Rabino para niños
En el judaísmo, un rabino es como un maestro o una persona muy respetada. La palabra rabino viene del hebreo rav, que significa "abundante" o "distinguido".
Al principio, los rabinos eran líderes religiosos que buscaban guiar a la comunidad judía. Después del año 70 d.C., cuando el segundo Templo de Jerusalén fue destruido por el ejército romano, los rabinos se convirtieron en la principal autoridad espiritual y educativa para los judíos.
¿Qué es un Rabino?
En la antigüedad, había diferentes nombres para los líderes religiosos, como Rabán, Rabí y Rav, dependiendo de su origen y escuela. Algunos eran ordenados con una ceremonia especial, mientras que a otros, que eran muy sabios pero aún no ordenados, se les llamaba talmid jajam (que significa "discípulo del sabio").
Hoy en día, la palabra rabino se usa como un título de respeto. Un rabino es un maestro experto en la ley judía (llamada Halajá) y en la interpretación de la Torá, que son los textos sagrados. También es el líder espiritual de una sinagoga, que es el lugar de reunión y oración judío.
La preparación de un rabino moderno es muy completa. Incluye estudios universitarios en cualquier área, además de estudiar judaísmo en una escuela especial llamada Yeshivá durante unos tres años y medio. También deben pasar un examen, servir un año junto a un rabino experimentado y, para ejercer en una sinagoga, deben estar casados. Es importante que hablen hebreo y un poco de arameo. Algunos se especializan en prácticas como la preparación de alimentos según las leyes judías (Kashrut) o la circuncisión (Miláh).
¿Cómo surgieron los rabinos?
El título de rabino no aparece en la Biblia hebrea. Los líderes religiosos antiguos, como Hilel y Shammai, no usaban estos títulos. Los términos "Rabán" y "Rabí" se mencionan por primera vez en la Mishná, un texto judío importante. "Rabán" se usó para líderes como Rabban Gamaliel el anciano en el siglo I d.C. El título "Rabí" comenzó a usarse para los discípulos de Rabban Yohanan ben Zakkai.
Algunos expertos creen que el título "rabino" se usó formalmente después del año 70 d.C. Otros piensan que ya era un título informal común antes de esa fecha.
Antiguamente, los reinos de Israel y Judá tenían reyes, profetas y sacerdotes como líderes. El Gran Sanedrín, un tribunal superior en Jerusalén, tenía autoridad legal. Sus miembros recibían una ordenación especial desde los tiempos de Moisés, pero no se les llamaba rabinos, sino sacerdotes o escribas.
Con la destrucción de los Templos de Jerusalén y el fin de la monarquía judía, el liderazgo espiritual pasó a los sabios de la Gran Asamblea. Ellos fueron los primeros "rabinos" en el sentido moderno, porque comenzaron a organizar y explicar la "Torá Oral". Con el tiempo, esto se escribió en la Mishná y el Talmud, dando origen al Judaísmo rabínico.
El Gran Rabino
Desde la Edad Media, se empezó a usar el término «gran rabino» para referirse al líder espiritual principal de una comunidad judía. Este líder podía ser elegido por la comunidad o nombrado por las autoridades no judías. Hoy en día, este término todavía se usa en algunos países, incluyendo Israel, donde hay dos «grandes rabinatos»: uno para los judíos asquenazíes y otro para los sefardíes.
¿Qué hacen los rabinos?
Los rabinos cumplen muchas funciones importantes para la comunidad judía, que han cambiado a lo largo del tiempo y en diferentes lugares.
- Estudio y enseñanza
- Los rabinos siempre han sido clave para transmitir el conocimiento de la Torá de generación en generación. Aprenden de sus maestros, aportan nuevas ideas y enseñan al público. Estudiar la Torá es una tarea de toda la vida para un rabino. Se espera que dediquen tiempo cada día a estudiar para tener los conocimientos necesarios.
Una vez que adquieren ese conocimiento, deben compartirlo. Los rabinos enseñan en escuelas (heder, yeshivah, kollel), en sinagogas con clases diarias o sermones, y en celebraciones judías con explicaciones de la Torá. Muchos rabinos también escriben libros sobre la tradición judía, como comentarios bíblicos, códigos de leyes y tratados éticos.
