San Esteban de Viguera para niños
La Ermita de San Esteban es una pequeña iglesia antigua de estilo románico, construida por primera vez alrededor del siglo X y luego renovada en el siglo XII. Es muy especial porque está construida justo debajo de un gran risco, lo que significa que no necesita un tejado normal. Dentro, tiene unas pinturas murales muy antiguas y bonitas de estilo mozárabe. Esta ermita se encuentra cerca del pueblo de Viguera, en La Rioja, España. Fue reconstruida en 1955 después de haber estado abandonada y parcialmente derrumbada.
Datos para niños Ermita de San Esteban |
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| Localización | ||
| País |  España |
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| Comunidad | .svg){kind=small} La Rioja |
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| Localidad | Viguera | |
| Datos generales | ||
| Categoría | Monumento | |
| Declaración | 7 de junio de 1983 | |
Contenido
Origen e historia de la ermita
Aunque no hay documentos antiguos que cuenten cómo se construyó esta ermita, se cree que su origen podría ser visigótico. Esto significa que se construyó aproximadamente entre los siglos VIII o X.
Más tarde, entre los siglos X o XII, cuando el estilo románico era popular, se hizo una gran reforma. Se cambió su ábside (la parte trasera de la iglesia, generalmente redonda) de madera por uno de piedra con forma de cuarto de esfera.
De esta época de reforma también son las impresionantes pinturas que se ven en su interior. Además, se hicieron dos inscripciones en latín en el marco del arco que separa la nave del iconostasio (una especie de pared con iconos que separa el altar del resto de la iglesia).
¿Por qué se construyó la ermita?
Existen varias ideas sobre por qué se construyó la Ermita de San Esteban. Una teoría es que pudo ser un lugar de reunión para los eremitas. Los eremitas eran personas que vivían solas en cuevas a lo largo del valle del río Iregua antes de la llegada de los musulmanes.
Otra idea es que pudo ser un pequeño oratorio (un lugar para rezar) que formaba parte de una fortaleza cercana.
El redescubrimiento y las restauraciones
La ermita fue olvidada durante muchos siglos. En los años cincuenta del siglo XX, fue redescubierta. Estaba en muy malas condiciones, y parte de su ábside se había derrumbado por la caída de una roca.
Fue reparada en 1953 para asegurar su estructura. Sin embargo, durante los años 80 y 90, sufrió actos de vandalismo. Se hicieron pintadas en el interior, se guardó ganado e incluso se encendieron hogueras dentro.
En 1999, debido al grave deterioro de las pinturas, se decidió restaurarlas. La última restauración exterior se realizó en 2014. Esta última obra fue muy comentada porque cambió el aspecto exterior del templo.
En 1983, la ermita fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC). Esto significa que es un monumento muy importante que debe ser protegido por su valor histórico y artístico.
Arquitectura única de la ermita
La Ermita de San Esteban es un templo pequeño con una forma rectangular y un ábside semicircular. Mide aproximadamente 4,50 metros de ancho por 8 metros de largo.
Está construida con mampostería, que son piedras unidas con mortero. Lo más curioso de su arquitectura es que no necesita un tejado de tejas. Esto se debe a que está construida justo debajo de un gran risco, que la protege como si fuera su propio techo natural. Esto le da un aspecto muy inusual.
Durante la reforma del siglo XII, se quitó el tejado original de madera y se reemplazó por una bóveda de cañón (un techo en forma de medio cilindro). También se redondeó el ábside, que tiene tres ventanas estrechas llamadas saeteras.
Debido a su antigüedad, la ermita tiene un iconostasio. Este separa la nave (la parte principal de la iglesia) del ábside con un arco de medio punto y dos ventanas también de medio punto.
La entrada original de la ermita estaba en el lado sur de la nave. Pero después de la reforma de 1953, esa entrada se cerró y se abrió una nueva en el lado norte.
Pinturas murales en el interior
Aunque muchas de ellas se han perdido, las pinturas de la Ermita de San Esteban son probablemente las más valiosas de estilo románico en La Rioja. Fueron hechas durante la restauración del templo en el siglo XII.
Estas pinturas son de estilo mozárabe, similar a las que hicieron los monjes de la misma época en San Millán de la Cogolla o en San Martín de Albelda. Estos monjes fueron los autores del famoso Códice Albeldense.
Colores y técnicas de las pinturas
Al igual que en otras obras mozárabes, en estas pinturas predominan cuatro colores: rojo, ocre, blanco y negro. Se dibujaban primero con trazos negros y luego se rellenaban con color.
Muchas pinturas se perdieron, especialmente las del lado sur y casi todas las de la cabecera. Esto ocurrió porque el templo estaba en ruinas cuando fue redescubierto en los años 50. Sin embargo, después de la restauración de 1999, las pinturas que quedan están en buen estado.
Temas representados en las pinturas
El tema principal de las pinturas son las visiones del Apocalipsis. En la cabecera, que era el lugar más importante, se cree que habría una imagen de "Maiestas Domini" (Cristo en Majestad) rodeado de sus apóstoles. Pero esta parte se perdió. Solo quedan cinco de los apóstoles en el lado norte.
En el iconostasio, solo se pueden ver algunos ángeles llevando incienso en el espacio central. También hay un "Agnus Dei" o Cordero de Dios en el lado norte. Sobre el arco central, se puede intuir una escena de la crucifixión, con la Virgen y una figura que podría ser Poncio Pilatos a la izquierda.
En las pinturas de la nave central, se puede ver una estructura en franjas horizontales. Esto es algo común en los manuscritos mozárabes ilustrados.
En el muro lateral norte de la nave, sobre un fondo rojo, se distinguen diez de los Ancianos del Apocalipsis. El resto no se puede ver, pero es probable que llegaran hasta el centro del techo y se repitieran en la pared sur.
En el muro oeste se encuentra la pintura más llamativa. Durante años, debido a su mal estado, se pensó que era un "Pantocrátor" (Cristo como gobernante del universo). Pero después de la restauración, se descubrió que era una "Maiestas Mariae".
Esta pintura muestra a la Virgen María sobre un fondo ocre, dentro de una forma ovalada llamada mandorla, sostenida por cuatro ángeles. A los lados, aparecen unas figuras que podrían ser Ramiro Garcés y su esposa, quienes fueron reyes del Reino de Viguera.
Justo debajo de esta pintura, sobre un fondo rojo, se pueden ver varias escenas. Hay un árbol de la vida un poco borroso, un hombre con dos caballos a la izquierda y un banquete a la derecha. Junto al banquete, hay una figura más grande con dos caras, que se ha interpretado como el dios Jano.
