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Índice global del hambre para niños

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El Índice Global del Hambre (GHI, por sus siglas en inglés) es una herramienta que nos ayuda a entender qué tan grave es el problema del hambre en diferentes países. Se actualiza cada año y nos muestra si estamos mejorando o empeorando en la lucha contra el hambre en el mundo.

Este índice fue creado y mejorado por el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI). Se publicó por primera vez en 2006 junto con la organización Welthungerhilfe. Desde 2007, otra organización, Concern Worldwide, también participa en su publicación.

En 2014, el GHI se calculó para 120 países en desarrollo y economías en crecimiento. De estos, 56 tenían una situación de hambre grave o incluso peor.

Cada año, el informe del Índice Global del Hambre se enfoca en un tema importante. Por ejemplo, en 2013, se habló del "hambre oculta", que es cuando las personas no reciben suficientes vitaminas y minerales esenciales, como la vitamina A, el yodo y el hierro.

Otros temas importantes de años anteriores fueron:

  • La falta de nutrición en niños menores de dos años (2010).
  • Cómo el aumento y los cambios rápidos en los precios de los alimentos afectan el hambre y la nutrición (2011).
  • Cómo lograr que todos tengan alimentos seguros y usar los recursos naturales de forma sostenible (2012).
  • Cómo ayudar a las comunidades a ser más fuertes frente a la falta de alimentos y la mala nutrición (2013).

Además del informe anual, en 2008 se publicaron versiones especiales del índice para los estados de la India y para Etiopía.

¿Cómo se calcula el Índice Global del Hambre?

El hambre es un problema complejo que afecta a las personas de muchas maneras. Puede hacer que se enfermen más seguido, que no tengan energía, que no puedan trabajar y, en casos muy graves, puede causar la muerte.

El GHI está diseñado para medir diferentes aspectos del hambre en un solo número. Así, nos da una idea rápida de la situación. Este índice considera la nutrición de toda la población, pero también se fija en los niños, que son un grupo muy vulnerable. Si los niños no reciben suficientes nutrientes, pueden tener problemas para crecer bien, tanto física como mentalmente, y su salud puede estar en riesgo. Al combinar varios datos, el índice ayuda a que las mediciones sean más precisas.

Indicadores clave del GHI

El GHI combina tres indicadores importantes, cada uno con el mismo peso:

  • La cantidad de personas que no comen lo suficiente para tener energía (porcentaje de la población con subnutrición).
  • La cantidad de niños menores de cinco años que tienen bajo peso (porcentaje de niños con insuficiencia de peso).
  • La cantidad de niños que mueren antes de cumplir los cinco años (tasa de mortalidad infantil). Esto muestra cómo la falta de alimentos y las condiciones de vida poco saludables se combinan para afectar a los niños.

Fórmula para calcular el GHI

El Índice Global del Hambre se calcula así:

GHI = \frac{PUN + CUW + CM}{3}

Donde: PUN: es el porcentaje de la población que no come lo suficiente. CUW: es el porcentaje de niños menores de cinco años con bajo peso. CM: es el porcentaje de niños que mueren antes de los cinco años.

El índice califica a los países en una escala de 0 a 100. Una puntuación de 0 significa que no hay hambre, y 100 sería la peor situación. Cuanto más alto es el número, peor es la situación alimentaria de un país.

  • Menos de 4.9: Poca hambre.
  • Entre 5 y 9.9: Hambre moderada.
  • Entre 10 y 19.9: Problema serio.
  • Entre 20 y 29.9: Situación alarmante.
  • 30 o más: Situación extremadamente alarmante.

Fuentes de los datos

Los datos para el GHI de 2014 se basaron en información de 2009 a 2013. La información sobre la subnutrición viene de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el IFPRI. Los datos sobre la nutrición infantil son de UNICEF, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial, entre otros. Los datos de mortalidad infantil provienen del Grupo Interinstitucional de las Naciones Unidas para las Estimaciones sobre Mortalidad Infantil.

Es importante saber que los valores del GHI de 2014 no se pueden comparar directamente con los cálculos de años anteriores, porque se usaron métodos diferentes.

Resultados del GHI de 2014

Archivo:GHI 2014 regional comparison
Comparación de resultados: GHI de 1990 hasta 2014

A nivel mundial, el Índice Global del Hambre en 2014 fue de 12.5, lo que indica una situación grave en cuanto a la seguridad alimentaria y la nutrición. Sin embargo, en 1990, el GHI global era de 20.6, lo que significa que ha habido una mejora del 39 por ciento en esos años.

