Allocosa brasiliensis para niños
Datos para niños Allocosa brasiliensis |
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Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Arthropoda | |
Clase: | Arachnida | |
Orden: | Araneae | |
Suborden: | Araneomorphae | |
Familia: | Lycosidae | |
Subfamilia: | Allocosinae | |
Género: | Allocosa | |
Especie: | A. brasiliensis | |
La Allocosa brasiliensis es una araña que pertenece a la familia Lycosidae. Tiene un color blanquecino que le ayuda a camuflarse muy bien en los arenales donde vive.
Esta araña es más activa durante la noche. Construye cuevas en la arena, cuyas paredes recubre con seda. Allí se queda durante el día y en los meses más fríos. Su mayor actividad se observa en los meses de verano.
Contenido
¿Cómo es esta araña?
La araña Allocosa brasiliensis es de tamaño mediano. Mide aproximadamente 1 centímetro de largo. Cuando está completamente desarrollada, puede llegar a medir el doble.
Los machos adultos son un 20% más grandes que las hembras. Sin embargo, las hembras tienen el cefalotórax (la parte del cuerpo que une la cabeza y el tórax) más ancho. También tienen las patas más cortas. En ambos sexos, las cuatro patas del medio son más cortas. El par de patas traseras es el más largo, y el par delantero es de tamaño intermedio.
¿Dónde vive y qué come?
La Allocosa brasiliensis se encuentra en el sur de América. Por ejemplo, en Uruguay vive a lo largo de las costas del Río Uruguay, el Río de la Plata y el Océano Atlántico. También se la puede encontrar en las orillas de ríos y lagunas interiores.
Su hábitat suele ser fresco y húmedo. El aire se mantiene así por la humedad del mar que llega con el viento. La Allocosa brasiliensis se alimenta principalmente de otras arañas, escarabajos, moscas y hormigas. Prefiere comer arañas, que forman cerca de un tercio de su dieta.
¿Cómo se eligen las parejas?
La Allocosa brasiliensis tiene roles de cortejo un poco diferentes a los de otras arañas. Las diferencias de tamaño entre machos y hembras son al revés de lo usual. En esta especie, los machos son más grandes que las hembras.
Son las hembras quienes salen a buscar a los machos e inician el cortejo. Se asoman a la entrada de la cueva del macho. Tanto el macho como la hembra eligen a su pareja.
Las hembras prefieren a los machos que tienen cuevas largas. Estas cuevas ofrecen mejores condiciones para el desarrollo de las crías. Si las cuevas son cortas, las hembras pueden rechazar a los machos. Los machos prefieren a las hembras que aún no han tenido crías y que están en buena forma física. Las hembras que ya se han reproducido o que están delgadas pueden ser rechazadas. A veces, el macho puede incluso alimentarse de ellas.
El baile del cortejo
Las arañas, en general, cazan de noche y no ven muy bien. Por eso, se comunican principalmente con señales químicas, vibraciones y toques.
El primer tipo de comunicación es el químico. Las hembras encuentran las cuevas de los machos gracias a señales químicas llamadas feromonas. Estas feromonas están en la seda que el macho pone en la entrada o dentro de su cueva. La hembra también detecta la seda al tocarla. Así, se orienta hacia la cueva del macho. La arena es un buen lugar para transmitir las vibraciones que usarán después.
El cortejo suele empezar con vibraciones. La hembra se asoma a la cueva del macho y mueve sus patas delanteras (patas I y II) de forma alternada hacia el fondo de la cueva. A veces, también mueve su abdomen hacia arriba y abajo.
Luego, el macho sube a la entrada de su cueva y se acerca a la hembra. El macho sacude su cuerpo hacia arriba y abajo, frente a la hembra. La hembra se acerca al macho y ambos se tocan con sus patas delanteras. Se acercan y se alejan varias veces, comunicándose con el tacto.
El macho retrocede y baja al fondo de su cueva, siempre mirando a la hembra. De vez en cuando, sigue sacudiendo su cuerpo. Finalmente, la hembra sigue al macho y baja a la cueva. Mientras baja, también hace sacudidas ocasionales con sus patas delanteras y vibra su abdomen.
Por último, el macho y la hembra cambian de lugar. El macho se mueve por debajo o por encima de la hembra, quedando él arriba y ella abajo en la cueva. Una vez que giran y se miran de nuevo, puede ocurrir el apareamiento o, en algunos casos, el macho puede alimentarse de la hembra.
Justo después de que terminan, el macho retrocede y sale de la cueva. Luego, tapa la entrada de la cueva. Usa seda y la transporta con sus quelíceros (piezas bucales). También arrastra arena con sus patas delanteras hasta cerrar la cueva por completo.
La hembra se queda dentro de la cueva del macho. Él le "regala" la cueva. Ella también ayuda a tapar la entrada y a recubrir las paredes internas con seda. Donar la cueva es un gran esfuerzo para el macho. Queda expuesto a los depredadores y no puede aparearse de nuevo hasta que construya una nueva cueva.