Yekutiel ben Isaac para niños
Datos para niños Yekutiel ben Isaac |
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Información personal | ||
Nacimiento | Siglo X | |
Fallecimiento | 1039 | |
Causa de muerte | Asesinato | |
Información profesional | ||
Ocupación | Escritor | |
Cargos ocupados | Visir | |
Yekutiel ben Isaac fue un importante poeta y estudioso que vivió en el siglo XI. También fue un alto funcionario, conocido como visir, en el reino de Zaragoza, en lo que hoy es España. Falleció en el año 1039.
¿Quién fue Yekutiel ben Isaac?
Yekutiel ben Isaac llegó a la corte del rey Mundir II en Zaragoza. Había huido de los problemas y conflictos que surgieron tras la caída del Califato de Córdoba a principios del siglo XI. En Zaragoza, encontró un lugar seguro para vivir y trabajar.
Su papel como maestro y protector
En la corte de Zaragoza, Yekutiel ben Isaac se convirtió en el maestro de un joven llamado Ibn Gabirol, quien más tarde sería muy famoso. El rey Mundir II lo nombró gran visir, un puesto muy importante que hoy sería como el jefe de gobierno o un primer ministro.
Desde su cargo, Yekutiel ben Isaac ayudó a otros estudiosos y pensadores a venir a la corte de Zaragoza. Entre ellos estaban el gramático Marwan Yonah ben Yanah y Mose ibn Chicatella ha Kohen ben Chicatella. Gracias a él, Zaragoza se convirtió en un centro importante para el conocimiento y la cultura.
Un final trágico
Lamentablemente, Yekutiel ben Isaac perdió la vida en el año 1039. Esto ocurrió durante unos disturbios en Zaragoza, después de que Abd Allah ibn Hakam tomara el poder. Debido a su alto cargo con el rey Mundir II, Yekutiel se vio envuelto en estos acontecimientos.
Su alumno, Ibn Gabirol, escribió poemas muy emotivos para recordar a su maestro. En uno de ellos, describe cómo el cielo parece entristecerse por la muerte de Yekutiel, comparando el atardecer con un velo de luto.
Fíjate en el sol del ocaso, rojo,
como revestido de un velo de púrpura:
se cubriera de luto por la muerte de Yequtiel.
va desvelando los costados del norte y el sur,
mientras cubre de escarlata el poniente;
abandona la tierra desnuda
buscando en la sombra de la noche cobijo;
entonces el cielo se oscurece, como si