Concilio de Hipona para niños
El Concilio de Hipona fue un concilio de la Iglesia Católica reunido en el año 393, en el que esta decidió el canon o lista oficial de los libros que integran la Biblia (Antiguo y Nuevo Testamento), según la lista que había sido propuesta en el Sínodo de Laodicea (363) y por el Papa Dámaso I en el año 382.
La Biblia cristiana tenía 73 libros: 46 en el Antiguo Testamento y 27 en el Nuevo Testamento, que quedaron reafirmados en el concilio debido a las dudas generadas en el siglo III debido a la inclusión de los libros deuterocanónicos, esta palabra viene de la misma raíz que el libro canónico de Deuteronomio. Los libros apócrifos, del griego 'apokrypha', <<escondidos>> se aplica a un número de libros y escritos que aparecen en la versión griega de los LXX y que las sinagogas no los considera en absoluto inspirados por el Espíritu Santo [inspiración de la Biblia,2 Tim. 3:16; 2 p. 1:21]; entre ellos del AT: Jesús Nave, Paralipomenon, dos libros de Proverbios (uno autor Salomón con Eclesiastés y Cantares), Sabiduría, Eclesiástico, Tobías, un segundo libro de Esther, Judith y dos libros de Macabeos. Resultando, sin estos libros apócrifos, en 66 total entre AT y NT.
Las causas fueron las discusiones con los judíos que sólo utilizaban los libros que consideraban canónicos. Algunos Padres de la Iglesia hicieron notar estas dudas en sus escritos —por ejemplo Atanasio (373), Cirilo de Jerusalén (386), Gregorio Nacianceno (389)—, mientras otros mantuvieron como inspirados también los deuterocanónicos —por ejemplo Basilio (379), Agustín (430) y León Magno (461).
El Concilio de Hipona en 393 reafirmó el canon establecido por el Papa Dámaso I en su decreto.
ST. DAMASO 1, PAPA, EL DECRETO DE DAMASO: También se decreta: Ahora, en efecto, debemos tratar de las divinas Escrituras: lo que la Iglesia Católica Universal acepta y lo que debe evitar. La lista del Antiguo Testamento comienza: Génesis, un libro; Éxodo, un libro: Levítico, un libro; Números, un libro; Deuteronomio, un libro; Jesús Nave, un libro; de Jueces, un libro; Rut, un libro; de Reyes, cuatro libros; Paralipomenon, dos libros; Ciento cincuenta salmos, un libro; de Salomón, tres libros: Proverbios, un libro; Eclesiastés, un libro; Cántico de los Cantares, un libro; asimismo, Sabiduría , un libro; Eclesiástico (Sirach) , un libro; Asimismo, la lista de los Profetas: Isaías, un libro; Jeremías, un libro; junto con sus Lamentaciones; Ezequiel, un libro; Daniel, un libro; Oye, un libro; Amós, un libro; Miqueas, un libro; Joel, un libro; Abdias, un libro; Jonas, un libro; Nahum, un libro; Habacuc, un libro; Sophonias, un libro; Hageo, un libro; Zacarías, un libro; Malaquías, un libro. Asimismo, la lista de historias: Job, un libro; Tobías , un libro; Esdras, dos libros; Esther, un libro; Judith , un libro; de Macabeos , dos libros.
Asimismo, la lista de las Escrituras del Nuevo y Eterno Testamento, que recibe la santa y católica Iglesia: de los Evangelios, un libro según Mateo, un libro según Marcos, un libro según Lucas, un libro según Juan. Las Epístolas del Apóstol Pablo, catorce en total: una a los Romanos, dos a los Corintios, una a los Efesios, dos a los Tesalonicenses, una a los Gálatas, una a los Filipenses, una a los Colosenses, dos a Timoteo, uno a Tito, otro a Filemón, uno a los hebreos [autor desconocido, se cree que Lucas el evangelista]. Asimismo, un libro del Apocalipsis de Juan. Y los Hechos de los Apóstoles, un libro. Asimismo, las epístolas canónicas, siete en número: del apóstol Pedro, dos epístolas; del apóstol Santiago, una epístola; del apóstol Juan, una epístola; del otro Juan, un presbítero, dos epístolas [tres epístolas del mismo apóstol Juan, no hay razón para dudar la autoría de las otras dos]; del apóstol Judas el Zelote, una epístola. Así concluye el canon del Nuevo Testamento.
