Trastorno de personalidad para niños
Datos para niños Trastorno de personalidad |
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Especialidad | psiquiatría psicología |
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Los trastornos de personalidad son formas de pensar, sentir y actuar que son muy diferentes de lo que se espera en la sociedad. Estas diferencias se notan en cómo una persona maneja sus emociones, cómo se relaciona con los demás y cómo controla sus impulsos.
La personalidad se refiere a los rasgos y comportamientos que nos hacen únicos. Cuando estos rasgos son muy rígidos y causan problemas en la vida diaria, se puede hablar de un trastorno de personalidad. Estos trastornos son reconocidos por guías importantes como el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM) y la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las personas con un trastorno de personalidad pueden tener dificultades para entenderse a sí mismas o a los demás. También pueden tener problemas para manejar sus sentimientos o para llevarse bien con otras personas. Estos patrones de comportamiento suelen aparecer en la adolescencia o al principio de la edad adulta. A menudo, la persona no se da cuenta de que su forma de ser es la causa de sus problemas.
Es importante saber que tener un trastorno de personalidad no significa que la persona sea mala. Simplemente, necesita apoyo para aprender a manejar mejor sus emociones y relaciones.
Contenido
- ¿Qué es la personalidad y cómo se relaciona con los trastornos?
- ¿Cómo se clasifican los trastornos de personalidad?
- ¿Cómo se diagnostican los trastornos de personalidad?
- ¿Cuál es la diferencia entre una personalidad sana y un trastorno de personalidad?
- Trastornos de personalidad y comportamientos difíciles
- Véase también
¿Qué es la personalidad y cómo se relaciona con los trastornos?
La personalidad se refiere a cómo pensamos, sentimos y nos comportamos de manera habitual. Incluye nuestras emociones, motivaciones y la forma en que nos relacionamos con los demás. Aunque todos somos diferentes, hay ciertos patrones que se consideran "normales" dentro de una cultura.
Un trastorno de personalidad ocurre cuando estos patrones son muy rígidos y causan un malestar significativo. Esto puede dificultar que la persona se adapte a nuevas situaciones o que tenga relaciones saludables. Las causas pueden ser diversas, incluyendo factores biológicos y el entorno en el que la persona crece.
Es fundamental que cada persona sea evaluada de forma individual. La misma causa puede llevar a diferentes resultados, y un mismo comportamiento puede tener distintas razones.
¿Cómo se clasifican los trastornos de personalidad?
Existen dos sistemas principales para clasificar los trastornos de personalidad: el CIE y el DSM. Aunque son similares, tienen algunas diferencias. Por ejemplo, el DSM agrupa los trastornos en tres categorías principales, mientras que el CIE no usa un sistema de ejes.
Grupos de trastornos de personalidad según el DSM
El DSM-IV-TR, una guía importante para los profesionales de la salud mental, divide los trastornos de personalidad en tres grupos:
Grupo A: Trastornos raros o excéntricos
Este grupo incluye trastornos donde las personas pueden parecer extrañas o tener dificultades para relacionarse.
- Trastorno paranoide de la personalidad: Las personas son muy desconfiadas y sospechan de los demás sin razón. Siempre están a la defensiva y les cuesta confiar.
- Trastorno esquizoide de la personalidad: Quienes lo tienen prefieren estar solos y les cuesta mucho expresar emociones. No suelen tener muchos amigos ni intereses compartidos.
- Trastorno esquizotípico de la personalidad: Estas personas pueden tener pensamientos o creencias inusuales. A menudo se sienten incómodas en situaciones sociales y prefieren la soledad.
Grupo B: Trastornos dramáticos, emocionales o erráticos
En este grupo, los comportamientos suelen ser impulsivos, muy emocionales o pueden ignorar las normas sociales.
- Trastorno antisocial de la personalidad: Se caracteriza por no respetar los derechos de los demás. Las personas con este trastorno pueden ser impulsivas y no sentir remordimiento por sus acciones.
- Trastorno límite de la personalidad: Las personas experimentan cambios de humor muy rápidos y tienen relaciones inestables. Pueden actuar de forma impulsiva.
- Trastorno histriónico de la personalidad: Quienes lo tienen buscan constantemente ser el centro de atención y expresan sus emociones de forma muy exagerada.
- Trastorno narcisista de la personalidad: Se caracteriza por una gran necesidad de admiración y una falta de empatía hacia los demás. Creen que son muy especiales y superiores.
Grupo C: Trastornos ansiosos o temerosos
Este grupo incluye trastornos donde la ansiedad y el miedo son muy importantes.
