Carnaval de Negros y Blancos para niños
Datos para niños Carnaval de Negros y Blancos |
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![]() ![]() Patrimonio cultural inmaterial de la Unesco |
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Localización | ||
País | ![]() |
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Datos generales | ||
Tipo | Cultural inmaterial | |
Identificación | 00287 | |
Región | América Latina y el Caribe | |
Inscripción | 2003 (como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, y como PCI en 2008, III sesión) | |
Fecha de celebración | Del 28 de diciembre al 7 de enero | |
Lugar de celebración | Pasto, Nariño | |
El Carnaval de Negros y Blancos es una de las celebraciones culturales más importantes de Colombia. Se realiza cada año en la ciudad de Pasto, Nariño, desde el 28 de diciembre hasta el 7 de enero. Esta fiesta mezcla tradiciones de los pueblos nativos, andinos e hispanos. Aunque nació en Pasto, su influencia se ha extendido a otros lugares de Nariño, Cauca, el sur del Huila y hasta el norte de Ecuador. Cada región tiene su propia forma de celebrar. Junto con el Carnaval de Barranquilla, es una de las fiestas populares más grandes del país.
Este Carnaval es famoso en todo el mundo, especialmente por las increíbles carrozas que crean sus artesanos. Estas carrozas han sido invitadas a desfilar en fiestas de países como México, Panamá, Italia y Francia.
La celebración empieza con el Canto al Agua, que busca recordar lo importante que es cuidar este recurso. Después, se hace el Arcoíris en el Asfalto, donde la gente pinta las calles con tiza, en lugar de usar agua, creando un ambiente divertido y educativo. El 31 de diciembre se destaca el Desfile de Años Viejos. Aquí, grupos creativos muestran muñecos que representan personajes y eventos del año. La fiesta termina con la quema de estos muñecos, simbolizando un nuevo comienzo. Los dos últimos días del Carnaval son muy especiales: el Día de Negros y el Día de Blancos. El primer día, las personas se pintan la cara de negro, y el segundo, de talco blanco. Esto simboliza la igualdad y la unión de la comunidad. Estas actividades celebran la diversidad de culturas y personas, haciendo del Carnaval un lugar para compartir y reflexionar.
Además, las casas se convierten en talleres donde las familias trabajan juntas para hacer disfraces, carrozas y decoraciones. Así, las tradiciones y el arte del Carnaval pasan de una generación a otra. Personas de todas las clases sociales se unen para expresar sus ideas y disfrutar de una fiesta que promueve el arte, la identidad y la unidad. El 30 de septiembre de 2009, la Unesco declaró el Carnaval de Negros y Blancos como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Contenido
- ¿Cómo surgió el Carnaval de Negros y Blancos?
- ¿Cómo se estableció el Carnaval?
- ¿Cómo ha cambiado el Carnaval con el tiempo?
- ¿Cómo se renovó el Carnaval?
- El Carnaval en el siglo XXI
- ¿Cuáles son las etapas del Carnaval?
- El Precarnaval: ¿Qué pasa antes de la fiesta principal?
- El Carnavalito: ¿Cómo participan los niños?
- Canto a la Tierra: ¿Qué es este desfile musical?
- La Familia Castañeda: ¿Quiénes son y por qué desfilan?
- Día de los Negros: ¿Por qué se pintan de negro?
- El Día de los Blancos: ¿Qué es el Desfile Magno?
- ¿Quiénes son los "cultores del carnaval"?
- Ver también
- Véase también
El Carnaval de Negros y Blancos tiene sus raíces en la mezcla de muchas culturas: la andina, la amazónica y la del Pacífico. Nació en el siglo XVI, alrededor del año 1546. Esto lo hace único, empezando por la fecha en que se celebra. Coincide con la celebración de la Luna (Quilla), que recuerda los rituales de las comunidades indígenas Pastos y Quillacingas. Estas culturas, que se dedicaban a la agricultura, honraban a la luna con bailes durante la cosecha y hacían peticiones al sol para proteger sus cultivos.
