Bartolomé y Lupercio Leonardo de Argensola para niños
Los hermanos Bartolomé y Lupercio de Argensola (nacidos en Barbastro, Huesca) fueron importantes poetas e historiadores españoles durante el Siglo de Oro. Otros escritores famosos, como Lope de Vega, elogiaron mucho su trabajo. Se les considera ejemplos de una forma clásica y elegante de escribir poesía.
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¿Quién fue Bartolomé Leonardo de Argensola?
Bartolomé Juan Leonardo de Argensola nació en Barbastro, Huesca, el 26 de agosto de 1562, y falleció en Zaragoza el 4 de febrero de 1631. Fue un poeta e historiador español muy reconocido en el Siglo de Oro.
Bartolomé estudió en Zaragoza y Salamanca. Fue sacerdote y trabajó como capellán para la emperatriz María de Austria. También fue canónigo en la catedral de Zaragoza. Sus poemas no se publicaron mientras él vivía, sino que su sobrino Gabriel Leonardo los recopiló y los publicó junto con los de su hermano en un libro llamado Rimas en 1634. En cuanto a su trabajo como historiador, escribió una continuación de los Anales de Aragón en 1630.
¿Quién fue Lupercio Leonardo de Argensola?
Lupercio Leonardo de Argensola nació en Barbastro, Huesca, el 14 de diciembre de 1559, y murió en Nápoles en 1613. Fue un poeta, historiador y escritor de obras de teatro español.
Lupercio es conocido por su poesía de estilo clásico y por ser uno de los primeros en escribir teatro clásico en España. Sus dos obras de teatro que aún se conservan, Isabela y Alejandra, las escribió cuando era joven. Su poesía fue reunida y publicada por su hijo Gabriel junto con la de su hermano Bartolomé, en el libro Rimas. Lupercio también fue cronista del Reino de Aragón, lo que significa que escribía la historia de la región. Publicó trabajos sobre las Alteraciones de Zaragoza y continuó la obra Anales de la Corona de Aragón, escrita por Jerónimo Zurita.
El famoso soneto de los Argensola
Uno de los poemas más conocidos de los hermanos Argensola es un soneto que se titula «A una mujer que se afeitaba y estaba hermosa». Este poema habla sobre las apariencias y cómo a veces lo que vemos no es la realidad.

Yo os quiero confesar, don Juan, primero,
que aquel blanco y color de doña Elvira
que no sea verdad tanta belleza!
no tiene de ella más, si bien se mira,
que el haberle costado su dinero.
Pero tras eso confesaros quiero
que es tanta la beldad de su mentira,
que en vano a competir con ella aspira
belleza igual de rostro verdadero.
Mas ¿qué mucho que yo perdido ande
por un engaño tal, pues que sabemos
que nos engaña así Naturaleza?
Porque ese cielo azul que todos vemos,
ni es cielo ni es azul. ¡Lástima grande
Aunque es muy famoso, no se sabe con seguridad cuál de los dos hermanos escribió este soneto. Algunos expertos creen que fue Bartolomé por su estilo satírico, pero Lupercio también escribió poemas con un tono similar. Por eso, a menudo se dice que el autor es "uno de los Argensola".
¿Dónde se les recuerda hoy?
En la plaza de San Pedro Nolasco de Zaragoza hay un monumento dedicado a los dos hermanos Argensola. Fue creado por José Bueno Gimeno en 1922.
En Barbastro, su ciudad natal, también se les recuerda. Allí hay un instituto, una calle y la casa donde vivieron, que ahora funciona como biblioteca municipal. Además, el Ayuntamiento de Barbastro organiza cada año un concurso de poesía llamado Premio Internacional de Poesía Hermanos Argensola.