Benamaya para niños
Benamaya o Benamaoya es un lugar que hoy está deshabitado en España, dentro del municipio de Benadalid, en la provincia de Málaga, Andalucía. Fue una pequeña aldea o caserío, llamada alquería, que se encontraba en una loma. Esta loma separa dos arroyos, el de Gorgote y el de Benamaya, y está a unos 450 metros de altura.
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¿Qué es Benamaya?
El nombre de Benamaya parece venir del idioma árabe Bina al Umayya. Esto podría significar que fue fundada por la familia Omeya, que fue muy importante en la historia.
Benamaya a lo largo de la historia
La Reconquista y los Reyes Católicos
En el año 1485, la zona de la Serranía de Ronda y Gaucín fue recuperada por la Corona de Castilla. En ese momento, Benamaya formaba parte de una división territorial llamada taha de Gaucín.
En 1498, los Reyes Católicos entregaron Benamaya, junto con otros pueblos como Gaucín y Algatocín, al duque de Medina Sidonia. Desde entonces, Benamaya pasó a depender de la familia de este duque, la Casa de Medina-Sidonia, hasta que se eliminaron los señoríos a principios del siglo XIX. En cuanto a la iglesia, Benamaya pertenecía a la parroquia de Benadalid.
Cambios en la población
En 1501, hubo un levantamiento de la población de origen musulmán que se había quedado en la zona, conocidos como mudéjares. Debido a este conflicto, Benamaya perdió a la mayoría de sus habitantes. Después, fue repoblada por personas que se habían convertido al cristianismo, llamados moriscos. Sin embargo, en 1558, parece que el lugar volvió a quedarse sin gente.
En 1568, ocurrió otro levantamiento importante, conocido como la Rebelión de las Alpujarras. Cuando terminó en 1570, se decidió que los moriscos de Benamaya, que en ese momento eran solo trece familias, debían irse.
Intentos de repoblación y el abandono final
El duque de Medina-Sidonia quiso que Benamaya volviera a tener habitantes, pero no llegaron nuevas familias para vivir allí. Por eso, las tierras y propiedades fueron alquiladas a vecinos de Benadalid.
En 1574, de las trece casas que había, cinco estaban en ruinas y las demás en muy mal estado. Esto se debía a que los que las alquilaban no vivían en ellas. Para intentar solucionar esto, el duque repartió las propiedades entre cuatro vecinos de Benadalid. Les puso la condición de que debían vivir en Benamaya con sus familias. Esto iba en contra de una norma que prohibía que los nuevos habitantes fueran del Reino de Granada.
Pero las condiciones no se cumplieron. Los nuevos habitantes siguieron viviendo en Benadalid, y Benamaya se quedó deshabitada para siempre. A principios del siglo XIX, cuando se abolieron los señoríos, el lugar deshabitado de Benamaya pasó a formar parte del municipio de Benadalid.