Estas celebraciones, al mezclarse con la cultura española, dieron origen a una combinación de tradiciones. En el siglo XIX, las autoridades prohibieron estas fiestas para evitar levantamientos indígenas. Sin embargo, hacia 1834, las celebraciones de los pueblos indígenas reaparecieron con sus instrumentos musicales. También surgieron las fiestas de los mestizos con máscaras y las reuniones de vecinos. Todas estas fiestas se enmarcaban en el calendario religioso, especialmente en las festividades de la Virgen de las Mercedes (24 de septiembre) y de la Inmaculada Concepción de María (8 de diciembre).
En esa época, antes del Día de Reyes, se jugaba de forma espontánea al "juego de negritos", principalmente entre personas de piel blanca y mestizos, ya que había pocas personas de origen africano en Pasto. Esta fiesta era una oportunidad para que la comunidad, que solía ser tranquila, rompiera con lo establecido.
El origen de un "día libre" para las personas que eran esclavas se dio en el Gran Cauca, una región a la que Pasto pertenecía. En 1607, hubo una rebelión de personas esclavizadas en Remedios, Antioquia, lo que causó preocupación entre las autoridades. Este evento fue recordado por la gran población de personas esclavizadas en Popayán, quienes pedían un día de descanso en el que pudieran sentirse realmente libres. Para mantener la paz, la Corona Española concedió el 5 de enero para este propósito.
“EL PRÍNCIPE, DÍA LIBRE PARA LAS PERSONAS ESCLAVAS”. Entendiendo la solicitud de muchas personas esclavizadas de dicha provincia, vengo a deciros que se acepta esta petición y se dará un día libre completo a las personas de origen africano, y será el 5 de enero, víspera de las fiestas de las Santas Majestades y en honor al Rey Negro. Fechada en Madrid. “Yo el Príncipe”.
Esta noticia se anunció en Popayán, y así el 5 de enero se declaró día libre para las personas de color. La población de origen africano de Popayán salió a las calles a bailar al ritmo de la música africana y comenzaron a pintar de negro las famosas paredes blancas de esa ciudad. Más tarde, esta costumbre se extendió hacia el sur, cobrando mucha fuerza en Pasto. El cronista José María Cordobés Moure cuenta que ya se jugaba así en 1854. Así fue como se originó el juego de Negros y Blancos en Pasto, y de esta manera transcurrieron sus primeras décadas.
El juego de Blancos, una parte importante del carnaval, nació en la mañana de un Día de Reyes (6 de enero) de 1912. Surgió de la necesidad de expresar la imaginación, el juego, la amistad y de compartir la alegría que se siente en esas fechas. En una casa de la ciudad, ubicada en la Calle Real (hoy Carrera 25), un grupo de sastres de la sastrería de don Ángel Zarama, entre ellos Ángel María López y Máximo Erazo, se atrevieron a tomar el polvo facial de una de las damas y lo esparcieron con perfume entre todos los presentes, gritando ¡Vivan los Blanquitos!, como respuesta al ya tradicional juego de Negros. Pronto, los compañeros del maestro sastre también participaron en el juego. Luego, todos salieron a la calle a repetir la broma con las personas que salían de la Misa de Reyes de la iglesia de San Juan Bautista, repitiendo ¡Que vivan los Negros y que vivan los Blancos!. Esta expresión, bajo la mirada del Galeras, se quedaría para siempre en el corazón de los pastusos.
Fue a mediados de los años 20 del siglo XX cuando la fiesta actual empezó a tomar forma, incluyendo otros momentos y lugares, lo que le dio un carácter más urbano y abierto a todos. En 1926, los estudiantes de colegios y de la Universidad de Nariño decidieron participar activamente. Eligieron a Romelia Martínez como su reina y salieron por las calles con disfraces en comparsas, bailando al ritmo de la música regional. Este fue el primer desfile, ya no del Día de Reyes, sino del 6 de enero, o Día de Blancos.
