Torremuelle para niños
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Torremuelle: Una Fábrica Romana de Alimentos Marinos
Torremuelle es un lugar muy especial en Benalmádena, Málaga, donde se han encontrado restos de una antigua fábrica romana. Esta fábrica, junto con otros sitios como Benalroma y Los Molinillos, nos ayuda a entender cómo vivían los romanos en esta zona. Aquí se preparaban alimentos a base de pescado, como salazones, que eran muy populares en la época romana.
¿Dónde se encuentra Torremuelle?
El lugar donde se descubrieron estos restos está cerca de la carretera N-340, justo donde un pequeño arroyo llamado Lagar se une al mar. Esta zona se conoce como Torremuelle.
Descubriendo el Pasado: La Historia de Torremuelle
Las primeras pistas sobre la presencia romana en Benalmádena aparecieron a mediados del siglo XX. Un investigador llamado Giménez Reyna mencionó que había una villa (una especie de casa grande) con cimientos fuertes, pilas para hacer salazones y suelos especiales hechos de opus signinum (un tipo de cemento romano). También se encontraron muchos trozos de cerámica por todas partes.
Otro investigador, Juan Temboury, contó que en un lugar llamado "Huerta de la Marenga" había restos de un pequeño muelle romano. Cuando construyeron la carretera, cortaron una parte de una habitación romana que quedó colgando. Cerca del mar, en 1951, se encontró un mosaico con dibujos de círculos y cruces, hecho con pequeñas piezas de piedra blanca, negra y cristales verdes y azules.
Todas estas construcciones formaban parte de una "villa a mare", que era una casa de campo cerca del mar, conectada a una fábrica que usaba los recursos del mar. Esto se confirma no solo por la fábrica, sino también por el hallazgo de varias ánforas (recipientes grandes de cerámica) para salazones que se encontraron en las aguas cercanas.
En 2002, se encontraron más restos de construcciones y cerámica romana en una ladera cercana al arroyo Lagar.
Las excavaciones arqueológicas que se hicieron en 2003 revelaron los restos de la fábrica. Era un complejo industrial con diecinueve pilas grandes, colocadas en fila, que se extendían a lo largo de 50 metros. También había una habitación anexa al norte.
Estas pilas estaban cubiertas con opus signinum y tenían el fondo redondeado para que fuera más fácil limpiarlas. La habitación anexa, que probablemente se usaba para almacenar cosas, tenía un suelo de mortero de cal y arena sobre un empedrado de piedra. Aunque una parte del muro de cierre ya no existe, aún se pueden ver los restos de una entrada.
Materiales Encontrados
Aunque no se encontró mucho material arqueológico, lo que se halló es muy interesante. Destaca la cerámica del siglo I después de Cristo, que incluye ánforas para salazones, cerámica de cocina y vajilla de mesa.
Se cree que las pilas más grandes se usaban para hacer salazones (pescado conservado en sal) y las más pequeñas para el liquamen, una salsa de pescado muy apreciada. Por los restos encontrados, se piensa que en esta fábrica de Torremuelle se producían más salsas que salazones, y que la pila central, que era la más grande, se usaba para los salazones.
Estas fábricas romanas, que se parecen a otras encontradas en el norte de África, seguían un patrón de ubicación muy específico. La "pars urbana" (la parte de la villa donde vivían las personas) estaba justo en la costa. La "pars fructuaria" (la parte de la fábrica) y posiblemente la "pars rústica" (la parte agrícola) se construían muy cerca, a unos 100 metros, junto a la desembocadura de un arroyo. Esto era importante para tener agua dulce, necesaria para estas actividades.
Además, la ubicación de la fábrica frente a un puerto natural facilitaba la carga y descarga de los productos. Por eso, es importante mencionar el hallazgo de dos ánforas de salazones en las aguas cercanas a esta ensenada.