Asimismo se decreta: Después del anuncio de todos estos escritos proféticos y evangélicos o así como apostólicos que hemos enumerado anteriormente como Escrituras, sobre los cuales, por la gracia de Dios, se funda la Iglesia Católica, hemos considerado que debe Se anunciará que, aunque todas las Iglesias católicas esparcidas por el mundo comprenden una sola cámara nupcial de Cristo, sin embargo, la Santa Iglesia Romana ha sido colocada a la vanguardia no por las decisiones conciliares de otras Iglesias, sino que ha recibido la primacía de las Voz evangélica de nuestro Señor y Salvador, que dice: "Tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella; y te daré las llaves del reino de los cielos". y todo lo que ates en la tierra, quedará atado en los cielos.y todo lo que desataras en la tierra, será desatado en los cielos.
Cabe la aclaratoria que el apóstol Pedro en su ministerio jamás impuso cargo más alto que el de obispo u anciano en Jerusalén. Lo dicho en cuanto a la primacía es a per se de las interpretaciones a lo largo de los tiempos en conformación del Dogma de la Iglesia católica sin reconocimiento de las otras confesiones no aceptan otro Vicario que Cristo, Cabeza y único mediador entre Dios y los hombres.
Pedro escribió"Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos", 1 Pedro 5:1. Los otros apóstoles no reconocen en Pedro una posición que ésta: "Antes por el contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión. " Gálatas 2:7. Y que Pedro en sus escritos hablando de Pablo reconoce una autoridad escritural y en revelación: "...como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición". He aquí un reconocimiento al aporte del último apóstol al cual el Señor resucitado se le había aparecido. La igualdad imperaba entre los apóstoles era al punto que el apóstol Pablo reprendió al apóstol Pedro en ocasión de seguir a los judaizantes, siendo judío y viviendo como gentil conforme la libertad en Cristo (Gál. 2:11-14).
Pedro sentó las bases sobre la verdad declarada ante el Cristo, cabeza de la Iglesia, abandonó el primer plano, y trabajó desde la oscuridad para la expansión del Evangelio. Desde entonces, desaparece de la historia, y es Jacobo quien aparece dirigiendo la Iglesia en Jerusalén (Hch. 12:17;15:13;21:18; Gá. 2:9,12)
Aproximadamente en este tiempo, San Jerónimo comenzó a utilizar el texto hebreo para su traducción del Antiguo Testamento a la Vulgata en Latín. Jerónimo se marchó a Palestina, y allí usando fragmentos latinos, hizo una traducción desde el hebreo y el griego, lenguas conocía por haberlas estudiado a propósito; sin embargo, su revisión tiene muchos errores, aunque sea un verdadero monumento de erudición. La Iglesia Católica Romana hizo de la Vulgata el texto oficial y normativo para su uso, en el Concilio de Trento. Dostrina que aún no ha cambiado de manera oficial.
La Confesión de fe de Westminster (1643) declara: <<Los libros apócrifos no son divinamente inspirados, ni forman parte del Canon de las Escrituras, no teniendo tampoco autoridad alguna en la Iglesia de Dios. No hay que considerarlos más que otra clase de escrito humano>>
Fue en 1826 que la sociedad bíblica Británica y Extrajera tomó la resolución de excluir todos los libros apócrifos de sus ediciones. Ésta decisión, sin embargo, se ha visto revocada a partir de 1968, cuando las Sociedades Bíblicas Unidas se comprometieron a una cooperación con Roma. Fruto de ello fue la traducción llamada Dios habla hoy,o también Dios llega al hombre; para esta versión, en las ediciones de consumo católico, las Sociedades Bíblicas Unidas incluyen los libros apócrifos, quebrantando así una larga tradición de imprimir sólo la Palabra de Dios sin añadiduras. (Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado,Vila Escuain; Ed. CLIE, 1985)
Véase también
En inglés: Synod of Hippo Facts for Kids