El 4 de enero de 1929, una cabalgata de más de 150 jinetes se preparaba para animar los juegos del 5 y 6 de enero. Se habían reunido frente al Batallón Boyacá. A las tres de la tarde, cuando los jinetes estaban listos para el gran desfile, llegó una familia. Estaba compuesta por el padre, la madre, dos niñas, niños, tres jóvenes que montaban caballos cansados, seguidos por peones que arreaban mulas cargadas con maletas. También se esforzaban para que unos cerdos y ovejas no se dispersaran y llevaban jaulas con loros y monos. Era una familia de colonos de Antioquia que, después de muchos años en el oriente (Putumayo), había decidido regresar a la tierra "civilizada".
Alfredo Torres Arellano y Carlos Martínez Madroñero, organizadores del desfile, pidieron a dos jinetes que abrieran paso e incluyeron a los viajeros entre los alegres participantes. La familia, feliz por este encuentro inesperado y sin saber por qué de tanta alegría, ocupó el centro, rodeada de los jinetes que promocionaban las celebraciones. El jefe de la familia saludaba muy atento a la gente que veía pasar la cabalgata.
El grito histórico resonó alegre por toda la ciudad: ¡Viva la Familia Castañeda!. Fue una idea de Torres Arellano, que con su talento, creó un nuevo y original símbolo de alegría. El colono y su gente desfilaron alegres y emocionados por todas las calles de la ciudad. Los inesperados viajeros recibieron los aplausos de miles de pastusos a lo largo de las vías, plazas y avenidas de la capital nariñense. Al terminar el desfile, los integrantes de la Familia Castañeda pidieron a sus nuevos amigos que los acompañaran hasta el Hotel París donde se quedarían. Este hotel estaba en la Calle Real, donde hoy se encuentra el edificio “Zuchín”, en la Carrera 25, entre Calles 17 y 18.
Otras historias dicen que la Familia Castañeda, representada en las comparsas del 4 de enero, también es una caricatura de la familia Bucheli Ayerbe. Uno de sus miembros, Don Julián Bucheli Ayerbe, se convirtió en el primer gobernador del Departamento de Nariño a principios del siglo XX.
Hasta la llegada del Carnavalito, el desfile de la Familia Castañeda era el inicio del Carnaval. En las décadas de los años 30 y 40, el Carnaval ya estaba organizado. Con la aparición de las primeras industrias, el arte popular cobró importancia, especialmente la creatividad de los artistas. Ellos creaban enormes esculturas de papel que se construían sobre plataformas móviles, principalmente camiones, como escenarios rodantes.
En los años 50, las carrozas empezaron a tener movimiento y a ser más grandes. Destacó el maestro José Eduardo Ordóñez Ordóñez en su elaboración, junto con otros artistas como Alfonso Zambrano, quienes iniciaron una época de gran esplendor. En este tiempo, la Alcaldía de Pasto (a veces con ayuda de la Gobernación de Nariño) comenzó a organizar y controlar las fiestas. Principalmente, destinaba dinero para los premios de las mejores carrozas, y luego también para las comparsas y murgas.
A finales de los años 60, se empezaron a contratar orquestas famosas, tanto nacionales como internacionales, como Los Melódicos de Venezuela y la Billo's Caracas Boys. Luis Quenguan fue pionero al grabar estos Carnavales en cine (blanco y negro) de 8, super 8 y 16 milímetros. En 1966, gracias a Don Mario Fernando Rodríguez, en el barrio El Ejido, cerca del Parque Bolívar, surgió el Carnavalito, o Carnaval de los Niños. Esta era una fiesta independiente que tardaría al menos diez años más en ser parte del programa oficial.
Con la llegada de la Carretera Panamericana en los años 70 y la mayor conexión de Pasto con la economía colombiana, el Carnaval se renovó. Aparecieron nuevas formas de usar los materiales, nuevos ritmos musicales y una creciente corriente cultural que buscaba redescubrir las raíces Quillacingas y su participación activa en el Desfile Magno o Día de los Blancos. En esa época, las carrozas se llenaron de motivos que mostraban las demandas sociales de los pueblos americanos.
