Rebomboris del Pa para niños
Los Rebomboris del Pa (que en catalán significa «Alborotos del Pan») fueron unas protestas populares que ocurrieron en Barcelona en el año 1789. Estas revueltas se produjeron porque el precio del pan subió mucho, debido a que las cosechas de ese año no fueron buenas.
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¿Por qué subió el precio del pan?
Según el historiador Josep Fontana, el problema principal fue que el gobierno del rey Carlos III cambió la forma en que se controlaba el precio del pan en Cataluña, especialmente en Barcelona. Antes, había libertad para comerciar con cereales (la mayoría se importaban) y el ayuntamiento controlaba cómo se hacía el pan. Esto ayudaba a mantener los precios estables.
Pero el gobierno impuso un sistema diferente, similar al que se usaba en otras partes de España, donde el comercio de cereales estaba controlado, pero hacer pan era libre. Esto eliminó los controles que el ayuntamiento de Barcelona tenía. En 1789, después de una mala cosecha en toda Europa, las autoridades decidieron subir el precio del pan, y luego también el de la carne, el aceite y el vino.
¿Cómo comenzaron las protestas?
Las protestas empezaron el 28 de febrero de 1789. Ese día, muchas personas, sobre todo mujeres, salieron a las calles. Atacaron y quemaron puestos de venta de pan y el Pastim municipal, un edificio que tenía sus propios hornos para hacer pan. Gritaban «¡fuera el hambre!».
Al día siguiente, 1 de marzo, la gente se dirigió hacia el Pla de Palau, donde estaban las instituciones más importantes de la ciudad. Gritaban «¡Viva el Rey, muera el general!». El capitán general, el conde del Asalto, a quien se acusaba de subir los precios, se había refugiado en la Ciudadela. Hubo enfrentamientos con los soldados, donde murieron un soldado y un sargento, y muchas personas resultaron heridas. Algunos manifestantes incluso entraron en la catedral para tocar las campanas y pedir ayuda.
¿Cómo se solucionó el conflicto?
Finalmente, hubo una negociación entre los manifestantes y las autoridades. El general conde del Asalto no tenía suficientes soldados para controlar la situación. El Ayuntamiento pidió ayuda a los gremios (grupos de trabajadores) y a los frailes capuchinos para negociar.
Se acordó bajar el precio del pan y liberar a los que habían sido arrestados. Los representantes del pueblo también pidieron que bajaran los precios de la carne y el aceite, y esto también se aceptó.
¿Qué pasó después de las protestas?
Los días 1 y 2 de marzo, las protestas se extendieron a otras ciudades cercanas, como Mataró, Sabadell y Vic. Pero el día 2 llegaron más soldados, que lograron controlar a los manifestantes.
Después de esto, hubo un castigo severo. Cerca de cien personas fueron enviadas lejos de la ciudad y varias personas recibieron la pena máxima. A pesar de la dureza de los castigos, las protestas tuvieron algunas consecuencias importantes. El conde del Asalto fue destituido de su cargo y, a partir de 1790, se volvió a usar un sistema llamado insaculación para elegir a los cargos públicos.
Josep Fontana ha señalado que, a diferencia de otras protestas anteriores, en esta ocasión se quiso castigar a quienes se consideraban los líderes de los "Rebomboris". Un testigo de la época contó que cuando se aplicaron los castigos, había muy poca gente en las calles, lo que podría significar que los habitantes de Barcelona no estaban de acuerdo con esas decisiones.
¿Fueron los "Rebomboris del Pa" una revuelta importante?
La historiadora Núria Sales se preguntó si los "Rebomboris del Pa" fueron solo una crisis por la falta de alimentos o si tuvieron un carácter más profundo, como una revuelta que buscaba grandes cambios. Ella menciona que las autoridades tuvieron mucho miedo de una revolución. Por eso, enviaron muchos soldados a Barcelona, apuntaron la artillería hacia la ciudad, quitaron los badajos de las campanas (para que no se pudiera llamar a la gente), prohibieron las reuniones de más de dos personas y trajeron barcos de guerra para intimidar y enviar lejos a los manifestantes.
Josep Fontana, por su parte, considera que fue una revuelta por la falta de alimentos, como muchas otras que ocurrían en esa época. Él cree que, aunque en la sociedad catalana ya había ideas que apuntaban a cambios importantes, estas aún no eran muy visibles en ese momento.