- La justicia
- Antes de que los judíos tuvieran los mismos derechos que otros ciudadanos, los gobernantes permitían que las comunidades judías resolvieran sus propias disputas. Si había un problema entre judíos, se resolvía en un tribunal judío según la ley judía. El rabino de la ciudad, con su gran conocimiento de la ley de la Torá (halajá), presidía este tribunal.
Hoy en día, los judíos usan los tribunales civiles de sus países. Sin embargo, los tribunales rabínicos siguen activos para asuntos religiosos como las conversiones y los divorcios. En Israel, existen tribunales rabínicos para asuntos de estado personal.
- Creación de leyes
- A lo largo de la historia, cuando surgían problemas que afectaban a muchas comunidades judías, se reunían sínodos rabínicos. En estas reuniones, los rabinos más importantes debatían y creaban reglas obligatorias (takkanot) para sus comunidades. Estas reglas trataban temas como el matrimonio, las relaciones con personas no judías, la educación de huérfanos y la protección contra falsificaciones. Una de las ordenanzas más famosas, aún vigente, prohíbe la poligamia entre los judíos de Occidente.
En la actualidad, los rabinos también crean takkanot en Israel, y los principales movimientos judíos (reformista, conservador, reconstruccionista) las establecen para sus miembros. La mayoría de los rabinos pertenecen a organizaciones rabínicas nacionales que funcionan de manera similar a los sínodos antiguos.
- Supervisión religiosa
- La comunidad judía necesita instituciones religiosas para la vida diaria. Los rabinos, con su conocimiento de la ley judía, supervisan estas instituciones para asegurar que funcionen correctamente. Algunos ejemplos son el sacrificio de animales (shejita), las leyes de alimentación (kashrut), los baños rituales (mikve), las escuelas primarias (heder), los límites del sábado (eruvin) y las sociedades de entierro (hevra kadisha). Hoy en día, algunos rabinos se especializan en esta supervisión a tiempo completo.
- Asesoramiento y apoyo
- Además de responder preguntas sobre leyes y rituales, un rabino de congregación a menudo es consultado para dar consejos sobre asuntos personales. Gran parte del tiempo de un rabino moderno se dedica a visitar a los enfermos y a oficiar en eventos importantes de la vida, como bodas o funerales. Los seminarios rabínicos modernos incluyen cursos de psicología y asesoramiento para preparar a los estudiantes. Entre los judíos jasídicos, es común pedir consejo al rebbe (su líder espiritual).
- Dirigir los servicios de oración
- Tradicionalmente, los rabinos no dirigían los servicios de oración de la misma manera que hoy. La oración judía tiene una estructura fija, y un cantor (hazan) canta las partes vocales. Si el rabino estaba presente, se sentaba al frente y respondía preguntas sobre la oración.
En las sinagogas modernas, el rabino tiene un papel más activo. Puede seleccionar pasajes, acortar el servicio o añadir oraciones especiales. Guía a la congregación, anuncia los números de página y comenta la liturgia. En los servicios de Sabbat y festivos, el rabino da un sermón.
- Celebrar los acontecimientos de la vida
- Aunque la ley judía no exige la presencia de un rabino en eventos como bodas, Bar o Bat Mitzvah, circuncisiones, funerales o visitas a cementerios, sí establece requisitos para cada uno. Por eso, se hizo costumbre que los rabinos estuvieran presentes para guiar a la comunidad en la celebración y el duelo. Hoy en día, la participación del rabino en estos eventos es casi obligatoria.
El divorcio judío, que requiere un tribunal rabínico (beth din), siempre contará con la presencia de rabinos.
- Obras de caridad
- La sinagoga ha sido un lugar donde se recolecta dinero para ayudar a los necesitados. Aunque no es el rabino quien recauda el dinero, es su tarea enseñar que la caridad (tzedaká) es un valor judío fundamental. Los rabinos lo hacen predicando, enseñando y dando el ejemplo, como invitando a estudiantes pobres a comer en su casa. Maimónides describió ocho niveles de caridad, desde la donación a regañadientes hasta enseñar un oficio a alguien para que pueda mantenerse.