Para los años 80, la gran cantidad de ideas culturales alrededor del Carnaval hizo evidente la necesidad de crear una organización fuerte que planificara, organizara y ejecutara esta fiesta. Se pensó que esta institución tendría participación tanto del municipio de Pasto, como del sector industrial y comercial, de los artistas y de las universidades de la región.
En toda la región suroccidental de Colombia, se hicieron populares fiestas que coincidían con las celebraciones de fin de año y que tomaban elementos propios del famoso Carnaval de Pasto.
Esta situación llevó a dos intentos de formar una institución para proteger las fiestas de Pasto, pero ni los esfuerzos de mediados de los 80 ni los de principios de los 90 tuvieron éxito. Esto se debió a que los diferentes grupos involucrados no lograron ponerse de acuerdo. Por eso, la alcaldía de Pasto siguió manejando la fiesta a través de una oficina especial llamada la Oficina del Carnaval, que veía con preocupación cómo la identidad de la celebración estaba en riesgo. Fue en esta época de cambios cuando se hizo muy popular la frase: ¡Viva Pasto Carajo!.
Finalmente, en noviembre de 2001, por medio de la Ley No 706, el Congreso de la República de Colombia declaró el Carnaval de Negros y Blancos como Patrimonio cultural de la Nación. Con esta declaración, se dio prioridad a la construcción de la Plaza del Carnaval y la Cultura, la señalización de la Senda del Carnaval y la creación de la Corporación del Carnaval. Esta es una entidad privada, sin fines de lucro, que busca organizar y mejorar el Carnaval, rescatándolo como: "una expresión cultural divertida en el espacio de la ciudad". Por eso, una de sus primeras tareas fue crear el Museo del Carnaval.
Con estos logros, comenzó una nueva etapa para este evento. Se caracterizó por la planificación, organización, difusión, investigación y modernización. Se dio prioridad a la promoción de la cultura y se abordaron temas importantes, como si se debían negociar los derechos de transmisión por radio, televisión e internet. Ahora, el Carnaval de Negros y Blancos está oficialmente incluido en los planes del gobierno de Pasto y es gestionado por una entidad llamada Corpocarnaval. Esta entidad, gracias a una investigación de la Universidad de Nariño, envió la postulación del evento al comité de la UNESCO. Así, el 30 de septiembre de 2009, la UNESCO lo declaró "Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad" en la ciudad de Abu Dhabi.
El carnaval tiene cuatro etapas importantes: el Carnavalito, la llegada de la Familia Castañeda, el Día de los Negros y el Día de los Blancos con su desfile principal (que es el más importante para el turismo por su belleza). Sin embargo, también hay actividades antes del carnaval. En los últimos años, el 7 de enero se considera el día de cierre del carnaval con la celebración del "Día del Cuy", una fiesta gastronómica donde el plato típico de la región es el protagonista.
En Colombia, las fiestas de fin de año son muy largas. Comienzan el 7 de diciembre con la celebración de la Inmaculada Concepción de María o Noche de las Velitas. Luego sigue el periodo de la Novena de Aguinaldos (del 16 al 24 de diciembre) y la Navidad Católica, que suele extenderse hasta la fiesta de Epifanía o 6 de enero.
Dentro de este ambiente festivo, se realizan celebraciones divertidas que son como un adelanto del Carnaval de Negros y Blancos. En Pasto, las principales son las del 28 (Día de Inocentes) y 31 (Día de los Años Viejos) de diciembre.
Día de Inocentes: ¿Por qué se juega con agua y tiza?
El 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes, algunos pastusos solían jugar con agua. Esto era como un adelanto de las fiestas de enero, imitando costumbres de Ecuador donde el carnaval (en febrero o marzo) se caracteriza por el uso divertido del agua. Lo que al principio era un día para hacer bromas, en Pasto se convirtió en un juego con agua para sorprender a los transeúntes desprevenidos, empapándolos por completo.
Esta costumbre no es del todo aceptada, sobre todo porque la temperatura promedio de la ciudad es de apenas 14 grados Celsius. Aunque las autoridades han intentado controlar el desperdicio de agua con prohibiciones, la solución más práctica la ha encontrado la Empresa de Obras Sanitarias de Pasto (EMPOPASTO). Ese día, suelen hacer trabajos de mantenimiento en sus redes, cortando el suministro de agua en toda la ciudad.
Además, desde finales del siglo XX, se realizan actividades diferentes para ofrecer a la gente diversión y cultura sin perder el espíritu del 28 de diciembre. Entre ellas están el tour de inocentes en bicicleta y el Arcoíris en el Asfalto.
- Arcoíris en el Asfalto
En 1996, como una opción cultural y ecológica al juego del agua, y siguiendo ideas de estudiantes de la facultad de artes de la Universidad de Nariño, se creó el proyecto "Arcoíris en el Asfalto". A través del arte y la imaginación, usando el color de las tizas sobre el gris del concreto, se invita a recuperar el espacio de la ciudad y el sentido del carnaval y la fiesta. Así, el carnaval en general, cambia para mantener el espíritu festivo y colectivo del día por medio del arte, creando una nueva forma de ver la fiesta y la ciudad.
Día de Año Viejo: ¿Qué representan los muñecos?
El 31 de diciembre de cada año, las calles de la ciudad se llenan de muñecos hechos con ropa vieja, papel y aserrín. Estos muñecos representan el año viejo que terminará a la medianoche, cuando son quemados en un ritual con significados muy antiguos. Desde temprano ese día, los niños piden dinero a los transeúntes diciendo: "una limosnita para el año viejo, por favor". En el desfile, las "viudas", que suelen ser hombres disfrazados de negro con velos oscuros, piden ayuda para el "entierro" o quema del "difunto" justo después de la medianoche. El evento principal del día, con mucha gente, es el "Desfile de Años Viejos". En este desfile, por la Senda del Carnaval, pasan pequeñas carrozas, más sencillas que las de los días principales del carnaval. Estas carrozas hacen referencia a los hechos del año, especialmente a temas de actualidad. El año que termina deja un "testamento" lleno de humor, con todo lo que fue importante para la ciudad y el país en ese periodo. Los creadores de los mejores muñecos reciben premios en efectivo. Antes del desfile, hay una pequeña muestra de carros antiguos.
Desde 2006, se prohibió la venta de fuegos artificiales navideños en la ciudad, según el Decreto 0207 de abril de 2005. Por eso, la Alcaldía de Pasto y Corpocarnaval son las únicas entidades autorizadas para organizar espectáculos de pirotecnia para recibir el año nuevo.
El muñeco ganador es quemado en la Plaza del Carnaval al terminar el día, en medio de la fiesta popular que suelen organizar las autoridades municipales para recibir el año nuevo. Es en esos momentos cuando la ciudad empieza a llenarse del espíritu divertido y liberador del carnaval.
Desfile de las Colonias: ¿Qué se mostraba en este desfile?
El 2 de enero era el Desfile de las Colonias. En este desfile, los habitantes de Pasto que venían de otros municipios de Nariño mostraban sus tradiciones, mitos, leyendas, comida, música y valores culturales. Desde el año 2017, este evento ya no se realiza por varias razones, como la falta de participantes y presupuesto.
El 2 de enero es el día del Carnavalito. Lo que empezó como un juego de niños que imitaban a los adultos, recreando el desfile del Día de Blancos, se ha convertido en un evento propio dentro de las fiestas de Negros y Blancos. Tiene un gran apoyo popular y de las autoridades.