Según el GHI de 2014, las regiones con más hambre son África subsahariana (18.2) y Asia meridional (18.1). Esto significa que el hambre en estas dos regiones sigue siendo grave. En Asia sudoriental, la situación ha mejorado, con un GHI de 7.6. Hay poca hambre en el Cercano Oriente, el Norte de África, América Latina y el Caribe, así como en Europa oriental y la Comunidad de Estados Independientes.

En 2014, dos países tenían una situación de hambre "extremadamente alarmante": Burundi (35.6) y Eritrea (33.8). Otros 14 países tenían una situación "alarmante", la mayoría en África subsahariana, además de Haití, Laos y Timor Oriental.

Países con situación alimentaria alarmante o extremadamente alarmante (GHI 2014)

Países con una situación alimentaría extremadamente alarmante (GHI ≥ 30) o alarmante (GHI entre 20,0 y 29,9)
Índice Global del Hambre
Clasificación País 1990 1995 2000 2005 2014
1 Burundi 32 36.9 38.7 39 35.6
2 Eritrea 41.2 40 38.8 33.8
3 Timor Oriental - - - 25.7 29.8
4 Comoras 23 26.7 34 30 29.5
5 Sudán (anterior) 30.7 25.9 26.7 24.1 26
6 Chad 39.7 35.4 30 29.8 24.9
7 Etiopía - 42.6 37.4 30.8 24.4
8 Yemen, Rep. 30.1 27.8 27.8 28 23.4
9 Zambia 24.7 24 26.5 24.7 23.2
10 Haití 33.6 32.9 25.3 27.9 23
11 Sierra Leona 31.2 29 29.8 29.1 22.5
12 Madagascar 25.3 24.9 27.4 25.2 21.9
13 República Centroafricana 30.3 30.3 28.1 28.9 21.5
14 Níger 36.4 36.1 31.2 26.4 21.1
15 Mozambique 35.2 32.3 28.2 24.8 20.5
16 Laos 34.5 31.4 29.4 25 20.1
El GHI combina tres indicadores de igual ponderación: La proporción de subnutridos como porcentaje de la población, la frecuencia de la insuficiencia de peso en los niños menores de cinco años y, la tasa de mortalidad de los niños menores de cinco años.

El hambre oculta: Un problema invisible

El "hambre oculta" afecta a más de 2 mil millones de personas en el mundo. Esto ocurre cuando las personas no consumen suficientes vitaminas y minerales esenciales, como el zinc, el yodo, el hierro o ciertas vitaminas, o cuando sus cuerpos no pueden absorberlos bien. Las causas pueden ser una dieta poco variada, una mayor necesidad de estos nutrientes (como durante el embarazo), o problemas de salud como enfermedades o parásitos.

Las consecuencias para las personas son muy serias: problemas de aprendizaje, mala salud, poca energía y, en casos graves, la muerte por enfermedades. Los niños son especialmente vulnerables. Si no reciben suficientes micronutrientes en los primeros 1000 días de su vida (desde que son concebidos hasta su segundo cumpleaños), pueden sufrir daños permanentes en su desarrollo físico y mental.

La falta de micronutrientes es responsable de aproximadamente 1.1 millones de las 3.1 millones de muertes de niños cada año causadas por la mala nutrición. A pesar de lo grave que es, es difícil obtener datos exactos sobre la extensión del hambre oculta.

La falta de nutrientes, tanto los principales como los micronutrientes, causa una pérdida de productividad global de entre 1.4 y 2.1 mil millones de dólares al año.

Para evitar el hambre oculta, hay varias soluciones. Una muy efectiva es asegurar que las personas tengan una dieta variada. La calidad de los alimentos es tan importante como la cantidad. Esto se puede lograr promoviendo el cultivo de una gran variedad de plantas nutritivas y creando huertos caseros.

Otras soluciones incluyen añadir nutrientes a los alimentos procesados (fortificación) o mejorar las plantas para que contengan más nutrientes (biofortificación), como las batatas ricas en vitamina A. En casos de deficiencia grave o en etapas específicas de la vida, se pueden usar suplementos alimenticios. Por ejemplo, añadir vitamina A ayuda a que los niños sobrevivan más.

