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Beato de Fernando I y doña Sancha para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Beato de Fernando I y doña Sancha
B Facundus 209.jpg
Los ángeles con las hoces. La siega. La vendimia de la Tierra. El pisado de la vid en el lagar de la ira de Dios. Apocalipsis, XIV, 14-20.
Autor Facundo (Facundus)
Fecha 1047
Idioma Latín

El Beato de Fernando I y doña Sancha es un libro muy especial, hecho a mano y decorado con dibujos, que se creó a mediados del siglo XI. Recibe su nombre de los reyes Fernando I de León y doña Sancha, quienes lo encargaron. También se le conoce como Beato de Facundo por el nombre del copista (la persona que lo escribió), o Beato de San Isidoro de León porque estuvo mucho tiempo en la Basílica de San Isidoro de León. Hoy en día, se guarda en la Biblioteca Nacional de España en Madrid.

Este libro contiene el Comentario al Apocalipsis de Beato de Liébana, una obra muy importante de la época. Está encuadernado en piel y tiene 312 hojas de pergamino (un tipo de piel preparada para escribir), lo que suma 624 páginas. Cada página tiene dos columnas de texto escrito en letra visigótica y el libro está adornado con 98 miniaturas, que son pequeños dibujos detallados.

¿Qué hace especial al Beato de Fernando I?

Las miniaturas de este Beato siguen el estilo de otros libros similares de la época, con dibujos claros y precisos. Lo que lo hace único es el uso de colores muy brillantes, que se han conservado muy bien a lo largo de los siglos. Además, sus figuras son elegantes y tienen movimiento, lo que las diferencia de otras más rígidas. Este Beato pertenece a un estilo artístico llamado románico, que muestra influencias de otras partes de Europa.

¿Quién fue Facundo y en qué se inspiró?

Facundo, el copista, siguió de cerca el estilo de las miniaturas de otros Beatos famosos, como el Beato de Urgel (creado en La Rioja o León en el año 975) y el Beato de Valcavado (terminado en el año 970). También se inspiró en el Beato Magio, hecho alrededor del año 958 en un monasterio llamado San Miguel de Escalada.

Aunque solo se menciona el nombre de Facundo como el escritor, se cree que el libro se hizo en un taller real especializado, posiblemente en Sahagún, en la Provincia de León.

Este Beato es considerado el manuscrito medieval más lujoso que posee la Biblioteca Nacional de España. Fue copiado en León en el año 1047. Se piensa que Facundo lo escribió todo, ya que la letra es muy uniforme. El nombre del artista que hizo las miniaturas no se conoce, pero se sabe que las pintó después de que el texto ya estuviera copiado.

Existe una copia exacta (facsímil) de este Beato, hecha por la editorial española M. Moleiro Editor, que permite estudiar esta obra tan valiosa.

Historia del Beato de Fernando I

Archivo:B Facundus 240
El caballero fiel y verdadero. Los ejércitos del cielo. Apoc. XIX.

Los reyes Fernando I de León y Sancha de León encargaron este libro. Se cree que el Beato estuvo en el palacio real hasta el año 1063. En ese momento, fue llevado a la basílica de San Juan Bautista en León, que cambió su nombre a Basílica de San Isidoro de León cuando se trasladaron allí los restos de San Isidoro.

En el año 1572, el Beato todavía estaba en San Isidoro de León, según lo que escribió un historiador llamado Ambrosio de Morales. Sin embargo, poco después, el libro comenzó a pasar por diferentes dueños.

En la segunda mitad del siglo XVII, el marqués de Mondéjar lo tenía. Durante la guerra de sucesión, la biblioteca del marqués fue tomada por el rey Felipe V, y el manuscrito llegó a la Biblioteca Real a principios del siglo XVIII. Una vez allí, fue encuadernado con piel en el siglo XIX.

Cuando Ambrosio de Morales visitó León, también mencionó que allí estaba el Beato de Valcavado (que ahora se encuentra en la Universidad de Valladolid). Es casi seguro que las primeras cinco hojas del Beato de Fernando y Sancha, que son unas genealogías sin miniaturas, provienen de esta copia.

El apoyo de los reyes Fernando y Sancha a la cultura

El Beato de Fernando I y doña Sancha es el único libro de este tipo que no fue copiado para un monasterio entre los siglos X y XI. Los reyes Fernando I y Sancha, quienes unieron los reinos de León y Castilla en 1037, encargaron esta obra y otras más. Su apoyo a la cultura tenía un interés tanto religioso como político.

Cuando el rey Bermudo III falleció, el trono de León pasó a su hermana Sancha y, por lo tanto, a su esposo Fernando, quien era de Navarra y había heredado el reino de Castilla. Fernando tuvo que convencer a algunos nobles de León, pero siempre dio prioridad a su título de rey de León, asociando la idea de "imperio" a su posición.

Fernando estableció su centro de poder en León y dedicó recursos a construir y embellecer la ciudad. Estos proyectos se financiaron con los tributos obtenidos de las incursiones de sus tropas. El reinado de Fernando I fue muy importante para la recuperación cultural del reino de León, después de un período de dificultades, y sentó las bases del arte románico.

En 1063, el rey de Sevilla tuvo que aceptar un acuerdo de paz que incluía la entrega de reliquias. Los enviados del rey Fernando no encontraron los restos de Santa Justa, así que decidieron llevarse los de San Isidoro. El antiguo templo del monasterio de San Juan Bautista, que los reyes habían restaurado, se dedicó a San Isidoro.

Para la consagración de la basílica, los reyes donaron objetos muy valiosos, como un crucifijo de marfil, un arca de marfil y oro para guardar reliquias, y otros objetos preciosos. Es posible que el propio Beato fuera parte de estas donaciones. Estas obras de arte muestran influencias de un estilo llamado otoniano, debido a las buenas relaciones entre León y la Orden de Cluny, que el rey Fernando y el abad Hugo fortalecieron.

Antes de Fernando I y Sancha, pocos reyes habían encargado manuscritos. Gracias a ellos, tenemos este famoso Beato y un libro llamado Diurnal, que se conserva en la Universidad de Santiago de Compostela.

Es muy probable que la reina Sancha tuviera un papel muy importante en todos estos encargos. Su nombre aparece en el Beato y su retrato en el Diurnal, lo que demuestra su participación activa en la política cultural de Fernando. Sancha no solo ayudó a legitimar la Corona leonesa para su esposo, sino que fue una colaboradora eficaz. Ella lo convenció de que era mejor ser enterrado en León.

Fernando, un hombre muy religioso, pidió ser llevado a León cuando se sintió enfermo en Valencia. Llegó el 24 de diciembre de 1065 y fue de inmediato a San Isidoro a rezar. Dos días después, en la iglesia, se despojó de sus símbolos de rey y, tras dos días de reflexión, falleció, dejando un valioso legado cultural.

Otro "Beato" en la Biblioteca Nacional

Existe otro Beato en la Biblioteca Nacional de España, con la referencia Vitr. 14-1. Se cree que fue copiado entre los años 930 y 950, siendo uno de los más antiguos que se conservan. Probablemente se hizo en el sureste del Reino de León. En el siglo XVI, estaba en el Monasterio de San Millán de Suso, por eso se le conoce como manuscrito emilianense.

A este códice le faltan algunas hojas al principio y al final.

Véase también

  • Iluminación altomedieval española
  • Beatos
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Beato de Fernando I y doña Sancha para Niños. Enciclopedia Kiddle.