Desde hace unos 40 años, el 3 de enero, los niños hacen su propio desfile de carrozas en tamaño pequeño. Ellos mismos las diseñan y elaboran. Para muchos, esto es una forma de iniciarse en la creación de carrozas y figuras móviles. Con el tiempo, este juego se transforma a medida que el pequeño artista y jugador crece, y culmina cuando, ya adulto, participa en el gran Desfile Magno del 6 de enero.
Canto a la Tierra: ¿Qué es este desfile musical?
Desde finales de los años 90 y principios de los 2000, el desfile de Blancos del 6 de enero se hizo muy largo, durando hasta 6 horas sin parar, con Carrozas, Comparsas, Murgas y Colectivos coreográficos. Estos últimos grupos, que tienen cientos de músicos y bailarines, fueron separados del desfile principal para crear un nuevo desfile el 3 de enero. Este desfile es como una competencia y recorre la Senda del Carnaval en sentido contrario a los otros desfiles, para terminar en la noche en el Estadio Departamental Libertad con un concierto de Música Andina. Después de este desfile, un jurado elige un ganador, y solo este grupo, junto con el segundo puesto, participan en el Desfile Magno del 6 de enero. Así, se acorta el desfile más importante y se crea una nueva actividad en el Carnaval, que además es una de las más vistosas por el colorido y el ritmo de miles de músicos, bailarines y actores que recorren la vía del Carnaval, representando motivos andinos y canciones típicas de la región.
La Familia Castañeda: ¿Quiénes son y por qué desfilan?
Los desfiles tradicionales del Carnaval de Pasto comienzan con la conmemoración de la llegada de la Familia Castañeda, el día 4 de enero. Como ya se mencionó, la tradición cuenta que se celebra la llegada de una familia de personajes curiosos que llegó a San Juan de Pasto desde El Encano en 1929 o desde el oriente del país (Putumayo). Aunque no se sabe su destino, se cree que iban de viaje al Santuario de Las Lajas al sur de Nariño.
En este desfile, los personajes de esta familia se representan como una familia caricaturizada que viaja con todo su equipaje y utensilios de cocina, listos para preparar comida en cualquier lugar del camino. Se suelen mostrar a sus miembros más llamativos, incluyendo a la abuela con un estilo particular, la hija lista para casarse de blanco pero en estado de embarazo, y los niños traviesos (usualmente adultos disfrazados) que causan problemas a sus niñeras.
En el desfile también participan grupos de danza campesina y las ñapangas, tanto las auténticas como las disfrazadas, cuya imagen está muy ligada al carnaval.
Día de los Negros: ¿Por qué se pintan de negro?
El 5 de enero está dedicado al Día de los Negros. En esta jornada se recuerda el día en que las personas de origen africano tenían libertad para divertirse. La gente juega y baila en las calles y en los lugares públicos, pintándose de negro. Usan cremas especiales para este fin, aunque también se usan betunes y otras pinturas de color negro. El lema de ese día es: ¡Qué vivan los Negros!
Por tradición, la Reina del Carnaval recorre la ciudad en una caravana, repartiendo el cosmético e invitando a los visitantes importantes a unirse al juego con la frase: ¡Una pintica por favor!, que se usaba en los primeros días del Carnaval.
La importancia de este día es que toda la gente de Pasto libera sus emociones. El cosmético les sirve como máscara y, al mismo tiempo, une a todas las clases sociales y grupos de personas, como una sola gran familia que vive en las faldas del Taita Urcunina.
Durante todo el día, se presentan varias orquestas (una tradición que comenzó en los años 60) en los diferentes parques de la ciudad. Los medios de comunicación locales (radio y televisión) visitan los talleres de los artistas para descubrir los diseños que adornarán el desfile de Carrozas del Día de Blancos.
El Día de los Blancos: ¿Qué es el Desfile Magno?
El 6 de enero, la ciudad ya no celebra el Día de Reyes, sino el Día de los Blancos o Día del Desfile Magno. A diferencia del día anterior, en esta fecha los pastusos se pintan de blanco, generalmente con talco perfumado. Se usa muy poca harina, cremas o pinturas.