- Trastorno de la personalidad por evitación: Las personas sienten mucha timidez y miedo al rechazo. Evitan situaciones sociales por temor a ser juzgadas negativamente.
- Trastorno de la personalidad por dependencia: Quienes lo tienen sienten una necesidad excesiva de que otros los cuiden. Les cuesta tomar decisiones por sí mismos y son muy sumisos.
- Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad: Se caracteriza por una preocupación extrema por el orden, el perfeccionismo y el control. Pueden ser muy rígidos en sus rutinas.
¿Cómo se diagnostican los trastornos de personalidad?
Para diagnosticar un trastorno de personalidad, los profesionales de la salud mental utilizan diferentes herramientas.
Pruebas para evaluar la personalidad
Existen cuestionarios y pruebas que ayudan a entender la personalidad de una persona. Algunas pruebas evalúan la personalidad en general, como el MIPS de Millon o el 16PF-5 de Cattell. Otras, como el test de Rorschach, exploran aspectos más profundos de la personalidad.
Para los trastornos de personalidad, se usan pruebas específicas como el MMPI-2 o el MCMI-III de Millon. Estas herramientas ayudan a los especialistas a identificar patrones de comportamiento y pensamiento que podrían indicar un trastorno.
El MCMI-II
El MCMI-II es un cuestionario que ayuda a los psicólogos a entender mejor los trastornos de personalidad. Tiene 175 preguntas y se responde en unos 25 a 30 minutos. Este test no es para todas las personas, sino para aquellas que ya están buscando ayuda psicológica.
El MCMI-II usa un sistema especial de puntuación que ayuda a calcular la probabilidad de que una persona tenga un trastorno específico. Sin embargo, en la versión en español, ha habido algunos desafíos con la forma en que se interpretan los resultados, lo que ha llevado a que se necesiten más estudios para asegurar su precisión.
Criterios generales para el diagnóstico
Tanto el DSM como el CIE tienen criterios que deben cumplirse para diagnosticar un trastorno de personalidad. Estos criterios incluyen:
- Un patrón de comportamiento y experiencia interna que se desvía mucho de lo esperado en la cultura.
- Este patrón afecta varias áreas, como la forma de pensar, las emociones, las relaciones y el control de los impulsos.
- El patrón es persistente, inflexible y se presenta en muchas situaciones.
- Causa un malestar significativo o problemas en la vida diaria (social, escolar, laboral).
- Es estable y de larga duración, comenzando en la adolescencia o edad adulta.
- No es causado por otro trastorno mental, una enfermedad física o el efecto de alguna sustancia.
¿Cuál es la diferencia entre una personalidad sana y un trastorno de personalidad?
Una personalidad sana es flexible y permite a la persona adaptarse a diferentes situaciones. Quienes tienen una personalidad sana pueden funcionar bien en su vida, establecer relaciones satisfactorias y alcanzar sus metas, sintiéndose bien consigo mismos.
Un trastorno de personalidad, en cambio, se caracteriza por:
- Ser un patrón de comportamiento muy rígido y que se repite en casi todas las situaciones.
- No ser el resultado de un evento específico, sino una forma de ser que ha estado presente por mucho tiempo.
- Dificultar el aprendizaje de nuevas habilidades, especialmente en las relaciones sociales.
- Hacer que la persona sea más vulnerable a situaciones nuevas o estresantes.
- Causar malestar a la persona o a quienes la rodean, afectando su vida social, familiar o escolar.
- A menudo, la persona no se da cuenta de que su forma de ser es el problema, lo que dificulta que busque ayuda.
Trastornos de personalidad y comportamientos difíciles
Es importante aclarar que la mayoría de las personas con un trastorno de personalidad no son agresivas. De hecho, a menudo son más propensas a ser víctimas que a cometer actos dañinos.
Algunos estudios han investigado la relación entre los trastornos de personalidad y ciertos comportamientos difíciles, especialmente en entornos como las prisiones. Se ha encontrado que en estas poblaciones hay una mayor presencia de trastornos de personalidad, como el trastorno antisocial. Sin embargo, es complejo determinar si estos comportamientos son directamente causados por el trastorno o si son influenciados por otras situaciones, como el entorno de la prisión o el consumo de ciertas sustancias.
Es crucial entender que un trastorno de personalidad por sí solo no significa que una persona será violenta. La mayoría de las personas con estos trastornos viven sus vidas sin causar daño a otros. Se necesita más investigación para comprender completamente cómo los trastornos de personalidad influyen en el comportamiento y para asegurar que las personas reciban el apoyo adecuado.
Véase también
En inglés: Personality disorder Facts for Kids
- Theodore Millon
- Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales