Aquincum para niños
La antigua ciudad romana de Aquincum se encontraba en el noreste de la provincia romana de Panonia. Hoy en día, puedes ver las ruinas de esta ciudad en las afueras de Budapest, la capital de Hungría. Se cree que el emperador Marco Aurelio pudo haber escrito parte de su famoso libro Meditaciones en Aquincum.
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Descubriendo Aquincum: Una Ciudad Romana
Aquincum fue originalmente un poblado de los celtas. Más tarde, los romanos lo usaron como un puesto militar para proteger sus fronteras, un sistema conocido como «limes».
¿Cómo Creció Aquincum?
Entre los años 41 y 54, durante el gobierno del emperador Claudio, un grupo de 500 soldados a caballo se estableció en este lugar. En el año 89, se unió a ellos una legión de 6000 soldados, llamada Legio II Adiutrix.
Alrededor de este fuerte militar, la ciudad de Aquincum fue creciendo poco a poco. En el año 106, después de una reorganización del territorio, Aquincum se convirtió en la capital de la región de Panonia Inferior. A finales del siglo II, la ciudad ya tenía casi 40.000 habitantes y ocupaba lo que hoy es el distrito de Óbuda en Budapest.
La Vida en la Antigua Aquincum
Los habitantes de Aquincum disfrutaban de muchas comodidades y avances de la época romana. Tenían sistemas de calefacción, baños públicos, grandes edificios y un anfiteatro para ver espectáculos y eventos.
También se pueden encontrar ruinas de otros asentamientos romanos en Budapest, como Contra-Aquincum. Estas construcciones romanas fueron muy importantes para el comercio en la provincia de Panonia durante los siglos II y siglo III. Las excavaciones nos muestran cómo era la vida en ese tiempo. A principios del siglo III, el cristianismo empezó a llegar a la ciudad.
El Final de Aquincum
A mediados del siglo IV, Aquincum sufrió ataques constantes de los sármatas, un pueblo del norte. El Imperio romano empezó a debilitarse, y esto también afectó a Aquincum. La antigua ciudad quedó casi destruida alrededor del año 350. En el año 376, fue conquistada por los vándalos. Más tarde, en el año 409, los germanos y los hunos invadieron la región.
Por la importancia de esta antigua ciudad, a los habitantes de Budapest se les conoce a veces como aquincenses o aquineos.