Batalla de El Tala para niños
Datos para niños Batalla de El Tala |
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Parte de la primera guerra entre unitarios y federales en el interior (parte de las guerras civiles argentinas) |
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Retrato al óleo del militar argentino Juan Facundo Quiroga, realizado por el fotógrafo y pintor francés Alfonso Fermepin de forma póstuma, 1836.
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Fecha | 27 de octubre de 1826 | |||
Lugar | Extremo sur de la provincia de Tucumán, actual Argentina | |||
Resultado | Victoria federal | |||
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Comandantes | ||||
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Fuerzas en combate | ||||
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La Batalla de El Tala fue un importante enfrentamiento militar que ocurrió el 27 de octubre de 1826. En esta batalla se enfrentaron las tropas de los Federales, lideradas por el coronel Juan Facundo Quiroga de La Rioja, contra las fuerzas de los Unitarios, comandadas por Gregorio Aráoz de Lamadrid. Este combate fue parte de las guerras civiles argentinas de 1826-1827 y terminó con una clara victoria para los Federales.
Batalla de El Tala: Un Enfrentamiento Histórico
La Batalla de El Tala fue un momento clave en la historia de Argentina. Representó un choque entre dos formas de ver el futuro del país: los Unitarios, que querían un gobierno central fuerte, y los Federales, que buscaban más autonomía para cada provincia.
¿Qué Sucedió Antes de la Batalla?
Antes de la batalla, Argentina vivía un período de mucha tensión. El presidente Bernardino Rivadavia, que era Unitario, quería formar un ejército nacional. Para ello, envió al coronel Gregorio Aráoz de Lamadrid a reclutar soldados en el noroeste del país. Sin embargo, Lamadrid no siguió todas las órdenes y tomó el control del gobierno de la provincia de Tucumán en noviembre de 1825.
Mientras tanto, en la provincia de Catamarca, el gobernador Unitario Manuel Antonio Gutiérrez enfrentaba una fuerte oposición. El coronel Juan Facundo Quiroga, un líder Federal de la vecina provincia de La Rioja, apoyaba a los opositores de Gutiérrez. Esto causó problemas entre Catamarca y provincia de Santiago del Estero, que tradicionalmente eran aliadas.
El presidente Rivadavia también envió armas a Tucumán y Catamarca, lo que preocupó a los líderes Federales como Quiroga y Juan Felipe Ibarra de Santiago del Estero. Ellos temían que Rivadavia quisiera quitarles el poder.
En agosto de 1826, tropas de La Rioja y Santiago del Estero invadieron Catamarca y lograron tomar su capital, San Fernando del Valle de Catamarca. El gobernador Gutiérrez huyó, pero luego regresó con ayuda de Tucumán y recuperó la ciudad. Sin embargo, la gente de Catamarca estaba molesta y Gutiérrez tuvo que huir de nuevo a Tucumán, donde se alió con Lamadrid.
A principios de octubre, Quiroga se enteró de que las armas enviadas por Rivadavia habían llegado a Tucumán. Decidió entonces marchar contra Lamadrid. Quiroga entró en Catamarca y venció a Gutiérrez en Coneta el 9 de octubre. Gutiérrez huyó al sur de Tucumán, donde informó a Lamadrid de su derrota. Lamadrid envió refuerzos, pero Quiroga avanzó rápidamente con su ejército principal, obligando a los Unitarios a retirarse de Catamarca.
El 20 de octubre, Lamadrid se preparó para la batalla en San Miguel de Tucumán. Tomó algunas armas de una caravana que iba hacia Salta para armar a sus tropas, prometiendo devolverlas después.
¿Quiénes Participaron en la Batalla?
Las fuerzas que se enfrentaron en El Tala eran bastante parejas en número.
- Los Unitarios, de Tucumán y Catamarca, contaban con unos 650 a 1000 hombres. Su líder era Gregorio Aráoz de Lamadrid.
- Los Federales, de La Rioja, también tenían alrededor de 1000 hombres. Su comandante era Juan Facundo Quiroga.
Ambos ejércitos estaban compuestos principalmente por caballería (soldados a caballo), aunque también tenían infantería (soldados a pie) y algunas piezas de artillería (cañones).
El Desarrollo del Combate
Los Federales avanzaron rápidamente hacia San Miguel. La noche anterior a la batalla, hubo un pequeño enfrentamiento en San Ignacio. Lamadrid intentó negociar con Quiroga para evitar la batalla, pero no obtuvo respuesta.
El Inicio de la Lucha
En la madrugada del 27 de octubre, los dos ejércitos se formaron para la batalla. La infantería y la artillería estaban en el centro, y la caballería en los costados. La batalla comenzó cuando la artillería Unitario disparó contra la infantería Federal. Luego, la lucha se extendió por toda la línea. Al principio, los jinetes Unitarios lograron hacer retroceder a los Federales. Lamadrid, viendo esto, ordenó perseguirlos.
Sin embargo, Quiroga, al ver a sus hombres retroceder, lideró una carga con 200 jinetes de su reserva. Al mismo tiempo, ordenó a su infantería atacar en el centro. Lamadrid intentó detenerlos, pero los Federales simularon una retirada, haciendo que los Unitarios los persiguieran y se dispersaran.