En general, la situación del hambre oculta solo puede mejorar si se toman varias medidas al mismo tiempo. Además de las acciones directas, esto incluye educar y apoyar a las mujeres, mejorar la higiene y el saneamiento, y asegurar el acceso a agua potable y servicios de salud.

No basta con comer hasta sentirse lleno. Todas las personas tienen derecho a alimentos que no solo sean suficientes, sino también de la calidad adecuada para cubrir sus necesidades. La comunidad internacional debe asegurarse de que el hambre oculta no se ignore y que se trabaje para eliminar todo tipo de hambre y mala nutrición.

Construyendo resistencia contra el hambre: Enfoque del GHI 2013

Muchos de los países con situaciones de hambre "alarmante" o "extremadamente alarmante" son muy vulnerables a las crisis. Por ejemplo, en la región del Sahel en África, la gente sufre sequías cada año. Además, enfrentan conflictos violentos y desastres naturales. Al mismo tiempo, el mundo es cada vez más inestable, con crisis económicas y cambios en los precios de los alimentos.

La incapacidad para enfrentar estas crisis puede destruir los avances que se han logrado en el desarrollo. Además, las personas tienen menos recursos para soportar la siguiente crisis. Miles de millones de personas viven con muy poco dinero al día. Para ellos, una enfermedad en la familia, la pérdida de cosechas por una sequía o la interrupción de la ayuda de familiares que viven en el extranjero pueden iniciar una situación de la que no pueden salir solos.

Por eso, no es suficiente solo ayudar a las personas en emergencias y luego empezar proyectos de desarrollo a largo plazo. La ayuda de emergencia y el desarrollo deben planificarse juntos para aumentar la capacidad de las personas pobres para resistir los problemas.

El Índice Global del Hambre distingue tres formas en que las personas enfrentan las crisis:

  • Absorción: Usar habilidades o recursos para reducir el impacto de una crisis sin cambiar el estilo de vida (por ejemplo, vender algunos animales).
  • Adaptación: Cuando la capacidad de absorción se agota, se toman medidas para ajustar el estilo de vida sin cambios drásticos (por ejemplo, usar semillas que resisten la sequía).
  • Transformación: Si las estrategias anteriores no son suficientes, se hacen cambios fundamentales y duraderos en la vida y el comportamiento (por ejemplo, tribus nómadas se vuelven agricultores porque no pueden mantener sus rebaños).

Basándose en esto, los expertos recomiendan varias acciones:

  • Unir la ayuda humanitaria (de emergencia) y la ayuda al desarrollo.
  • Eliminar políticas que debilitan la capacidad de las personas para recuperarse.
  • Implementar programas flexibles y de varios años que permitan abordar la crisis alimentaria crónica desde diferentes ángulos.
  • Mostrar que mejorar la resistencia es beneficioso y mejora la seguridad alimentaria, especialmente en lugares vulnerables.
  • Monitorear y evaluar científicamente las acciones para aumentar la resistencia.
  • Involucrar activamente a la gente local en la planificación y ejecución de los programas.
  • Mejorar la alimentación, especialmente de madres y niños, para evitar que las crisis a corto plazo causen problemas de nutrición duraderos.

Presión sobre los recursos naturales: Enfoque del GHI 2012

Cada vez más, el hambre está relacionada con cómo usamos la tierra, el agua y la energía. La escasez de estos recursos aumenta la presión sobre la seguridad alimentaria. Varios factores contribuyen a esta escasez: 1. Crecimiento de la población: Se espera que la población mundial supere los 9 mil millones en 2050. Además, más personas viven en ciudades. La gente en las ciudades come diferente, consumiendo menos alimentos básicos y más carne y productos lácteos. 2. Mayores ingresos y uso no sostenible: A medida que la economía mundial crece, las personas con más dinero consumen más alimentos y productos que requieren mucha agua y energía para producirse. A veces, no son eficientes y desperdician recursos. 3. Malas decisiones y sistemas débiles: Cuando las decisiones, por ejemplo sobre energía, no consideran sus efectos en la disponibilidad de tierra y agua, pueden causar problemas. Un ejemplo son las políticas de biocombustibles de algunos países: si se usa mucho maíz y azúcar para producir combustible, queda menos tierra y agua para producir alimentos.

