rayos cósmicos (que son afectados por el viento solar, el cual es afectado por el flujo solar), como cambios en la cantidad de nubes.

Aunque a menudo se encuentran relaciones, el mecanismo detrás de estas relaciones es objeto de discusión. Muchas de estas explicaciones especulativas no han resistido el paso del tiempo.

En 1991, Knud Lassen y su colega Eigil Friis-Christensen, de Dinamarca, encontraron una relación importante entre la duración del ciclo solar y los cambios de temperatura en el Hemisferio Norte. Inicialmente usaron mediciones de temperaturas y recuentos de manchas solares desde 1861 hasta 1989, y luego encontraron que los registros climáticos de cuatro siglos atrás apoyaban sus hallazgos. Esta relación parecía explicar aproximadamente el 80% de los cambios en las mediciones de temperatura durante ese período.

Sin embargo, en el año 2000, la revista New Scientist informó que Lassen y el astrofísico Peter Thejil habían actualizado la investigación de Lassen de 1991 y habían encontrado que, aunque los ciclos solares son responsables de casi la mitad del aumento de temperatura desde 1900, no logran explicar un aumento de 0,4 °C desde 1980:

Las curvas se separan a partir de 1980 y se trata de una desviación sorprendentemente grande. Algo más está actuando sobre el clima. [...] Tiene las «huellas digitales» del efecto invernadero.

Más tarde, en el mismo año, Peter Stoff y otros investigadores del Centro Hadley, en el Reino Unido, publicaron un artículo con el modelo de simulación más completo hasta la fecha sobre el clima del siglo XX. Su estudio consideró tanto los factores naturales (cambios solares y erupciones volcánicas) como los factores causados por los humanos (gases de efecto invernadero y aerosoles de sulfato). Al igual que Lassen y Thejil, encontraron que los factores naturales explicaban el calentamiento gradual hasta aproximadamente 1960, seguido de un regreso a las temperaturas de finales del siglo XIX.

Sin embargo, estos factores por sí solos no podían explicar el calentamiento de las últimas décadas. De manera similar, los factores causados por los humanos, por sí solos, no eran suficientes para explicar el calentamiento entre 1910 y 1945, pero eran necesarios para simular el calentamiento desde 1976. El equipo de Stott encontró que al combinar todos estos factores se podía obtener una simulación muy cercana a la realidad de los cambios de temperatura globales a lo largo del siglo XX. Predijeron que las emisiones continuas de gases de efecto invernadero podrían causar aumentos de temperatura adicionales en el futuro "a un ritmo similar al observado en las décadas recientes".

En 2008, un estudio reevaluó la influencia de los fenómenos naturales en el calentamiento, concluyendo que la actividad solar, lejos de contribuir al calentamiento, podría incluso haber enfriado ligeramente el clima.

Sensibilidad climática

La sensibilidad climática se refiere al cambio en la temperatura global promedio de la superficie que se produce después de que la concentración de CO2 en la atmósfera se duplique. El Cuarto Informe de Evaluación del IPCC estima que este valor está "probablemente en un rango de 2 a 4,5 °C, con una mejor estimación de alrededor de 3 °C".

Predicciones de temperaturas

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) informó que mantener las políticas actuales llevaría a un calentamiento global de 3.5 grados, mucho más alto que el objetivo internacional de dos grados. Esto tendría consecuencias muy graves, como el derretimiento del "permafrost" (una capa de hielo permanente en las regiones árticas).

Acuerdos y políticas

Protocolo de Kioto

El principal negociador de Estados Unidos en temas de cambio climático, Harlan Watson, confirmó que su país se negaba a mantener su rechazo al Protocolo de Kioto, un acuerdo internacional. Argumentó que continuar con el protocolo causaría una caída estimada del 35% en el crecimiento económico del país. El funcionario dijo: "cuando nuestra economía tiene problemas, o también la de Europa y Japón, hay consecuencias en todo el mundo".

Para sugerir que Estados Unidos implementara medidas contra el calentamiento global fuera del protocolo aprobado en 1997, destacaron la cooperación de su país con América Latina, Australia, Canadá, China, India, Italia y Japón en este tema.

Estos argumentos fueron criticados por un experto en cambio climático, Anju Sharma, quien dijo: "Estados Unidos intenta sabotear el Protocolo de Kioto y reemplazarlo con acuerdos bilaterales en los que él es el socio principal".

Financiamiento de los acuerdos

Durante la 18.ª Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, se esperaba ratificar un segundo período para el Protocolo de Kioto, pero esto recibió poca atención de los países más industrializados: Estados Unidos, Japón, Rusia y Canadá. La financiación no se concretó, ya que varios países admitieron que ni Estados Unidos ni Europa podían aportar nada en ese momento.

Véase también

  • Centro para el Estudio del Dióxido de Carbono y el Cambio Global
  • Teoría conspirativa del calentamiento global
  • Climagate
  • Controversia del gráfico de hockey
  • Escepticismo ecológico
  • Proyecto Cloud

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