El evento principal, además de las fiestas populares en las plazas y calles de la ciudad, es el gran desfile. Tiene casi 7 km de largo en un recorrido de aproximadamente 15 km, que pasa por las calles del centro de la ciudad, la Plaza del Carnaval y parte de las avenidas de la periferia, por la llamada Senda del Carnaval. La mayoría de los ciudadanos, más miles de turistas y visitantes, salen a las calles para ver este desfile. Aplauden y lanzan confeti o serpentinas a los participantes, todos bailando al ritmo de canciones tradicionales y típicas, como La Guaneña, Trompo Sarandengue, Son Sureño, Chambú, así como sayas y composiciones andinas nuevas que se estrenan cada año. El lema de ese día es: ¡Qué vivan los Blancos! y en los últimos años se ha vuelto indispensable el de ¡Viva Pasto Carajo!, dicho tanto por los locales como por los turistas.
Desfile Magno: ¿Qué se ve en el gran desfile?
El desfile incluye:
- Disfraces individuales.
- Comparsas a pie: grupos con disfraces y elementos que representan el carnaval.
- Murgas: grupos de varias decenas de músicos.
- Mini-carrozas o carrozas no motorizadas: De hasta 6 x 12 metros de altura, movidas a mano o en bicicleta.
- Carrozas de hasta 8 metros de altura x 16 metros de largo, llevadas sobre camiones o remolques. En ellas, grupos de turistas o pastusos que pagan por participar, llevan un disfraz que identifica a cada carroza. Estas enormes construcciones móviles se caracterizan por grandes figuras que se mueven (un avance implementado por el maestro José Eduardo Ordóñez en los años 60). Por su diseño, acabados y complejidad, pueden ser verdaderas obras de arte. Esta parte del desfile es liderada por la reina del carnaval en su propia carroza (que no participa en el concurso).
Los artistas y sus equipos tardan aproximadamente 4 meses en construir una carroza, debido a la complejidad de los diseños y los detalles. Para hacer las carrozas, así como las máscaras o caretas, se usan técnicas como el papel maché y el cartón piedra. En los últimos años, también se ha añadido el uso de fibra de vidrio y la técnica de termoformado de polímeros ligeros. Estas técnicas se emplean para crear diseños y motivos que surgen de la imaginación popular, los mitos locales, las ideas sociales y las historias que forman parte de la cultura de Nariño.
El evento termina con la entrega de premios a los participantes del desfile por parte del gobierno local y de Corpocarnaval. La originalidad y la calidad de estas creaciones son evaluadas por un jurado de expertos, nacionales y a veces internacionales, con conocimientos en artes plásticas. Esto asegura la imparcialidad y que la carroza ganadora sea la más vistosa y representativa de la fiesta.
El término "cultores del carnaval" es una palabra nueva que combina "cultura" y "actores". Se usa para identificar primero a los tradicionales "artistas del carnaval", pero se busca extenderlo a todas las personas que participan en los desfiles.
Tradicionalmente, se ha usado la palabra artesanos para referirse a los creadores de las carrozas, dejando de lado a sus familias y colaboradores que participan en la elaboración de las figuras del desfile magno. Sin embargo, varios grupos apoyan que esta palabra sea reemplazada por "cultores" o "artistas del carnaval". Esto no solo es más inclusivo, sino que también reconoce el acabado profesional de las carrozas y el valor artístico del trabajo. Además, el término artesano no es el más adecuado en este caso, ya que las obras que se crean no tienen un fin comercial ni son producidas en masa.
Actualmente, los "cultores del carnaval" están organizados en dos grandes asociaciones: Asoarca, que agrupa principalmente a los maestros creadores de las carrozas, y Caminantes del carnaval, que reúne a los participantes en las categorías de disfraces a pie.
Ver también
- Anexo:Patrimonio de la Humanidad en Colombia
- Carnaval
- Carnaval en Colombia
- Festivales en Colombia
Véase también
En inglés: Blacks and Whites' Carnival Facts for Kids