Algunas señales de la creciente escasez de energía, tierra y agua son: el aumento de los precios de los alimentos y la energía, grandes inversiones en tierras de cultivo (a veces llamadas "acaparamiento de tierras"), el deterioro de las tierras cultivables por un uso excesivo (como la desertificación), el aumento de personas que viven en regiones con menos agua subterránea, y la pérdida de tierras de cultivo debido al cambio climático.

El análisis del GHI 2012 llevó a los expertos a recomendar varias medidas:

  • Asegurar el derecho a la tierra y el agua para todos.
  • Reducir gradualmente las ayudas que distorsionan el mercado.
  • Crear un buen ambiente económico.
  • Invertir en tecnología agrícola para usar la tierra, el agua y la energía de forma más eficiente.
  • Apoyar métodos que lleven a un uso más eficiente de los recursos en toda la cadena de producción de alimentos.
  • Prevenir el uso excesivo de los recursos naturales mediante el monitoreo de los sistemas de agua, tierra, energía y agricultura.
  • Mejorar el acceso a la educación para las mujeres y fortalecer sus derechos para ayudar a manejar los cambios de población.
  • Aumentar los ingresos, reducir las diferencias sociales y económicas, y promover estilos de vida sostenibles.
  • Reducir el cambio climático y adaptarse a él, cambiando la forma en que se practica la agricultura.

Precios de los alimentos: Enfoque del GHI 2011

El informe de 2011 señaló tres razones principales para los aumentos y la inestabilidad de los precios de los alimentos: 1. Un aumento en la producción de biocombustibles, impulsado por el alto precio del petróleo y las ayudas en países como Estados Unidos (donde más de un tercio de la cosecha de maíz se usó para esto en 2009 y 2010) y la Unión Europea. 2. Condiciones climáticas extremas debido al cambio climático. 3. Un aumento en la actividad financiera en los mercados de futuros de productos básicos. Esto significa que las inversiones en fondos que especulan con los precios de los productos agrícolas aumentaron enormemente, de 13 mil millones a 260 mil millones de dólares entre 2003 y 2008. También aumentó el volumen de productos agrícolas que se comercializan a nivel mundial.

Según el informe, los mercados agrícolas actuales tienen características que hacen que los precios sean más sensibles. Esto incluye que la producción de ciertos productos se concentra en pocos países, las restricciones a las importaciones, los bajos niveles de reservas de cereales y la falta de información clara y a tiempo sobre la producción de alimentos, las reservas y las previsiones de precios.

El GHI de 2011 destacó que los cambios en los precios afectan especialmente a las personas pobres y con mala nutrición, ya que no pueden reaccionar fácilmente a estos cambios. Sus reacciones pueden incluir: comer menos, sacar a los niños de la escuela, o enviar a miembros de la familia lejos porque no pueden alimentarlos. El informe también señala que, después de décadas de precios estables, ahora hay una alta y constante inestabilidad en los precios de los alimentos, con aumentos fuertes y rápidos.

A nivel nacional, los países que importan alimentos (los que compran más alimentos de los que venden) son los más afectados por los cambios en los precios.

La desnutrición infantil: Enfoque del GHI 2010

La desnutrición en niños ha alcanzado niveles muy preocupantes. En los países en desarrollo, cerca de 195 millones de niños menores de cinco años (aproximadamente uno de cada tres) son demasiado pequeños para su edad y no se han desarrollado bien. Casi uno de cada cuatro niños menores de cinco años (129 millones) tiene bajo peso, y uno de cada 10 tiene un peso extremadamente bajo. El problema de la desnutrición infantil se concentra en pocos países y regiones, con más del 90 por ciento de los niños con retraso en el crecimiento viviendo en África y Asia. Solo en la India, vive el 42% de los niños desnutridos del mundo.

Los datos del informe muestran que el mejor momento para mejorar la nutrición de un niño es durante los 1000 días que van desde su concepción hasta su segundo cumpleaños. Los niños que no reciben una nutrición adecuada en este período corren un mayor riesgo de sufrir daños permanentes, como un desarrollo físico y mental deficiente, mala salud e incluso la muerte prematura. En cambio, las consecuencias de la desnutrición que ocurren después de los 24 meses de vida de un niño son, en gran parte, reversibles.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Global Hunger Index Facts for Kids

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Índice global del hambre para Niños. Enciclopedia Kiddle.