Puerta de Guadalajara para niños
La Puerta de Guadalajara fue una de las entradas más importantes de la primera muralla que rodeaba el antiguo Madrid. Estaba ubicada hacia el este, entre la Cava de San Miguel y la calle de los Milaneses, en lo que hoy es la calle Mayor.
Fue construida en el siglo XII. Más tarde, entre 1536 y 1538, el rey Carlos I de España ordenó su reconstrucción. Lamentablemente, en 1582, la puerta fue destruida por un incendio. Este incendio fue causado por las luces que se colocaron en ella para celebrar la victoria del rey Felipe II, hijo de Carlos I, en un conflicto con Portugal.
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Historia de la Puerta de Guadalajara
El historiador Ramón Mesonero Romanos pensaba que el origen de esta puerta no era romano ni godo, sino que fue construida por los moriscos (personas de origen musulmán que vivían en España). Esto se deducía por su nombre y la forma en que estaba hecha.
Esta puerta era la entrada principal de la muralla por el lado este. Conectaba la Villa de Madrid con otras ciudades importantes como Alcalá y Guadalajara. A lo largo de su historia, hubo dos versiones principales de la puerta: la primera, de estilo morisco, que existió hasta 1536, y la segunda, de estilo plateresco, que la reemplazó alrededor de 1538.
¿Cómo era la primera Puerta de Guadalajara?
La primera puerta, como otras de esa época, tenía una forma especial de "doble codo" y estaba protegida por dos torres muy fuertes. Este diseño era típico de las construcciones musulmanas y servía para defender mejor la ciudad. Ya en el año 1271 se mencionaban detalles de esta puerta, destacando su importancia defensiva.
La Puerta Plateresca: Una Nueva Construcción
En 1572, el maestro Juan López de Hoyos describió la puerta en su libro. Él la vio renovada, con dos torres laterales muy fuertes, hechas de piedra. La puerta original era pequeña y tenía tres giros, como una fortaleza. Sin embargo, estas partes se quitaron para hacer la puerta más ancha y facilitar el paso, ya que era un lugar con mucho movimiento de gente.
Las nuevas torres formaban una entrada agradable y vistosa. Sobre el arco de la bóveda, había un pasillo que unía una torre con la otra, con barandales de piedra. Encima de este pasillo, se construyó una hermosa capilla con una imagen de la Virgen María y el Niño Jesús, toda dorada y adornada. Más arriba, había una figura del Ángel de la Guarda, que se creía que protegía a la ciudad.
En la parte superior de las torres, se levantaban tres estructuras altas, llamadas chapiteles, que brillaban mucho. La torre del medio era un poco más alta y tenía un reloj con una campana que se podía oír a mucha distancia. También tenía las armas de Madrid. En los huecos de las torres, se colocaron cuatro figuras grandes que parecían gigantes, con coronas de laurel y bastones.
Destrucción de la Puerta de Guadalajara
En 1538, el rey Carlos I de España ordenó que se demoliera la antigua puerta musulmana, a pesar de que el Concejo de Madrid no estaba de acuerdo. Los hermanos alarifes (arquitectos) Antonio y Diego Sillero construyeron una nueva puerta de estilo plateresco. Esta nueva puerta era más ancha, con dos torres y un arco de medio punto.
En 1582, durante las celebraciones por la victoria de los ejércitos de Felipe II sobre el pretendiente al trono de Portugal, se colocaron muchas luces festivas en la puerta. Desafortunadamente, estas luces provocaron un incendio que la destruyó por completo. Aunque hubo proyectos para reconstruirla, como el presentado por Francisco de Mora en 1597, se decidió no hacerlo porque ya no era tan necesaria para la defensa de la ciudad. Sin embargo, la zona siguió siendo conocida como la "Puerta de Guadalajara".