Concierto para violín (Sibelius) para niños
Datos para niños Concierto para violín |
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de Jean Sibelius | ||
![]() Sibelius en 1905
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Catálogo | Op. 47 | |
Estreno | ||
Fecha | 8 de febrero de 1904 | |
Lugar | Helsinki, Gran Ducado de Finlandia | |
Director | Jean Sibelius (solista: Victor Nováček) |
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Orquesta | Filarmónica de Helsinki | |
Detalles | ||
Dedicatoria | Willy Burmester | |
Instrumentación | Violín y orquesta | |
Movimientos | 1. Allegro moderato 2. Adagio di molto 3. Allegro, ma non tanto |
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El Concierto para violín en re menor, con el número de catálogo Op. 47, es una importante obra musical creada por el famoso compositor Jean Sibelius en 1903. Esta pieza es especial porque fue el único concierto que Sibelius escribió para un solo instrumento acompañado por una orquesta.
Contenido
¿Cómo se creó el Concierto para violín de Sibelius?
Los inicios y el primer estreno
Al principio, Sibelius dedicó este concierto a un violinista muy conocido llamado Willy Burmester. Burmester había prometido tocarlo en Berlín. Sin embargo, por problemas de dinero, Sibelius decidió que el estreno se hiciera en Helsinki, la capital de Finlandia.
Como Burmester no podía viajar a Finlandia, Sibelius le dio la tarea de tocar el violín a Victor Nováček. Nováček era profesor de violín en el conservatorio de Helsinki. El concierto se estrenó el 8 de febrero de 1904, con el propio Sibelius dirigiendo la orquesta. Lamentablemente, Nováček no tocó muy bien, y el estreno no salió como se esperaba.
Las revisiones y un nuevo estreno
Después de ese primer intento, Sibelius no quiso que esa versión se publicara. Decidió revisar y cambiar muchas partes de la música que no le gustaban. Quitó bastante material para mejorar la obra.
La nueva versión del concierto se estrenó con la famosa orquesta Berliner Philharmoniker, dirigida por Richard Strauss. Sibelius no pudo estar presente. La parte del violín solista se le ofreció de nuevo a Willy Burmester, pero otra vez no estaba disponible. En su lugar, Karel Halir, el líder de la orquesta, fue quien tocó.
Burmester se sintió tan molesto por no haber podido tocar el concierto que decidió no interpretarlo nunca. Por eso, Sibelius cambió la dedicatoria de la obra a un joven y talentoso violinista húngaro llamado Ferenc von Vecsey, que en ese momento tenía solo doce años. Vecsey aprendió el concierto y lo tocó cuando tenía 13 años, aunque la pieza era muy difícil por su técnica.
La primera versión reaparece
La versión original del concierto, la que se tocó por primera vez en 1904, no se escuchó de nuevo hasta 1990. En ese año, los herederos de Sibelius permitieron que se tocara en un concierto y se grabara. En ambas ocasiones, el violinista solista fue Leonidas Kavakos.
¿Qué instrumentos se usan y cómo está organizado el concierto?
Instrumentos de la orquesta
El Concierto para violín de Sibelius está escrito para una orquesta que incluye:
- 2 flautas
- 2 oboes
- 2 clarinetes
- 2 fagotes
- 4 trompas
- 2 trompetas
- 3 trombones
- tímbal
- Y todas las cuerdas (violines, violas, violonchelos y contrabajos).
Estructura de los movimientos
Como la mayoría de los conciertos, esta obra se divide en tres partes principales, llamadas movimientos:
- 1. Allegro moderato en re menor (un movimiento rápido y moderado)
- 2. Adagio di molto en si bemol menor (un movimiento muy lento y expresivo)
- 3. Allegro, ma non tanto en re menor (un movimiento rápido, pero no demasiado)
Primer movimiento: Allegro moderato
Este primer movimiento sigue una estructura musical llamada forma sonata. El violín solista presenta el tema principal, que luego es repetido por los clarinetes. Las cuerdas de la orquesta aparecen para introducir un segundo tema. Una parte interesante de este movimiento es que la cadenza (una sección donde el solista muestra su habilidad) se usa como parte del desarrollo de la música.
Segundo movimiento: Adagio di molto
En este movimiento, Sibelius muestra su estilo más personal y emotivo. Comienza con los instrumentos de viento creando una sensación de misterio. Cuando el violín entra, la música se vuelve muy expresiva y con un ritmo tranquilo. Es quizás el movimiento más romántico de los tres. Aquí se pueden escuchar ecos de otros compositores como Chaikovski.
Tercer movimiento: Allegro, ma non tanto
Este último movimiento es famoso entre los violinistas por lo difícil que es tocarlo. El compositor Donald Francis Tovey lo describió de forma divertida como una "polonesa para osos polares", refiriéndose a su energía y dificultad.
Comienza con un ritmo fuerte de la percusión y las cuerdas graves. Luego, el violín solista presenta el primer tema. Un segundo tema, con un ritmo que recuerda a un vals, es presentado por la orquesta.
La orquesta acompaña al violín, que se lanza en rápidas subidas y notas dobles que son un gran desafío para el músico. No es solo la dificultad técnica, sino también la emoción que hay que darle a cada nota. A la mitad del movimiento, Sibelius hace algo inesperado: justo cuando la música parece llegar a un gran final, la corta y el violín vuelve a tomar el control con la misma frase del principio.
Es como si el tercer movimiento empezara de nuevo. A partir de ese momento, el solista necesita mucha energía. Luego, aparecen frases musicales que llevan a una especie de fanfarria de los metales. Finalmente, el violín termina con una cascada de notas que concluye en una sola nota, marcando el final del concierto.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Violin Concerto (Sibelius) Facts for Kids