La Batalla en el Centro
Mientras la caballería Unitario perseguía a los Federales, la infantería Federal avanzó en el centro. Los soldados de Lamadrid se encontraron en una situación difícil. Lamadrid, con solo 30 jinetes, intentó ayudar a su infantería.
En un momento, la infantería Federal disparó a Lamadrid, quien cayó de su caballo. Sus soldados huyeron al verlo. Lamadrid se levantó y, rodeado de Federales, gritó que era el general Lamadrid y ofrecía perdón a quienes se rindieran. Esto le permitió abrirse paso y seguir luchando.
En los costados, los jinetes Federales que habían simulado huir, se dieron la vuelta y atacaron a sus perseguidores Unitarios, tomándolos por sorpresa. Los Unitarios comenzaron a huir desordenadamente. Lamadrid intentó reagrupar a sus hombres, pero muchos ya no querían seguir luchando.
Lamadrid, mostrando gran valentía, cargó solo varias veces contra la línea Federal, pero sus soldados no lo siguieron. En su tercera carga, su caballo fue herido y él cayó. Fue rodeado por jinetes Federales y quedó inconsciente. Al verlo caer, los soldados Unitarios que quedaban huyeron, dando por terminada la batalla.
Mientras tanto, Quiroga lideró un contraataque con 100 jinetes de su reserva, lo que aseguró la victoria Federal. La batalla duró aproximadamente dos horas y cuarto.
¿Qué Pasó con Lamadrid?
Los soldados Federales, creyendo que Lamadrid estaba muerto, le quitaron sus ropas y armas, dejándolo en el campo de batalla con muchas heridas. Tenía heridas en la cabeza, la cara y el brazo, y había sido golpeado y pisoteado.
Horas después, un mayor Unitario llamado Ciriaco Díaz Vélez regresó al campo de batalla buscando a Lamadrid. Fue capturado y llevado ante Quiroga, quien ya había sido informado de la supuesta muerte de Lamadrid.
Sin embargo, Lamadrid no estaba muerto. Unos soldados Unitarios que regresaron al campo lo encontraron herido pero vivo. Lo subieron a un caballo para llevarlo, pero al ver más jinetes, Lamadrid se bajó y les dijo que huyeran para salvarse. Quedó solo de nuevo hasta que un cabo de las milicias de Catamarca, llamado Francisco o Miguel Núñez, lo encontró. Núñez le dio agua y lo ayudó a arrastrarse bajo un árbol. Más tarde, al ver que los Federales regresaban al campo, Núñez subió a Lamadrid a su caballo y lo llevó a un rancho cercano. Allí, un curandero lo ayudó a sanar sus heridas. Luego, fue trasladado a Río Chico por caminos difíciles para evitar al enemigo.
El 2 de noviembre, Lamadrid, aún inconsciente, llegó a San Miguel de Tucumán, donde fue recibido con alegría por la gente. Días después, fue trasladado a Trancas, justo antes de que los Federales entraran en la ciudad.
Consecuencias de la Batalla
Las Bajas y el Resultado
La Batalla de El Tala fue una victoria decisiva para los Federales.
- Los Unitarios tuvieron 74 muertos y 35 heridos.
- Los Federales sufrieron 17 muertos y 70 heridos.
Quiroga también capturó muchas armas de los Unitarios.
Después del Combate
La noticia de la derrota y la supuesta muerte de Lamadrid llegó a San Miguel al día siguiente. Aunque al principio se creyó que había muerto, luego se confirmó que estaba vivo.
A mediados de noviembre, los Federales entraron en San Miguel de Tucumán. Aunque algunas fuentes Unitarias acusaron a los Federales de cometer excesos, otras afirman que la ciudad fue ocupada sin violencia. Muchos habitantes y soldados Unitarios abandonaron la ciudad antes de la llegada de los Federales.
Antes de que terminara diciembre, Quiroga e Ibarra se retiraron de Tucumán y regresaron a sus provincias. Lamadrid, ya recuperado, regresó al gobierno de Tucumán el 5 de diciembre. Quiroga continuó su avance hacia el sur, ocupando San Juan en enero de 1827 y logrando acuerdos con las provincias de Cuyo.
El presidente Rivadavia intentó que otros líderes Unitarios atacaran a Quiroga, pero no lo lograron. Lamadrid, con un nuevo ejército, se preparó para buscar a Quiroga nuevamente, lo que llevaría a más enfrentamientos.
Lecciones de la Batalla
La Batalla de El Tala fue la primera victoria importante de Quiroga fuera de su provincia. Se dice que Quiroga usó una táctica llamada "retirada fingida". Esto significa que sus jinetes simulaban huir para que el enemigo los persiguiera y se dispersara. Luego, los Federales se daban la vuelta y atacaban por sorpresa, a menudo con una reserva que atacaba por la retaguardia. Esta táctica fue muy efectiva para Quiroga en varias batallas, incluyendo El Tala. Lamadrid cayó en esta trampa al menos dos veces.